Piaggio no contó con la asistencia del ministro, como se había anunciado, para apoyar su candidatura a gobernador, que sí participó virtualmente. Estuvo presente Grabois, polémico por haber planteado el salario universal que fue rechazado.
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inalmente, tal como adelantó INFORME DIGITAL, el ministro del Interior Eduardo 'Wado' De Pedro no asistió al encuentro en Gualeguaychú donde estaba prevista su presencia para respaldar la candidatura del intendente local, Martín Piaggio, a quien Urribarri postuló hace días atrás. Sí estuvo Juan Grabois, quien encabezó una asamblea junto a organizaciones sociales, rurales, ambientales y educativas de Entre Ríos, luego de haber planteado el salario universal y recibir el rechazo a su propuesta.
El intendente de Gualeguaychú no contó con la presencia del ministro del Interior, Wado De Pedro, como estaba previsto, para respaldar su candidatura a gobernador.
Mientras se anunciaba el arribo de De Pedro a la ciudad capital del carnaval para este jueves, INFORME DIGITAL adelantó que el ministro no llegaría a Entre Ríos.
Luego de que el exgobernador Sergio Urribarri lo postulara esta semana como su candidato a la Casa Gris, Piaggio aguardaba el arribo de un nombre fuerte del gobierno nacional para apuntalar su lanzamiento. Sin embargo, el ministro del Interior no fue a Gualeguaychú.
Invitado por el dirigente de Patria Grande, Juan Grabois, para participar de una asamblea con organizaciones sociales, rurales, ambientales y educativas de la provincia, el funcionario nacional finalmente desistió de asistir de manera presencial y lo hizo a través de la virtualidad.
El proyecto de salario básico universal (SBU) fue impulsado el ala kirchnerista del FdT en tándem con movimientos sociales y organizaciones populares, no será tenido en cuenta por el Gobierno. Uno de esos impulsores fue Grabois.
El SBU está pensado para trabajadores informales, monotributistas de categoría A, trabajadoras de casas particulares y los trabajadores formales que no tengan ingresos por más que el monto mensual de la primera categoría del Monotributo.
Además, otra condición que contempla el proyecto es ser argentino nativo o naturalizado, con una residencia legal en el país no inferior a dos años, tener entre 18 y 64 años, inclusive, no percibir ingresos por Potenciar Trabajo, prestaciones de desempleo, Progresar, Tarjeta Alimentar ni jubilaciones.
La iniciativa apunta a un ingreso equivalente a una Canasta Básica Alimentaria por adulto (alrededor de $ 13.000, según los últimos valores relevados por el INDEC).
Para acceder a ese salario se pide a cambio una contraprestación, que puede ser el estudio o la realización de talleres relacionados con empleabilidad.
Según el proyecto, cada grupo familiar podrá percibir prestaciones del Salario Básico Universal (SBU) por un monto mensual de hasta 2 (dos) Canastas Básicas Alimentarias (CBA) de un adulto equivalente informada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC).
¿Experimento fallido en Finlandia?
El experimento finlandés de renta universal no ha traído consigo un gran auge de adeptos a la idea, ni en Finlandia ni en el extranjero.
Los reportes iniciales calificaron el plan como "fracaso", aunque un informe más reciente matiza esa conclusión, suele subrayarse el efecto mínimo que el experimento tuvo en las perspectivas de empleo de los participantes.
"Ningún otro país en ninguna otra parte del mundo ha implementado una renta nacional basada en la ley", explicaron y aclararon que "es justo admitir que no podemos ver un gran efecto en el empleo", pero tampoco puede llamársele fracaso.
Los resultados se basan en la comparación de 2.000 participantes desempleados que recibieron 560 euros al mes desde enero de 2017 hasta diciembre de 2018 con un grupo de control de 173.000 personas que no recibieron renta alguna.
Hubo solo una pequeña diferencia estadística entre el grupo de estudio y el de control en el número de personas que encontraron trabajo después de dos años.
Los beneficios económicos provendrían del bienestar
Sin embargo, donde sí hubo una significativa diferencia estadística fue en el nivel de felicidad de los dos grupos. Las personas que recibieron 560 euros al mes refirieron tener niveles mucho menores de inseguridad y estrés.
"El bienestar ocupaba un lugar más elevado que en el grupo de control y realmente hubo un incremento significativo en la mayoría de las dimensiones del bienestar", concluyeron.