Lunes, 19 de julio de 2021   |   Política

La vacunación a niños comenzaría en agosto

La llegada de las 3,5 millones de Moderna aceleró los planes para comenzar a inocular en esa franja etaria, de 12 a 17 años. Aún falta la autorización de parte de la ANMAT para avanzar.

La vacunación a niños comenzaría en agosto

Tras la donación por parte de Estados Unidos de 3,5 millonesde dosis de Moderna y según el cálculo de analistas de datos, si la FDA (enteregulador en EE.UU.) aprobase su aplicación en personas de 12 a 17 años, esacantidad alcanzaría para inocular con una dosis al 82 por ciento de dichafranja etaria en Argentina. Si Anmat, por su parte, autorizara el uso deemergencia en territorio doméstico, de hecho, se podría comenzar a inmunizarlosel próximo mes.

A la fecha, en el mundo solo se aplican las fórmulas dePfizer y Sinopharm en menores de 18 años, pero el abanico de posibilidadespodría abrirse en breve con la autorización de otras tecnologías.

En Argentina, según se estima, viven entre 13 y 15 millonesde personas menores de 18 años. Los primeros en recibirlas serían aquellos quepresentan alguna comorbilidad o patología de base. El analista de datosSantiago Olszevicki calcula que la cantidad de vacunas Moderna recibidas deEstados Unidos podría inocular con una dosis a ocho de cada diez adolescentes de12 a 17 años.

“Estamos conversando para definir cuál será la estrategiaque utilizaremos desde Salud para avanzar con la vacunación de niños, niñas yadolescentes”, señala Juan Manuel Castelli, subsecretario de EstrategiasSanitarias del Ministerio de Salud a nivel nacional. Luego continúa con ladescripción de las fórmulas vacunales que estarían en condiciones de serinyectadas: “En China, Sinopharm está aprobada con una autorización deemergencia para personas de 3 a 17 años, por lo cual, sería una de las opcionesque incluiría a los menores de 12 años. Este dato no es menor porque Pfizer,por caso, está siendo aplicada en Estados Unidos, en adolescentes de 12 a 17.La mayoría de los laboratorios avanza con los estudios en poblaciones menoresde 12 años, pero aún no hay nada concluido. Con lo cual, las vacunas destinadasal segmento que va desde los seis meses a esa edad está por aprobarse en elmundo”.

Lo que dice el archivo

Como relata Castelli, China inmuniza a los menores de 12años con Sinopharm, una tecnología que opera con virus inactivado y que, poreste motivo, tiene un perfil de seguridad –a priori– más robusto que lassustancias conformadas con base en ARN, como puede ser Pfizer o Moderna. Sinembargo, todo está por probarse y el gobierno avanza en ambos frentes. Demanera reciente, Argentina compró 24 millones de dosis de la Sinopharm y ya seavaló el DNU que habilita la adquisición de las dosis de Pfizer. Además deestas opciones no se descarta la alternativa cubana. “Nosotros seguimos decerca todos los desarrollos. La vacuna pediátrica en Cuba está siendo probada yadaptada para su uso en los más pequeños. No obstante, hasta fines de agosto notendremos noticias de la isla en este sentido”, sostiene el funcionario deSalud.

A mediados de mes, Cuba inició un estudio para inmunizar aniños y adolescentes frente a la covid con una combinación de dos de suscandidatos vacunales. Del ensayo participan 350 niños de entre 3 y 18 años deLa Habana, con autorización de sus padres, quienes recibirán dos dosis deSoberana 2 y una tercera de Soberana Plus, separadas por intervalos de 28 días.De aquí, el diálogo que Alberto Fernández y su equipo de asesores mantiene conlas autoridades de la isla para, en el futuro cercano, obtener esta tecnologíaapta para población pediátrica. En mayo, Moderna hizo lo propio y anunció quesu tecnología era segura y eficaz, y que estaba en condiciones de ser aplicadaa partir de los 12. Aunque aún no comenzó a ser utilizada para tal grupo, elgobierno se adelanta y firmó un acuerdo para recibir 20 millones de dosis deesta tecnología a partir de 2022.

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En este marco, en la medida en que las vacunas esténdisponibles y siempre y cuando sean autorizadas por la entidad regulatoria(Anmat) para estas franjas etarias, se podría avanzar, en primera instancia conlos adolescentes (12 a 18 años) y luego con la población pediátrica (menores de12). Y, en este sentido, de los adolescentes, los primeros que recibirán susvacunas serán aquellos que conformen los grupos de riesgo. Se calcula que enArgentina, aproximadamente, hay 300 mil menores de 18 años con comorbilidades.Desde esta perspectiva, Castelli plantea: “Esa cifra la podríamos completar enun solo día y luego avanzar con el resto. No es un tema de cantidad, sino degenerar un criterio adecuado para poder avanzar con estas poblaciones. Cuandolos contratos estén cerrados, las vacunas disponibles y autorizadas por laautoridad regulatoria, haremos las evaluaciones correspondientes con laComisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) y enviaremos las citaciones”.

¿Requieren vacunasespecíficas?

De acuerdo a la experiencia internacional, los adolescentesestán recibiendo las mismas vacunas que utilizan en adultos. No obstante, estasituación podría cambiar para la población menor de 12 años. “Pfizer estáinoculando en adolescentes las dosis ya establecidas para adultos. Moderna, ensus ensayos, empleó las mismas vacunas también. Lo que se plantea en muchoscasos para las poblaciones pediátricas es utilizar una dosis menor paradisminuir la reactogenicidad, es decir, las reacciones que se experimentan alinocular la dosis”, advierte Castelli. Al respecto, Gollan explica: “Esto esasí, fundamentalmente, por dos razones: por la contextura de los chicos, perosobre todo por las características que adquiere el sistema inmune. Cuanto másjoven, más hiperactivas tienden a ser las defensas, es decir, reaccionan más.Por ello es que son tan fundamentales las pruebas clínicas, para mensurar lascantidades de acuerdo a cada grupo etario”.

Sobre ello propone su punto de vista Florencia Cahn, médica(UBA) y presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología. “Ala fecha, Pfizer utiliza la misma dosis para adolescentes y adultos, con locual, no cuenta con una dosis pediátrica. Y para Sinopharm, se prevé lo mismotambién. Contamos con la referencia de la vacuna antigripal: hay marcas quebrindan la misma concentración para niños y adultos, mientras que hay otrasque, en su formulación pediátrica, utilizan la mitad. A partir de los tres añosde vida suele ser la misma cantidad de sustancia activa para todos por igual”,subraya la experta.

Más allá de la dosis que se emplee, resulta medularcomprender por qué sería fundamental la inmunización de los niños yadolescentes. Una de las razones más importantes es que, además de ser posiblesportadores del Sars CoV-2, también lo transmiten.

La inmunización de los menores de 18 años es fundamental siel objetivo de Argentina es alcanzar la inmunidad de rebaño, es decir, inocularentre el 60 por ciento y 70 por ciento de la sociedad. Si bien su tránsito porla covid no suele ser grave, algunos exhiben cuadros complicados y luegoexperimentan secuelas. Una de las más comunes es la enfermedad de Kawasaki, quese caracteriza por una inflamación de las arterias del organismo que perjudicaa los órganos principales, como riñones, corazón, hígado y cerebro. Esmultisistémica y multiorgánica y, si bien tiene baja mortalidad (fallecen trespacientes de cada 100 mil), los chicos deben estar internados y recibir corticoides,con lo cual, se vuelve una situación que los invalida y les impide seguir consu rutina.

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Cahn enfatiza en el beneficio individual y colectivo de lacampaña de vacunación contra la Covid. “Las estrategias de inmunización sepiensan con un beneficio individual que proteja a quien recibe su dosis, asícomo también un beneficio indirecto de quienes los rodean. De manera que hay unaspecto positivo para los niños, niñas y adolescentes que se inmunizan frenteal Sars CoV-2 y, sobre todo, para aquellos que tienen una condición de riesgoque los expone a desarrollar una forma grave de la enfermedad. Me refiero adiabéticos, obesos, personas con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas”.Y remata: “Al mismo tiempo, si se tiene al 70 por ciento de la poblaciónvacunada es posible disminuir la circulación viral y proteger a aquellos que, obien no están vacunados, o bien, sí lo están pero tal vez no respondieron deforma adecuada a la vacuna”. De esta manera, no solo descenderán lashospitalizaciones y la mortalidad, como ya se está advirtiendo, sino también elnúmero de casos por el descenso del ritmo de la propagación viral, consigna elinforme del diario Página 12.

Lo que hace el mundo

En el mundo, solo 10 países vacunan a adolescentes y 15tienen autorizada la vacunación para esas edades. Los rumbos adquiridos sondistintos en las diversas naciones y Argentina, mientras avanza en lainmunización con la primera dosis de toda su población y completa los esquemasde aquellas personas que ya recibieron la primera, evalúa cuál será el caminomás adecuado. “Francia inmuniza a adolescentes con la autorización de lospadres. Alemania solo vacuna a los adolescentes con comorbilidades. En Estados Unidosinmunizan a partir de los 12 sin distinción. Aquí se ve claramente cómointerfiere la política porque la vacuna que aplican es Pfizer (compañíaestadounidense)/BioNTech (compañía alemana), y cada quien realiza unaaplicación según sus criterios”, ejemplifica Castelli.

Alemania escogió esta vía porque, mientras tanto, reúne másinformación acerca del perfil de seguridad que puede ocasionar esta opciónvacunal en los menores de 18 años. Lo cierto es que ninguna vacuna está exentade causar efectos adversos, y aquellas basadas en tecnología con ARN (como esel caso de Pfizer) han reportado muy pocos casos de miocarditis y pericarditisleves en adolescentes. “En adolescentes y pequeños se debe evaluar más que encualquier otra población el riesgo y el beneficio. Las vacunas seguras debenser muy seguras ya que de contraer covid, sabemos que los más pequeñosdesarrollan cuadros muy leves. Hasta ahora, de acuerdo a la inmunización deadolescentes en otras naciones, los beneficios son mucho más significativos quelos riesgos. Desde el Ministerio de Salud somos muy cautos y todas lasdecisiones que tomamos son en función de la evidencia científica disponible”,relata Castelli. En España, el cálculo que hacen es que se reportan unos 43casos de miocarditis leves por cada millón de vacunados.

Esta pandemia ha puesto en superficie que las decisionesestatales se toman desde una perspectiva de salud pública, es decir, desde unaóptica colectiva y no individual. “La ecuación es sencilla: donde hay vacunas,disminuye la cantidad de contagios registrados en todos los grupospoblacionales. Con la variante Delta, las vacunas pierden un poquito deefectividad en prevenir las infecciones, pero siguen siendo muy buenas paraevitar casos graves y fallecimientos”, comenta Gollan. Y continúa con surazonamiento: “En Gran Bretaña se observa con muchísima claridad que cuando seprodujo la segunda ola en diciembre, a partir de la variante británica, teníanun promedio de 27 mil casos diarios y 460 muertes. Hoy tienen más o menos lamisma cantidad de contagios, pero menos de 50 muertes”.

El problema que afrontan muchos países desarrollados y que,en menor grado, también afrontará Argentina será convencer a aquellas familiasque, por falta de información, miedos y otras razones/emociones, deciden deantemano que no inmunizarán a los menores cuando les llegue el turno. Paraello, Cahn comparte su perspectiva. “El mensaje que puedo dar es muy similar alque solemos dar con otras vacunas. Frente a una persona que no quiereinmunizarse o no quiere vacunar a sus hijos, hay que tener empatía y escucha.El mundo no se divide en provacunas y antivacunas; por el contrario, es muchomás complejo”. Y por último reconoce: “Hay mucha gente que tiene dudas genuinasy lo que hay que hacer es tratar de escuchar, despejar sus confusiones yexplicar que son seguras y eficaces. Necesitamos desarrollar más empatía y ellocomienza por culpabilizar menos”.

Fuente: Página 12

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