Los directores y el presidente Cañete que lloró cuando lo echaron fueron escrachados por desmanejos por $ 43.000 millones. Empiezan a aparecer gastos escandalosos. Los primeros detalles.
E
l interventor del Instituto de Obra Social de Entre Ríos
(IOSPER), Mariano Gallegos, y la subinterventora, Marina Alegre, brindaron una
conferencia de prensa en la que dieron detalles sobre los primeros resultados
de la auditoría de corte en la obra social de los empleados públicos de la
provincia.
"La situación del IOSPER es mucho peor de lo que esperábamos", explicaron los interventores y afirmaron que, como dijo el gobernador Rogelio Frigerio cuando decidió la intervención: "Solo conocíamos la punta del iceberg. Ahora empezamos a ver qué hay debajo".
Los interventores designados por el Poder Ejecutivo para sanear el organismo detectaron que la deuda acumulada de la obra social duplica lo que había declarado el ex presidente Fernando Cañete, sobre quien pesan múltiples denuncias. El total asciende a 42.871.884.708 pesos, de la cual el 56 por ciento corresponde a medicamentos, por lo que resaltaron la mala gestión financiera.
También apuntaron que tiene un déficit operativo de 3.000
millones de pesos por mes, y resaltaron: "El IOSPER compra y contrata, mal
y caro".
Además, aclararon: "La intervención trabaja con una lógica de que el IOSPER es de los afiliados, no de los prestadores, y trabajamos para los afiliados".
Marina Alegre y Mariano Gallegos.
Más adelante, remarcaron las maniobras con las que ex
miembros del Directorio intentaron ocultar el monto de sus propios sueldos que
alcanzaban. En el caso puntual del ex presidente Cañete, quien lloró durante una entrevista televisiva cuando dejó la obra social, llegaba casi a los 16 millones de pesos. La metodología
utilizada consistía en desdoblar el pago del salario e informar públicamente
solo uno de los montos.
Asimismo, se detectó el incremento de aranceles sin
justificación, y brindaron como ejemplo el aumento del 15% en los aranceles
prestacionales que intentó instrumentar Cañete, denunciado en su momento también por violencia y discriminación en el ámbito laboral, antes de salir del cargo. Ese
aumento hubiera producido un déficit adicional de 1.000 millones mensuales, que
finalmente logró impedir la intervención. En ese sentido, también resaltaron la
existencia de actas de ajuste de aranceles que carecían de firmas y fechas, lo
que pone en duda su validez.
"Los ex miembros del Directorio intentaron ocultar sus sueldos, el del peresidente, de $16 millones", afirmaron.
Por otra parte, los interventores resaltaron que las droguerías habían otorgado un aumento del descuento en la compra de medicamentos del 15 por ciento a partir de los primeros días de diciembre y que, si ese mayor descuento se hubiese aplicado desde el 1 de enero de 2024, la obra social hubiese ahorrado 1.700 millones de pesos.
Otro de los datos alarmantes que detectó la intervención en esta primera etapa fue el uso indebido de vehículos de la obra social para beneficio personal de los funcionarios. El caso más llamativo es el del gerente de Prestaciones, que se hacía llevar y traer todas las semanas desde la provincia de Corrientes, y que se le pagaba, además del sueldo, los gastos de traslado y el hotel en Paraná, lo que totalizaba un gasto de 10 millones de pesos.
A eso se suman irregularidades en el pago del servicio de lavado de los automóviles oficiales, con precios por encima de los de mercado y el pago de televisión por cable en oficinas en las que no hay televisores.