La dirigencia entrerriana de la entidad rural mantuvo un encuentro donde analizó de la crisis que atraviesa en sector debido a la extensa sequía que afecta a toda la producción. Reclamarán soluciones a la nación y a la provincia.
E
l Consejo Delegado de la Federación Agraria de Entre Ríos se reunió el asado 9 de enero con el objetivo de analizar la dificil situación que atraviesa el sector, en medio de una de las sequías más intensas registradas en las últimas décadas, la cual afecta a todo tipo de producción.
Según expresan desde la entidad mediante un comunicado: "La situación es límite y la angustia crece en los productores ante la pérdida de cultivos, la falta de alimentos para el ganado bovino (carne y leche), la desaparición de lo poco que quedaba para praderas".
"Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones conforman un combo destructivo para toda producción tradicional y economías regionales", añade el texto.
Además, en el encuentro se detallaron los alcances del decreto de declaración de emergencia 4727/2022, como así también y los instructivos para la confección de las declaraciones juradas, y los beneficios impositivos establecidos.
Durante el cónclave, se resolvió que a partir del día martes 10, en donde la emergencia sería homologada por la Comisión Nacional de Emergencia, se gestioneun programa de financiamiento, el cual contemple la posibilidad de reprogramar deudas y también acceder a recursos frescos con periodos de gracia, plazos y tasas acordes a la situación de desastre que se está soportando.
Posteriormente, la FAA entrerriana informó: "Se acordó reclamar al Ministerio de la Producción de Entre Ríos y a la Secretaría de Agricultura de la Nación, que, ante el fracaso en la instrumentación de la asistencia en la emergencia del año pasado, se arbitren los medios para que las ayudas lleguen en los tiempos que la situación amerita, esquema que estará a prueba con los anuncios para el sector lechero realizados el pasado viernes".
Finalmente, el documento revela: "En la reunión se analizó la citricultura, igualmente afectada por la sequía, y el arroz, único cultivo con estructura de riego en la provincia, soporta un desproporcionado aumento de costos, con valores del arroz en cáscara muy alicaídos, lo que trae como consecuencia una caída de área de siembra año tras año".