El diputado nacional entrerriano propuso impuesto a las ganancias para los trabajadores judiciales. Desde la FJA convocaron a una medida de fuerza por 24 horas para el próximo martes en rechazo al proyecto. La AJER se suma al reclamo.
E
l diputado nacional por Entre Ríos del Frente de Todos, Marcelo Casaretto, propuso recientemente la inclusión en el Presupuesto 2023 de un artículo el cual establece qué jueces y fiscales deberán a pagar el impuesto a las Ganancias.
Este proyecto tomó inmediata repercusión y generó molestia en los distintos sectores del Poder Judicial, que expresaron su repudio a la iniciativa.
En este marco, la Asociación Judicial de Entre Ríos (AJER) se plegó al reclamo de la Federación Judicial Argentina (FJA) y a sus pares de todo el país en el rechazo al proyecto, argumentando: "Es una reducción salarial que se intenta aprobar mediante el mal llamado impuesto a las ganancias. Las y los trabajadores no obtenemos ningún tipo de ganancia, entregamos nuestra fuerza de trabajo a cambio de un salario”.
Mediante un comunicado, agregaron: “En una época en donde
claramente los trabajadores venimos perdiendo en la disputa por apropiación de
la renta, la aplicación de impuestos sobre los ingresos de los asalariados, no
hace más que profundizar esta desigualdad e injusticia, profundizándola aún
más”.
Como medida de protesta, las instituciones juduciales de las distintas provincias se declararon en estado de alerta y movilización, al tiempo que convocaron a un paro de 24 horas para este martes 25 de octubre.
A su vez, exigieron: “El Gobierno debería controlar a las
grandes corporaciones que fugan las divisas que produce el trabajo de los
argentinos y que remarcan los precios descaradamente, y tomar medidas que
controlen la inflación”.
“Lo que Argentina necesita es un sostenido aumento en los
ingresos de los trabajadores, comerciantes y pymes, que distribuya la riqueza
en forma justa y de manera que permita un crecimiento y desarrollo equitativo,
es decir, un país realmente más democrático”, señala el texto.
Y concluye: “La contracara es la concentración de la riqueza en manos de las grandes corporaciones que extorsionan, coartan y corrompen el sistema democrático”.