El río bajó otros seis centímetros respecto a la última medición en el puerto de Paraná. Aunque todavía supera el 0, la expectativa es negativa. La Bolsa de Comercio de Rosario informó pérdidas millonarias.
E
l río Paraná continúa descendiendo y esta jornada mide seis centímetros menos que la última medición en el puerto de la capital entrerriana. Exactamente tiene una altura de 30 centímetros, según la medición realizada por Prefectura.
La bajante continúa en todas las estaciones de medición de Prefectura de la provincia. En La Paz el río mide 84 centímetros; en Santa Elena, registra 1,24 centímetros y se mantiene estacionario, mientras que, en Hernandarias, la marca es de 0.74 centímetros también bajó respecto el día anterior, publicó El Once.
Río abajo de la capital provincial, en Diamante marcó 57 centímetro y bajó respecto a la medición anterior la cual era de 64 centímetros . En Victoria, el Paraná registra una altura de 1,31 mts, y permanece estacionario.
Pérdida de 620 millones de dólares
Desde septiembre de 2019, la bajante del Río Paraná genera
enormes complicaciones y pérdidas a las exportaciones agroindustriales, que
tienen un fuerte desarrollo en los puertos del Gran Rosario. Diferentes
informes han determinado que con la altura del Paraná en niveles negativos en
el hidrómetro del Puerto de Rosario y un panorama de continuidad de la
tendencia decreciente, “ningún escenario espera una recuperación del nivel del
agua al menos hasta diciembre de este año”, señalaron los técnicos del
Instituto Nacional del Agua (INA).
Todo esta problemática está afectando los precios de exportación del complejo sojero, limitando la carga de los buques y obligar que las mismas tengan que ser desviadas a otros puertos, como los ubicados en el sur de la provincia de Buenos Aires, y además hay un crecimiento de los costos de logística. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario fue realizado por los economistas Emilce Terré, Julio Calzada y Guido D’Angelo.
Son más de 25 millones de toneladas de subproductos de la soja que han sido embarcadas en lo que va del presente año, estimando una pérdida de unos 620 millones de dólares.
Los especialistas comentaron que las exportaciones de harina y aceite de soja “se están embarcando actualmente con precios que limitan el ingreso de dólares a la Argentina, en vistas de la menor competitividad de la mercadería argentina y las severas dificultades en la logística portuaria por el escaso caudal de la Hidrovía Paraná-Paraguay a la altura de Rosario. Los mayores costos logísticos para sacar los productos desde los puertos a la vera del Paraná impactan sobre los precios de exportación para origen Gran Rosario, agrandando el diferencial con la mercadería brasilera”.
Y agregaron: “En este sentido, la brecha entre el FOB
Paranaguá y el FOB Up River/Rosario para la harina de soja se encuentra en este
momento con su peor diferencial de precio FOB desde 2013. Para encontrar un
diferencial aún peor para la harina, deberíamos remontarnos al período
2003-2005. La situación es más desventajosa aún para el aceite de soja
argentino, ya que no se veía un diferencial de precios tan amplio desde el año
2008?.
En el trabajo se mencionó que “las pérdidas en la harina de soja revisten una especial importancia en vistas de un diferencial que a lo largo de los años generalmente se ha encontrado en terreno positivo, es decir, con los precios FOB del Up River por encima de los de Paranaguá. El diferencial negativo impacta más con el alza de exportaciones de este producto fundamental que deriva de la soja. Luego del mínimo de 17,8 millones de toneladas en el período enero-agosto del 2020, las exportaciones se han recuperado y ya superan las 20,2 millones de toneladas en el mismo período”.
Con relación a la comercialización de aceite de soja al mundo, las pérdidas han sido aún más graves, donde si bien el diferencial de precios Up River-Paranaguá se ha encontrado generalmente a favor del puerto brasilero, “la divergencia de precios se ha acentuado con mucha fuerza en los últimos meses. No conforme con ello, la progresiva recuperación económica global ha alimentado la demanda de aceite de soja con especial énfasis, lo que llevó los embarques de 3,7 a 4,2 Mt, considerando los primeros ocho meses del año”, sostienen desde la BCR.
Pero además de las pérdidas en soja, hay un alto impacto en los precios de exportación de maíz. La bajante ha provocado una limitación de la carga de los buques desde Rosario, y que ha derivado en una operatoria récord del puerto de Bahía Blanca, en el sur de Buenos Aires. En el presente mes, según la BCR, el cereal registraba un precio promedio de 230 dólares la tonelada en Bahía blanca, mientras que en Rosario se ubicaba en 192 dólares la tonelada. En el mismo mes del año pasado, el precio del maíz embarcado en Bahía tuvo un promedio de 156 dólares la tonelada, y en Rosario de 158 dólares la tonelada.