La Municipalidad propuso una ampliación del proyecto tras escuchar a los vecinos y los reclamos que derivaron en el freno de la obra. “Priorizamos el diálogo”, aseguró el intendente Bahl.
E
l plan incorpora demandas de los habitantes de la zona y de ambientalistas. Además, busca preservar la fisonomía del lugar. "Priorizamos el diálogo y la escucha porque estamos convencidos de que las ciudades se construyen en consenso", señaló el intendente Adán Bahl.
"A pesar de que normativamente, el proyecto de obra
cumple con todos los requisitos y que así lo entendió la Justicia, hoy
conversamos nuevamente con los vecinos de calle Racedo y lo ratificamos como
metodología en todas las acciones que lleva adelante nuestra gestión",
destacó Bahl.
"Como resultado de este intercambio y como aporte real desde el Municipio, propusimos una ampliación del proyecto que contempla las demandas que se plantearon y preserva la fisonomía del lugar; creemos en el diálogo porque entendemos que las ciudades se construyen en consenso", concluyó.
Los puntos que se
incorporan son:
1) Se reemplaza el cantero central de hormigón por un
cantero central verde absorbente, de dos metros de ancho.
2) A ese cantero, se van a trasplantar algunos de los
árboles existentes, alternándolos con especies autóctonas de 15 años de edad y
arbustos más bajos para filtrar la contaminación. Todo eso, con el objetivo de
preservar las condiciones ambientales con las que hoy cuenta el Bulevar.
3) Se agregan 5 dársenas por cuadra y por mano para
estacionamiento de los vecinos. Así, los paños verdes no van a ser invadidos
por automóviles.
4) Se suma un doble circuito de bicisendas.
Estos puntos se suman a otras demandas de los vecinos incorporadas previamente, como obras de cloacas, desagües pluviales, conexiones de agua potable, iluminación, seguridad vial y forestación compensatoria que ya se inició en toda la zona aledaña a Racedo.
Testimonios
Alicia Leudrop, vecina de calle Racedo, expresó: "Debo
ser la persona que más sufre con los árboles porque tapan toda la entrada de mi
casa y además ya están viejos. Los árboles se van renovando permanentemente,
cada 10 o 15 años".
"En los países desarrollados empiezan a avanzar y a
hacer las obras bien. Mis vecinos y yo hace más de 60 años que estamos
esperando esta obra, en honor a ellos, muchos que ya no están, es hora de que
hagamos algo para construir una ciudad con proyección de futuro", agregó.
"La gente que viene a visitarme de distintos lugares
del país ven que nunca se progresa. Cuando se quiere avanzar y hacer algo,
siempre se ponen un montón de obstáculos", concluyó.
Federico Soskin, vecino de calle Racedo, dijo durante la reunión al tomar la palabra: "Desde mi punto de vista, como frentista interesado, yo no veo impedimento, entiendo que hay árboles que tienen sus años".
"Tenemos que vivir en una ciudad que quiere proyectarse
y crecer, que mejora rotundamente a los vecinos, que genera un incremento
económico en una calle que está cerca del centro", agregó.
"No estoy disconforme con el proyecto, es algo que
debería haberse hecho hace años. No es que se van a sacar los árboles y no va a
haber nunca más uno. Los vecinos también son seres de derecho, las personas son
seres de derecho", señaló.
Luego destacó: "Muchos de los vecinos están aceptando este cambio. El tema ya se discutió judicialmente y se terminó. Luego de la sentencia judicial no podemos hacer lo que nos plazca. No es una cuestión de enfrentamientos y de peleas, nos estamos olvidando de algo esencial que son los vecinos que viven ahí en su mayoría. La obra ya está aprobada y para su ejecución, el momento de oponerse era antes, cuando se presentó el proyecto".