L
a cantidad de ataques y roturas a silobolsas de las últimas semanas volvió a poner en debate la práctica agropecuaria de guardar la cosecha en esos materiales, a veces por largos períodos de tiempo, antes de venderla.
Desde entidades rurales se difundieron distintos comunicados con una interpretación política de los hechos, acusando al kirchnerismo de promover con un "discurso contra el campo" ese tipo de acciones de vandalismo.
La reacción un tanto tardía de los gobiernos nacional y provinciales en repudiar e investigar los hechos alimentaron la suspicacia de los ruralistas. Pero luego se sucedieron varios encuentros entre autoridades y cúpulas agrarias y los ataques comenzaron a ser investigados.
El tema en agenda generó, de todas formas, controversia en torno a la práctica de almacenamiento. Una posición crítica del campo sugiere que los productores lo hacen a la espera de que se deprecie el peso, suba el dólar, y aumentar así el margen de ganancia.
Desde sectores rurales, obviamente, rechazaron esa valoración. "Hemos observado reiteradamente como se encasilla al productor como un especulador, un egoísta y tantas mentiras más", señalaron la Sociedad Rural de Gualeguaychú y la FARER en un comunicado que acusó al kirchnerismo de promover los ataques.
Y argumentaron el embolsado porque en Argentina "la imprevisión y la inflación dominan la escena, el acopio de cereal es usado para ir cumpliendo con las obligaciones, pagar la próxima campaña -porque el productor invierte y produce año a año- e ir subsistiendo".
Datos
De una u otra manera, la silobolsa gana espacio en el paisaje agropecuario. Según el responsable de servicio técnico de Ipesa, Pablo Seniow, “prácticamente” la mitad de la cosecha argentina va a parar al embolsado, donde reveló que puede ser almacenada hasta dos años.
Para el directivo de la empresa que produce silobolsas, esto permitió sortear el boom de producción que no fue acompañado por un crecimiento de la infraestructura acorde.
Sin caminos
“La práctica de embolsado tiene 10 años en Argentina. Es segura, confiable y garantiza la conservación de granos, como se pudo demostrar. Se embolsa prácticamente el 50% de la cosecha en Argentina. Hoy, está en 40 países y, en condiciones de almacenaje recomendada, uno podría almacenar hasta 2 años a cualquiera de los granos”, afirmó Seniow.
El responsable de Servicio Técnico de la empresa de la provincia de Buenos Aires destacó el rol que cumple este producto en el contexto argentino. “Argentina es deficitaria en cuanto a infraestructura, como caminos y puertos. Al momento de la cosecha es imposible pensar en 100 millones de toneladas por los caminos", evaluó.
"Los volúmenes
de producción por hectárea han crecido y eso genera un cuello de botella. La
infraestructura no ha acompañado a la producción y la bolsa ha salvado esa
diferencia”, explicó en declaraciones que registró el portal ON24.
Un aspecto a tener en cuenta es qué ocurre con el producto una vez que se abre y los granos son vendidos. “El método de extracción es destructivo para la bolsa. Ese material es muy buscado porque está hecho con materiales vírgenes y es bueno para reciclado, con el que se elaboran productos derivados”, afirmó.