El gobernador dio una extensa entrevista a un medio nacional y fustigó a los dirigentes de la oposición que piden "de manera irresponsable" salir de la cuarentena. Avaló impuesto a grandes fortunas y destacó apoyo en intendentes.
E
l gobernador Gustavo Bordet dio una entrevista a Infobae en la que detalló la apertura que lleva adelante en la provincia, donde más del 90% de la industria ya está habilitada y en donde intenta flexibilizar la cuarentena con pie firme, con el fin de no tener que retroceder en el corto plazo.
El mandatario tomó distancia de la propuesta de la diputada nacional kirchnerista Fernanda Vallejos para que el Estado se quede con parte de las empresas que ayuda, respaldó el impuesto a la riqueza, destacó el liderazgo del Presidente en el gobierno y en la coalición, y cuestionó al sector de la oposición que “de forma sistemática” pide la salida de la cuarentena, lo que consideró una actitud “irresponsable”.
A continuación, la entrevista completa:
-Van
dos meses de cuarentena. ¿Cómo es al día de hoy la situación de Entre Ríos con
esta nueva extensión de la cuarentena que es muy cerrada en el AMBA y CABA,
pero que parece que empieza a abrirse en forma sostenida en el resto el país?
-La situación es bien diferente aquí con respecto a la que puede presentar el AMBA o algunas otras provincias donde hay circulación comunitaria con casos autóctonos del virus. En Entre Ríos, al día de hoy, registramos 30 casos, de los cuales 23 fueron dados de alta y de los 7 que restan, todos están fuera de peligro. Ninguno tiene asistencia respiratoria. No estamos ocupando ninguna cama de terapia intensiva. Hace tres semanas que no tenemos registros de casos nuevos y fuimos habilitando actividades.
-¿Qué porcentaje de actividades habilitaron?
-Más del 90% de la industria está habilitado y el sector de comercios y servicios está en un 75%. En esta etapa de segmentación que propone el Presidente, de acuerdo a la realidad de cada provincia, analizaremos que actividades se pueden abrir. Incluso qué actividades recreativas se pueden liberar para avanzar en un proceso de salida de la cuarentena. Esto es si mantenemos el bajo nivel de contagios y que el virus no circule.
-¿Qué
actividades le quedan por abrir?
-Nos queda el sector de turismo que Entre Ríos tiene una importancia determinante. En especial, los centros termales. Está todo cerrado. También nos queda habilitar el transporte de media distancia y los gimnasios, que es un pedido que tenemos de manera recurrente. Pudimos aplicar el sistema take away en restaurantes y bares.
"Nos estamos apoyando en los intendentes, que son los que determinan los horarios y los protocolos, y que además tienen el poder de policía. Ese mecanismo nos dio un buen resultado porque se contemplan las características propias de cada ciudad".
-¿Cuál es el vínculo que hay con los dueños de los comercios que todavía no se pudieron abrir? ¿Está marcado por la tensión, la desesperanza o la voluntad de colaborar?
-La relación es muy buena en el sentido de que hay canales de comunicación abiertos. Estamos dialogando permanentemente. Hay rubros en los que estamos preparando protocolos para cuando llegue la posibilidad de habilitarlos. Hay angustia en muchos dueños de negocios, sobre todo en turismo, que es el más golpeado. Ven con mucha preocupación el hecho de no poder trabajar, independientemente de los paliativos que ha dispuesto el gobierno nacional. Estamos resolviendo de que manera podemos generar acciones que permitan retomar la actividad sin que se nos desborden los contagios.
-¿Hay
un punto límite para la ayuda del Estado?
-Hay una ayuda que ha sido muy importante del Gobierno con
créditos que han cubierto nominas salariales y créditos a tasa 0 para el sector
turístico. Nosotros nos enfocamos en otras acciones como la exención de
impuestos para los sectores que no han trabajado y el congelamiento de tarifas
eléctricas. También asistimos al sector del turismo con créditos muy blandos
del Consejo Federal de Inversiones.
-La ayuda es un paliativo. Es complejo mantenerlo en el tiempo.
-Llegamos con distintas medidas que no resultan suficiente dada la magnitud de la crisis. Y también está la perspectiva de futuro, que por más que se habilite la actividad es muy difícil que pueda tener el volumen que era esperable. Es un panorama difícil que requiere de la ayuda del Estado, que se viene dando, y que va a tener que sostenerse para poder garantizar que no se caigan algunas actividades.
-¿Luego del parate económico de estos últimos dos meses, tiene un número del déficit que ha sufrido la provincia por la falta de actividad?
-Hoy no lo tenemos cuantificado porque todavía estamos atravesando la pandemia. Tenemos los datos de los organismos oficiales como la caída de la industria, que fue del 11,6%. Va a ser bastante mayor para el mes de abril. No tenemos hoy mediciones que nos den un indicador de cómo ha impactado la cuarentena porque todavía es muy corto el período de tiempo para evaluarlo. En lo que son las finanzas, para atender los gastos del Estado provincial, han tenido una caída muy importante. Que nos genera muchas complicaciones para cumplir con los pagos de los salarios. Los salarios de más de 155 mil pesos los terminamos de pagar el día 22. Esto tiene efectos sobre otros rubros también.
-¿Cuáles?
-Las obras públicas, donde hay un relentización. Hemos volcado los recursos al sistema de salud. Habilitamos un hospital en Paraná que estuvo cerrado durante los últimos 4 años. Faltaba un 10% para terminar. Esto nos permitió tener 21 camas más de terapia intensiva con respiradores y 60 camas de internación intermedia. Ahora vamos a habilitar otras 60 camas más. Todo eso representa un esfuerzo económico y financiero muy grande. Desde las finanzas públicas la situación es muy delicada. La recaudación de la provincia cayó en un 50%.
"La caída de las finanzas nos genera muchas complicaciones para cumplir con los pagos de los salarios".
-¿Salvando
la situación institucional, hay algún punto de contacto entre este momento y la
última gran crisis que tuvo la Argentina que fue la del 2001?
-No. Son cosas completamente diferentes. Esta crisis presenta características que la hacen inédita. Porque no es una crisis que se da solo en Argentina, se da en el mundo. No sabemos cuáles van a ser las consecuencias porque la pandemia todavía está en fase de desarrollo. Se complica también porque ya venía la economía argentina muy golpeada. Porque hubo un endeudamiento brutal que ocurrió en los últimos 4 años y que nos dejó sin capacidad de financiamiento externo. Y con una estructura de deuda que, si no se revisa, va a ser imposible pagarla. Si uno suma todos estos componentes a la pandemia, la situación es muy compleja.
-Argentina
tenía el diario del lunes con la situación de la pandemia en el mundo. Pudo ver
lo que estaba pasando en España e Italia. ¿Luego de este tiempo de aislamiento
obligatorio que han cumplido los argentinos, considera que había otra forma de
llevar adelante este proceso que no sea con la cuarentena estricta que se
aplicó?
-No había otra manera. Lo demuestran los números. Si se hace un paralelismo con los países que tomaron medidas tardías de aislamiento, la letalidad del virus fue muchísimo mayor. Esto posibilitó que el grado de contagio sea mucho más lento y que, por lo tanto, la letalidad también sea mucho más lenta. Por otro lado, se preparó mejor el sistema de salud. Si no se hubiesen tomado estas medidas los efectos de la pandemia hubiesen sido devastadores. Y los efectos económicos también se hubiesen sentido. Porque el temor que se genera en la población cuando hay un virus circulando iba a ser que la gente no consuma o que muchos negocios, por propia precaución, cierren.
-¿Quiere
decir que no hay dicotomía entre salud y economía?
-Ha habido algunas voces que piensan que hay que priorizar la economía. Es una falsa dicotomía lo de economía o salud. Las dos cosas van ligadas. La medida que se tomó fue acertada. Y hay que empezar a salir progresivamente en la medida en que se vaya manteniendo un nivel bajo de contagios, que es lo que estamos teniendo en muchas provincias, salvo en los casos específicos de AMBA o algunos distritos puntuales.
-¿Cuál
es la respuesta para aquellos que dicen que hay que abrir la economía como sea
porque sino muchos morirán de hambre en vez de por coronavirus?
-Hay que hacer las cosas de manera progresiva. De hecho, se están habilitando actividades en muchas provincias. Es falso plantear que la gente se va a morir de otra cosa. También la gente deja de morir por accidentes de tránsito o por gripe común. Porque va a haber muchos menos casos este año. Hay que bregar por la salud de la población. Esto es básico. Y después generar, en forma paralela, la reactivación del sistema económico. Hay que hacerlo progresivamente porque sino todo el esfuerzo de dos meses de medidas de aislamiento no van a servir para nada. Y se va a desperdiciar.
"Hay muchas cosas que van a cambiar. No hay que ser taxativo con esta grieta que se genera de cuarentena o anticuarentena".
-Se trabajó bien entre el gobierno y la oposición en las primeras semanas de la cuarentena. ¿Que pasó en el medio de ese proceso para que la discusión sobre la cuarentena caiga en la grieta?
-Los que tenemos responsabilidades institucional hemos trabajado con un mismo criterio. Tanto gobernadores de la oposición como del oficialismo. Lo mismo me pasa en la provincia. Los intendentes, independientemente del partido que sean, tratan de resguardar la salud de la población. Las diferencias surgen siempre de algunos sectores que están afuera de la gestión y ven la posibilidad de generar acciones políticas que hoy no encuentran una canalización de aceptación social.
-¿A qué se refiere?
-Se plantean estas posiciones para buscar generar diferencias políticas. Pasa siempre. Pero no es lo que debería ocurrir en este momento que hay una situación de salud pública que está en juego. Hay una población que está expectante de que se resuelvan los problemas y no de que se discuta. De todos modos, creo que es interesante el hecho de poder debatir los temas y que no haya una posición única. Pero el hecho de plantearlo como algo fundamental y alentar movidas públicas como lo de las cacerolas, no conduce a la resolución de los problemas.
-Diferenciaba
los que tienen responsabilidad de gestión de los que no la tienen. El último
fin de semana, después de la conferencia de prensa en la que se comunicó la
extensión de la cuarentena, intendentes, y legisladores de Juntos por el Cambio
le respondieron a Axel Kicillof, que volvió a referirse a la gestión de María
Eugenia Vidal. No son solo los que están afuera de la gestión.
-Es normal. No es bueno que haya un pensamiento único. Lógicamente podemos tener diferencias, que siempre van a existir porque pensamos diferente y por eso estamos en espacios políticos distintos. Más allá de estos hechos puntuales, en el contexto global de la pandemia se está de acuerdo. Si vamos a evaluar, la decisión del Presidente de prorrogar la cuarentena para el día 7 de junio ha tenido un apoyo unánime de todos los gobernadores y del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. En lo macro estamos todos de acuerdo.
"Hay dirigentes que han tenido una participación activa en el gobierno anterior y marcan de manera sistemática, que hay que salir de cualquier forma de la cuarentena. Eso es muy irresponsable"
-Esta bien. Pero lo que le decía es que durante las primeras semanas esas diferencias no surgieron. Hubo cierta armonía. Ahora aparecieron rispideces entre el oficialismo y la oposición.
-Sí, pero una cosa son las rispideces que se dan en el marco de un acuerdo y otra son las diferencias cuando se los plantea desde otro lugar y con otra finalidad, que es la de generar una división en la sociedad. Eso no está bueno y es lo que me preocupa. Hay dirigentes que han tenido una participación activa en el gobierno anterior y dicen lo que se debería hacer. Marcan, de manera sistemática, que hay que salir de cualquier forma de la cuarentena. Es muy irresponsable. Me refería a esa dirigencia. No a la que compartimos responsabilidades de gestión, más allá de las diferencias que podamos tener.
-El
gobernador de San Juan, Sergio Uñac, dijo en una entrevista con Infobae que la
pandemia creará una “nueva normalidad” en la política argentina, en la que el
oficialismo y la oposición confronten menos que hasta ahora. ¿Comparte esa
mirada?
Si. Yo entiendo que, independientemente de que se ha generado un escenario nuevo, nosotros tenemos que trabajar mucho para lograr que eso ocurra. Porque no se va a dar por generación espontánea. Sino que va a ser fruto del trabajo y la voluntad que le pongamos quienes entendemos que hay que superar las antinomias que no nos llevan a ninguna parte. No es avanzar hacia un pensamiento único, es avanzar hacia la construcción de espacios políticos donde se pueda convivir, con una oposición constructiva, con una oficialismo que escuche, que atienda, que dialogue. Este es el futuro que queremos la gran mayoría de los argentinos. Es una oportunidad la que tenemos por delante.
-La
mayoría de los gobernadores estuvieron en una posición diferente a la del
kirchnerismo en los últimos años. En las elecciones, el peronismo se alineó.
Los gobernadores fueron la base de la candidatura de Alberto Fernández. ¿Existe
hoy el albertismo?
-No. Lo que existe es un gran frente político que se construyó para ponerle fin a un modelo que fracasó rotundamente en el país en estos cuatro años. El Frente es heterogéneo, cada uno participó activamente en el contexto electoral y en el de la gestión. Hay, independientemente de los matices que podamos tener quienes integramos este frente, una conducción del Presidente que ha sido muy marcada, sobre todo en la pandemia. Ha tomado decisiones rápidas y oportunas. Esto genera un fortalecimiento del frente en el que estamos. Más allá de los “ismos” que puedan existir dentro de la coalición, la conducción del Presidente es clara.
-¿La pandemia y la gestión del Presidente sobre la crisis sanitaria sirvió para correr la idea de que quién era el líder del Gobierno, si Alberto Fernández o Cristina Kirchner?
-Para nosotros siempre estuvo claro que fue un frente integrado, con una fórmula donde cada uno cumplió y cumple un rol. Después cada uno puede opinar y hacer las interpretaciones que considere. El Presidente ha tenido un rol determinante en el manejo de la pandemia y también en el marco de la reestructuración de la deuda, que es el otro gran punto que tenemos hoy para resolver en Argentina. Evitar el default y poder tener en el futuro la posibilidad de cumplir los compromisos, pero con el tiempo necesario para que el país pueda producir y generar empleo, y no sobre la base de más ajuste fiscal.
"El Presidente ha tenido un rol determinante en el manejo de la pandemia y también en el marco de la reestructuración de la deuda"
-Uno de
los temas más polémicos de los últimos días fue la propuesta de la diputada
kirchnerista Fernanda Vallejos para que el Estado participe de las acciones de
las empresas a las que ayuda a enfrentar la crisis. ¿Qué posición tiene al
respecto?
-No conozco el proyecto. Es un proyecto de la diputada, no es el proyecto del Gobierno. Aquí hay que ver las diferencias. Porque se pueden proponer muchos proyectos, pero lo importante es cuando el Gobierno los propone y envía al Congreso. Y esto, claramente, no ha sido propuesto por el Gobierno. Entiendo que no está en agenda.
-El que
si es un proyecto que está en la agenda del Gobierno es el impuesto a la
riqueza. ¿Comparte esa idea?
-Los impuestos progresivos siempre son los más equitativos y los más justos. Y en el marco de una crisis que se provoca por un fenómeno global como el que estamos viviendo, y donde hay que buscar recursos, los impuestos que se apliquen tienen que tener esta progresividad. Esto me parece que es lo más equitativo en una sociedad donde muchas personas han perdido su trabajo o la mitad de su salario. El esfuerzo deben hacerlo los que más tienen.
"Estoy de acuerdo en que se lleve adelante de manera progresiva el cobro de impuestos a quienes más tienen".
-¿Cómo es la situación de los sector agrícola y ganadero, fundamentales en la economía de la provincia?
-Los dos sectores han trabajado a pleno. Nunca han parado
sus actividades. La principal economía regional que hay en la provincia es el
sector avícola. Nuestros pollos se exportan a más de 60 países. En la provincia
se faenan un millón y medio de pollos por día. Se ha mantenido. Lo que es el
rubro frigorífico de carne vacuna también. Lo que es cerdo, que esta menos
desarrollado, viene creciendo. Todas las cadenas han funcionado. Lo que es
agricultura también. Las cosechas han finalizado. La soja no tuvo el mismo
rendimiento que el año pasado, que fue excepcional, pero estuvo muy bien. El
sector productivo ha podido llevar adelante sus actividades.
-¿Está preocupado por la circulación entre el AMBA y Entre Ríos?
-Si. Me preocupa mucho, pero tampoco soy partidario de bloquear la provincia. Hay que trabajarlo con mucha responsabilidad. Porque no solo son las personas que ingresan desde AMBA, sino también son muchas personas de Entre Ríos que van a AMBA a trabajar y vuelven. Estamos reforzando los controles. En tres semanas tuvimos un solo caso. Es una persona que fue al conurbano por una actividad comercial y volvió. Y cuando volvió contagió a dos personas más. Ahí hicimos un bloqueo donde hubo más de 35 personas que estuvieron aisladas y logramos mantenerlo.