
La bajante histórica del río Paraná continúa incrementándose y complicando la situación en todas las ciudades ribereñas, con el principal riesgo de que peligre el funcionamiento de las tomas de agua.
El director de Hidráulica de Entre Ríos, Cristian Gietz, señaló este martes a Elonce TV que la situación del río Paraná “sigue siendo muy preocupante, sobre todo en el corto plazo”, por lo que estimó que durante julio “las condiciones van a desmejorar bastante”.
Son ya dos años de sequía según las cifras de la bajante del río, que hoy marcó -11 centímetros y se estima que, de continuar esta tendencia, puede alcanzar -60 para fin de este mes y para octubre -1,40.
“Esta bajante es parecida a la de 1944. Si se reproduce lo de aquel momento el mínimo ocurriría entre septiembre y noviembre. Por entonces se llegó a -1,40. Si llegan a producirse lluvias de manera sostenida, con la primavera, el sistema no reaccionará inmediatamente, sino que demorará unos meses“, advirtió el director de Hidráulica.

Imagen: Los medidores que quedaron sin uso ante la bajante histórica.
En ese marco, el gobernador Gustavo Bordet confirmó días atrás que gestionan ante Cancillería en pos de que el estado brasileño, con sus 47 represas sobre la cuenca, pueda evacuar más agua y poder atenuar la difícil situación.
Sin reservas
El funcionario advirtió que “no hay agua”, dado que los embalses río arriba están un 40 por ciento más bajos que el año pasado, que ya se registraban niveles por debajo de los usuales, por lo que el sistema ya no cuenta con reservas para los próximos meses.