
El Instituto de Estadísticas y Censo (IDEC) dio a conocer, a finales del mes de marzo, el informe sobre los índices de pobreza y de indigencia correspondientes al segundo semestre de 2021.
Este estudio determinó que la ciudad más pobre del país es Resistencia, Chaco, con 52%, desplazando a Concordia, quedó segunda con el 51,5%.
Durante años, la localidad entrerriana ocupó el primer lugar de ese ranking, y los medios nacionales se encargaron de remarcar la situación de pobreza que atravesaban sus habitantes.
Los títulos de algunos de los portales más leídos de país hablaban de desocupación, baja actividad, informalidad elevada y miseria cuando se refería a la Capital del Citrus, mientras otros narraban cómo familias enteras buscaban su comida en los basurales.
Atentos a estas históricas críticas, y con el objetivo de cambiar esta situación, el municipio, en trabajo conjunto con la provincia y la nación, comenzaron un importante proyecto, que tiene como meta mejorar las condiciones de vida de los concordienses.
Se trata de la obra de Relleno Sanitario del Campo El Abasto, que se encuentra desde hace un tiempo en marcha y ya lleva un avance del 60%.
Este emprendimiento plantea, además de la fuerte impronta en cuidado ambiental pensando en las futuras generaciones, ejes claros de inclusión y mejores condiciones para recolectores y recicladores informales.

La obra de Relleno Sanitario
del Campo El Abasto
ya lleva un avance del 60%.
El Nodo ambiental se realiza con financiamiento del BID y representa la clausura definitiva del basural a cielo abierto.
Esto significa que se reconvierten las 200 hectáreas donde se vuelcan los residuos de todo el Departamento, en un punto sustentable con el cuidado del ambiente, beneficiando notablemente a los recolectores y recicladores de residuos en su trabajo cotidiano.