Se trata de la senadora Patricia Díaz. No duda del esquema de corrupción que hubo entre las presidencias del organismo de su cuñado Moreira y Cañete que cobraba en blanco más de 16 millones por mes. También le apuntó a Allende de UPCN.
E
n el marco del análisis que las comisiones dela Cámara de Senadores de Entre Ríos están realizando sobre el proyecto del Ejecutivo provincial para reemplazar al Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (IOSPER) por la Obra Social de Entre Ríos (OSER), la senadora del Frente Más para Entre Ríos, del Departamento La Paz, se pronunció enfáticamente y señaló: "No podemos permitir que el derecho a la salud de los trabajadores del Estado siga siendo rehén de internas políticas, disputas gremiales o negocios corporativos".
La legisladora, esposa del intendente de Santa Elena,
Domingo Daniel Rossi; apuntó tanto contra las autoridades que estuvieron al
frente del organismo en gestiones anteriores, es decir, Fernando Cañete y
Silvio Moreyra, quien además es su cuñado, como así también contra el actual
Ejecutivo entrerriano.
Al respecto, dejó en claro: "No voy a convalidar
livianamente una estructura que durante años fue utilizada por Silvio Moreyra y
Fernando Cañete como instrumento de poder y corrupción, sin transparencia ni
controles del Tribunal de Cuentas".
"No concibo que nos obliguen a elegir entre Dracula y Feankestein", enfatizó Díaz.
Y añadió: "Pero tampoco voy a legitimar una conducción
que pretende poner en manos del gobierno de turno, de José Allende, y de algún
funcionario foráneo sin arraigo local, otra caja millonaria que debería estar
al servicio de los trabajadores, jubilados y sus familias. No se trata de
elegir entre dos males".
"Entre Cañete y Allende, Entre Ríos merece una tercera
opción. Una opción construida desde abajo, con participación real, reglas
claras y sentido de urgencia. La salud pública necesita más que un cambio de
nombres. Necesita una reforma profunda, transparente y participativa",
reflexionó.
A través de sus redes sociales, Díaz enumeró lo que
considera que son problemas estructurales que el sistema arrastra hace años y
que hay que discutir, entre los que detalló:
- El drama de las prótesis e insumos especiales, que se
autorizan con demoras inhumanas y trámites kafkianos.
- El abandono de las personas con discapacidad, cuyos
familiares luchan diariamente para conseguir una cuidadora, un acompañante
terapéutico o una rehabilitación.
- Las interminables demoras en autorizaciones, que afectan
tratamientos oncológicos, estudios de alta complejidad y cirugías urgentes.
- El costo de los medicamentos, que no para de subir, mientras
la cobertura se reduce o directamente se niega.
- La falta de auditorías externas, control público y rendición de cuentas, que permitió el uso discrecional de fondos por parte de pocos, sin ninguna consecuencia. Entre Ríos necesita una obra social fuerte, accesible y controlada por los trabajadores, no por una casta de dirigentes o gerentes del poder.
Finalmente, hizo un llamamiento a los actores involucrados
para participar en el debate, y expresó: "Por eso convocamos a todos los
sectores, trabajadores, gremios, prestadores, colegios profesionales y usuarios;
a discutir un nuevo modelo de gestión con control social, participación real y
garantía de equidad"
"No es no. Entre la corrupción de ayer y la impunidad
de siempre, elijo abrir un camino nuevo. No concibo que nos obliguen a elegir
entre Dracula y Feankestein", cerró.