Lo dijo Sebastián Pérez decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER. Fue durante una clase pública que se hizo en la institución en reclamo por más presupuesto y en rechazo del veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
L
a polémica en torno al veto de la Ley de Financiamiento
Universitario, impulsado por el presidente de la Nación, Javier Milei, y
avalado por la Cámara de Diputados, lejos está de apagarse, si no todo lo
contrario, ya que los reclamos se mantienen vigentes.
Así sucedió en la ciudad de Paraná, puntualmente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos, donde se realizó una clase pública como muestra de rechazo a la decisión de los legisladores nacionales y en reclamo de un aumento en el presupuesto universitario.
Uno de los oradores en este acto fue el decano de la casa de
altos estudios, Sebastián Pérez, quien brindó detalles sobre la normativa
vetada, en cuanto las mejoras que suponía su sanción para las universidades y sus
trabajadores, tanto docentes como no docentes, y señalo. "La Ley de
Financiamiento contemplaba la actualización de los gastos de funcionamiento de
las universidades, actualización del salario docente del personal docente y no
docente de las universidades, retroactivo a enero, y una actualización
bimestral hasta que termine el año 2024. Recordemos que estamos ya promediando
el mes de octubre".
Además, puntualizó acerca del porcentaje final que la
ley representaba sobre el PBI, el cual, afirmó, podría ser financiado mediante
diversas medidas fiscales, y expresó. "Esos tres conceptos, esos tres
artículos de la ley, sumaban 738.000 millones que representan el 0,14 del PBI
actual del año 2024. Es muy poquito. Las dos mayorías legislativas entendieron
que se podía dar y por eso lo aprobaron se convirtió en Ley en principio".
Y añadió: "Pero bueno, fue vetado con distintos argumentos, entre ellos que se rompía el déficit cero".
Siguen los reclamos por el veto a la ley de Financiamiento Universitario.
Más adelante, el decano explicó cuáles son los medios por
los que el Estado podría financiar ese 0,14% del PBI, y apuntó: "Por
ejemplo, casi cinco veces más a ese importe es lo que representa este año 2024
la exención impositiva a Tierra del Fuego. En tanto, la modificación de Bienes
Personales que se dio este año representa el 0,73 del PBI. Insisto, 0,14 era lo
que planteaba la ley de financiamiento universitario".
"El blanqueo fiscal recaudado por el Gobierno Nacional, que todavía no se termina de cuantificar, hubiese ayudado muchísimo a cubrir ese 0,14. El día viernes el Fondo Monetario Internacional anunció que dejará de cobrar sobretasas a los países como los nuestros, que estamos endeudados con el Fondo, y eso representaba casi el 80% de lo que la universidad reclamaba para terminar este año 2024", completó.
El decano Pérez como orador en la clase pública.
Finalmente, Pérez se refirió a la desactualización de los
salarios docentes en relación con la inflación y la canasta básica, y detalló:
"Un docente titular de la universidad en todo el país, que tenga una
dedicación parcial, sin antigüedad inicial, cobra 565 mil pesos. Un docente
adjunto parcial 540 mil pesos, y un Jefe de Trabajos Prácticos parcial 378 mil
pesos. Fíjense que la canasta básica alimentaria no es cubierta por este, al
límite el adjunto, pero en ningún caso se cubre la canasta básica total, no
solamente la alimentaria.
"Eso es lo que se ha ido degradando, el salario docente y no docente, con el nivel de inflación que ha tenido el país y con las otras variables macroeconómicas que hacen el desarrollo económico de nuestro país", manifestó.
Clase pública en la Facultad de Ciencias Económicas.
Y para concluir, cuestionó: "¿Qué es lo que nos está
pasando en el sistema universitario? Muchos docentes, después de mucho tiempo
de estudio, de trabajo y formación, prefieren dejar de dar clases en la
facultad y buscar otro trabajo porque económicamente no llegan a fin de mes, no
pueden cubrir las necesidades básicas".