El Concejo de Empresarios de Entre Ríos difundió las cifras del primer trimestre. El periodo cerró con superávit fiscal para la provincia. No obstante, el gasto público aumenta más rápido que los ingresos.
S
egún un informe difundido por el Consejo Empresario de Entre Ríos, las cuentas públicas de Entre Ríos registraron, en el primer trimestre del 2022, un superávit fiscal nominal similar al del mismo periodo de 2021.
En consecuencia, en términos reales, el superávit disminuyó,
ya que la tasa de inflación fue del 55%. Esta dinámica se explica porque los
gastos totales se incrementaron 10 puntos porcentuales más que los ingresos
públicos.
El resultado primario (antes del pago de intereses) fue positivo, pero inferior en términos nominales; lo mismo sucedió con el resultado económico, que es la diferencia entre recursos y gastos corrientes.
Los recursos tributarios nacionales, proveniente de coparticipación nacional, se incrementaron en la misma proporción que la tasa de inflación anual, al igual que los recursos tributarios provinciales.
Por lo tanto, la principal fuente de ingresos se mantuvo constate en términos reales con relación al mismo período del 2021.
La recaudación por aportes y contribuciones a la seguridad
social fue el concepto de recursos corrientes que más se incrementó, debido al
mayor aporte de los empleados públicos como consecuencia del aumento salarial
recibido.
Los recursos de capital se triplicaron, sin embargo, este concepto solo representa el 2% de la recaudación. Corresponde al pago de intereses y la devolución de capital de créditos otorgados al sector privado, entre otros.
Evolución del gasto público provincial
Los gastos corrientes fueron el 97% del gasto total y Personal
fue el concepto de mayor participación, ya que representó 45% de los gastos
corrientes.
El gasto en personal aumentó 17 puntos porcentuales por
encima de la inflación entre el primer trimestre de 2021 y el mismo periodo de
2022.
El segundo gasto con mayor incidencia fue la seguridad social, que representó un 22% de los gastos corrientes y aumentó un 12% por encima de la inflación.
El tercero fue la coparticipación a municipios, que
representó el 12% y aumentó un 8% por encima de la inflación.
El gasto en desarrollo de bienes de capital también se
incrementó en términos reales, pero solamente representó el 2,2% del total de
gastos.
Por otro lado, el pago de intereses de la deuda se redujo en
términos nominales; esto puede responder a cambios en el cronograma de
vencimientos.
Por lo tanto, el primer trimestre del 2022 refleja una tendencia declinante en el superávit fiscal como consecuencia de que los gastos crecieron sensiblemente por encima de los ingresos.
Dado que al mes de mayo 2022 el escenario para lo que resta
del año es de franca aceleración de la inflación, el escenario de que para el
resto del año se mantenga el “superávit” fiscal producto de la alta nominalidad
es factible.
Debe alertarse, sin embargo, que no es económica ni socialmente
sostenible por los enormes costos sociales que provoca la inflación, en
particular, en los sectores más vulnerables de la población.