El titular de Buses Paraná se refirió a la intimación recibida por parte ejecutivo municipal debido a la disminución de unidades en circulación. El empresario expuso su argumento y pidió "sentido común".
L
a Municipalidad de Paraná decidió intimar y
multar a Buses Paraná (ERSA), encargada del transporte público en la capital
entrerriana.
La sanción se debió a que la empresa retiró, por determinación unilateral y sin consenso, 13 unidades de circulación, lo que generó menor frecuencia en el servicio.
En este marco, Marcelo Lischet, el gerente de
ERSA, se mostró molesto por la situación, y expresó: "La Municipalidad no
está viviendo la situación que está viviendo toda la ciudadanía. Tenemos mucho
personal afectado por Covid y que ha sido contacto estrecho"
La quita de unidades afectó notablemente la frecuencia y del servivio.
"Realmente creo que se equivocan a hacer la intimación, porque sería desconocer la realidad que está viviendo la ciudadanía y el comercio en general", agregó el empresario.
"Se equivocan con la intimación, desconocen la realidad que vive la ciudadanía", dijo Lischet.
Posteriormente detalló: "A la mañana salieron seis coches menos, porque los choferes se comunicaron diciendo que eran contacto estrecho por Covid. Y a la tarde tres personas más notificaron que no podían hacer el servicio".
Para concluir, Lischet sentenció: "Con
un poquito de sentido común deberíamos estar todos trabajando".