El pedido de recusación presentado por el ahora jubilado vocal de la justicia entrerriana, Emilio Castrillón, fue aceptado. Es en la investigación sobre los hechos ocurridos en un kiosco en La Paz.
E
l ahora jubilado vocal de la Sala Civil y Comercial del
Superior Tribunal de Justicia (STJ) consiguió que el juez de Garantías de La
Paz, Walter Carballo, aparte al fiscal Facundo Barbosa, de la investigación
penal en torno a los hechos violentos que se sucedieron la madrugada del
domingo 28 de marzo en un kiosco de esa ciudad y de la que fue partícipe el
exmagistrado.
El incidente ocurrido en un kiosco que funge como bar en
cercanías del domicilio particular de Castrillón en La Paz disparó tres causas
penales: Mariano Lukacs y Natalia Lukacs, dueños de El Kioscaso, el comercio
donde ocurrió la batahola que incluyó improperios y golpes, presentaron una
denuncia contra Castrillón; a su vez, Castrillón denunció haber sido víctima de
una golpiza. En esos casos, intervino el fiscal de turno, Facundo Barbosa. Pero
después todo se desmadró: el padre del fiscal, Carlos Miguel Barbosa, denunció
por amenazas al magistrado.
Los abogados de Castrillón, Rubén Pagliotto y Emiliano
Castrillón, expresaron como fundamento de su pedido “que el apartamiento de
jueces o fiscales de una causa, es materia reservada exclusivamente a la
judicatura, expresando que hasta hace poco tiempo cuando en una suerte de
arbitrariedad e irracionalidad jurídica nuclear, en la Ley de Ministerio
Público Fiscal vernácula se previó que el apartamiento que se solicitaba de
fiscales de causas, se decidían dentro de esa órbita, lo cual lucía como un
poder exorbitante y que rompía los mínimos estándares de racionalidad y
equilibrios propios de un proceso democrático y republicano”.
La recusación y el pedido de apartamiento se apoyó en el
hecho de que Castrillón impugnó el pliego del fiscal Barbosa, que aspira a
convertirse en integrante de la Unidad Fiscal de Gualeguay, ante la Comisión de
Acuerdos del Senado. Otra causal es “la denuncia que el propio padre del fiscal
que se recusa, don Carlos Miguel Barbosa formuló contra el Dr. Emilio Aroldo
Eduardo Castrillón por supuestas coacciones agravadas contra éste, la que se
habría declarado abierta hace días atrás”.
En su presentación, señalaron que hay elementos que “impiden
llevar adelante una investigación independiente”, por cuanto refieren que aquel
domingo 28 de marzo, día de los incidentes, “el propio hermano del magistrado,
Emiliano Barbosa, habría participado el día de los incidentes, estando junto
con los sujetos que le propinaron los golpes al Dr. Castrillón, poniendo
asimismo de relieve que hasta la última de las causa para apartarse, al ser su
propia padre, don Carlos M. Barbosa, denunciante del Dr. Castrillón por
supuestas Coacciones Agravadas, según la calificación efectuada desde el MFP,
ignorándose en definitiva quién decide, califica y lleva adelante las medidas
investigativas propias de rigor”.
Respecto de, reproche de “objetiva gravedad” que afecta su “imparcialidad”
mencionada por los defensores de Castrillón, el juez Carballo concluyó que “la
imparcialidad corresponde al Juez no así al Ministerio Público Fiscal, porque
el Fiscal ´es parte´ , aunque sí tiene
una deber de ´objetividad en la acusación´”.
En su resolución, el juez dijo que “encuentro afectada al menos en grado de ´peligro real´ la objetividad, resultando necesario a los procesos penales en curso que intervino el Fiscal que se recusa, su apartamiento, a fin de despejar toda duda razonable respecto a su objetividad en la acusación; todo ello, conforme a los argumentos expuestos, lo cual conduce inexorablemente a la recusación en los Legajos N°18108 y 18109, no así, en el Legajo N°18433, ya que allí no intervino en ningún momento”.
Fuente: Entre Ríos Ahora