La fuerte resistencia de taxistas y remiseros no alcanzó para evitar el desembarco de la empresa Uber, y exigen que el municipio de Paraná tome medidas.
P
ese a la resistencia de los taxistas y remiseros, Uber
empezó a funcionar hace unos días en Paraná. El usuario que previamente
descargó la aplicación (app) puede de esta forma solicitar el servicio para
trasladarse, informando los puntos de inicio y de destino.
En la pantalla del celular se muestra si hay un vehículo
cerca en el mapa y también se informa el precio final del viaje y el tiempo de
espera que tendrá el pasajero para ser recogido. Una vez que se elige el medio
de pago, que puede ser efectivo o tarjeta de débito o crédito, y se confirma el
viaje, se puede hacer un seguimiento del recorrido de la unidad. Además, se
puede observar en el dispositivo la fotografía y la identidad del chofer.
Según afirma la misma empresa, es un servicio más económico
que el que ofrecen otros modos de transporte similar, y esto se transforma en
una ventaja en tiempos de crisis. Sin embargo, los taxistas y remiseros advierten
que el servicio de Uber no es legal. Y desde la Municipalidad de Paraná
confirmaron a UNO que no está habilitado como un servicio público para
transportar pasajeros en Paraná, aunque no brindaron mayores detalles de cuáles
serán las medidas que se van a tomar frente al inminente funcionamiento del
mismo. Y de acuerdo a lo que explican quienes están trabajando como choferes de
Uber, para inscribirse como tales la empresa les solicita “licencia de
conducir, tarjeta verde, seguro del auto y antecedentes penales”.
UNO trató infructuosamente de contactarse con Johana
Picciano, gerenta de Comunicación de Uber en Argentina, con quien se pautó una
entrevista pero finalmente no atendió el llamado para conocer cuántas personas
se inscribieron como choferes hasta el momento y demás particularidades del
servicio.
Hasta la semana pasada eran alrededor de 500 los paranaenses
interesados en manejar su propio vehículo para llevar y traer pasajeros. Un
número considerable si se tiene en cuenta que en la capital entrerriana hay 560
taxis, que generan fuentes de trabajo al menos para el doble de familias; y
había cerca de 1.100 remises el año pasado, con los cuales se ganan su sustento
entre 2.000 y 2.500 familias, según advirtieron desde las cámaras que nuclean a
ambos sectores.
Eduardo Vázquez, presidente de la cooperativa de Radiotaxi e
integrante de la Cámara de Taxi metristas de Paraná, adelantó a UNO que el
martes mantuvieron una reunión con Diego Dlugovitzky, director de Transporte
municipal, para ver de qué manera garantizar que todos los servicios que
trasladan pasajeros operen dentro de las normativas vigentes y la legalidad.
“Empezamos a trabajar en este sentido y tuvimos una reunión con el municipio,
que va a evaluar la forma de actuar contra este servicio ilegal”, remarcó
Vázquez.
La normativa en Paraná indica que tienen que cumplir con la revisión técnica del vehículo
Si bien Uber se ampara en el artículo 1.280 del Código Civil
y Comercial, Vázquez, explicó: “La normativa en Paraná indica que tienen que
cumplir con la revisión técnica del vehículo, como en el caso nuestro;
contratar un seguro para transporte de pasajeros, que un auto particular no lo
tiene y no son los mismos costos; sacar un carné de conductor para llevar gente
es diferente: no son lo mismo el curso que hacemos los choferes ni la exigencia
en forma de rendir, ni los mismos precios”.
Consultado acerca de si las tarifas que cobran en el
servicio Uber son efectivamente más económicas, aseguró: “No sabría decir
cuánto están cobrando, pero así sea más barato, están trabajando ilegalmente.
El municipio de Paraná no recibió ninguna presentación de parte de la empresa
para instalarse en Paraná, que es lo que corresponde, además de cumplir con
todas las disposiciones que rigen. Es una decisión política de los funcionarios
a cargo en este momento de atacar ese sistema que no cumple con las normas”.
Último reclamo de Taxis, en calle 25 de mayo.
Por otra parte, el dirigente que representa a los taxistas
opinó que la plaza para este tipo de servicios ya está cubierta en la capital
provincial, y que haya más vehículos afectará las fuentes de trabajo de quienes
ya se dedican a esta actividad. “Ya está sobrepasado el servicio, en base a la
cantidad de habitantes que tiene Paraná con la oferta de taxis y remises. Al
ingresar estos sistemas ilegales están comprometiendo que podamos llevar un
plato de comida a nuestras familias. La inflación fue muy elevada, sobre todo
en estos últimos seis meses, y no solo destinamos nuestro ingreso a mantener el
vehículo y cumplir con los costos fijos de nuestra fuente laboral, sino que
tenemos que comer y mantener nuestras familias”, expresó.
Juan Carlos Eberle, presidente de la Cámara de Remiseros en Paraná, coincidió con Vázquez y fustigó: “Junto a los taxistas, somos víctimas de este monstruo, que donde ingresa depreda lo que es la actividad y cuando eliminan la competencia después hacen lo que quieren”.
Cámara de Remiseros: “Estamos pidiendo reuniones con el municipio. Queremos conocer su postura, y que se ponga de nuestro lado para proteger la fuente de trabajo de tanta gente”.
Y opinó: “Si ahora tienen una tarifa más baja es porque
tienen estructura para perder o ganar menos un tiempo, pero nadie garantiza que
luego no sea más costosa. Además, ellos no pagan costos fijos que nosotros sí
tenemos”. Sobre este punto, sostuvo: “Para desarrollar la actividad, uno debe
tener una agencia en un lugar visible, tiene que pagar un alquiler, los
empleados están en blanco. Nuestros vehículos son supervisados por el
municipio, pagamos una inspección técnica, se pagan sellados, se dedica tiempo
a los trámites, tenemos un seguro para traslado de personas, carné de
idoneidad, certificado de buena conducta y hay un seguimiento de la gente que
trabaja”.
Eberle pidió a la Municipalidad que proteja la fuente de
trabajo de los taxistas y remiseros locales, que son quienes están haciendo
aportes impositivos a la comuna, y advirtió: “Lo que va a pasar si no, es que
vamos a perder nuestros trabajos y dentro de un año va a haber que repartir más
planes en Paraná, porque no vamos a poder trabajar en estas condiciones, ya que
es muy desigual la pelea. Nuestro servicio está adecuando a lo que es el gasto,
y acá nadie se hace millonario trabajando”.
“Estamos pidiendo reuniones con el municipio. Queremos conocer su postura, y que se ponga de nuestro lado para proteger la fuente de trabajo de tanta gente”, dijo a modo de conclusión.