Los hermanos Etchevehere y su madre fueron imputados por extorsión, en contexto de violencia de género, a Dolores Etchevehere. El juez Rafecas se declaró incompetente y derivó la causa.
E
l juez federal Daniel Rafecas dio curso a la imputación de
los hermanos Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere y a la madre de
ellos, Leonor Barbero Marcial, por haber presuntamente extorsionado a Dolores
Etchevehere para despojarla de la herencia que le correspondía por la muerte de
su padre.
El magistrado, sin embargo, declaró la competencia de la
Justicia Federal de Paraná para continuar con el trámite de la causa, tal como
lo había planteado el fiscal Federico Delgado, por lo que será el juez Leandro
Ríos quien deberá fijar la fecha para las indagatorias.
Al respecto, sostuvo que “los hechos denunciados se
produjeron en extra jurisdicción de este juzgado. Por citar sólo un ejemplo,
fue en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, donde el 31 de agosto de 2018 se firmó
un acuerdo privado de adjudicación y partición de la herencia que cuestiona la
denunciante. Es en dicha provincia, asimismo, donde se domicilian los hermanos
y madre de la denunciante, y donde mayoritariamente los Etchevehere tienen su
patrimonio”.
“De la prueba producida surgen importantes indicios que
sugieren el accionar conjunto de Luis Miguel, Juan Diego y Sebastián Arturo
Etchevehere y Leonor Barbero Marcial, en perjuicio de la denunciante, y que han
motivado el pedido de indagatoria formulado por el agente fiscal”, detalló
Rafecas en su resolución.
Asimismo, el juez ratificó el encuadre de género propuesto
por el fiscal Delgado e imputó a los integrantes del clan Etchevehere por el
delito de extorsión, que prevé penas de cinco a diez años para “el que con
intimidación o simulando autoridad pública o falsa orden de la misma, obligue a
otro a entregar, enviar, depositar o poner a su disposición o a la de un
tercero, cosas, dinero o documentos que produzcan efectos jurídicos”.
Dolores Etchevehere, con el patrocinio del dirigente social
Juan Grabois, denunció que sus hermanos y su madre desplegaron una serie de
maniobras defraudatorias y extorsivas con el objetivo de despojarla de sus
derechos hereditarios y le apuntó a su hermano Luis Miguel Etchevehere, ex
ministro macrista, porque, según dijo, lo hizo “aprovechando los beneficios,
ventajas y capacidad de influenciar sobre personas, organismos y medios de
comunicación que ese lugar privilegiado de poder y dinero le otorgaba y aún le
otorga”.
En su denuncia expuso también “la existencia de una
maquinaria mafiosa, que opera extorsionando y ejerciendo toda clase de
violencia, en mi caso, económica, psicológica principalmente, que está
encabezada por mi hermano Luis Miguel Etchevehere quien se valió del poder
político y económico e influencias durante su estadía permanente en Buenos
Aires desde el año 2017, período en que yo también residía en la misma ciudad,
y utilizando para ello las facultades jurídicas del cargo de presidente de la
Sociedad Rural y de Ministro de Agroindustria de la Nación, y con la intención
en mi caso, de desapodérame de todos mis bienes producto del acervo hereditario
de mi padre por medio de la extorsión aprovechándose de mi condición de mujer sola”.
Dolores Etchevehere asegura que fue obligada mediante
distintas acciones intimidatorias a desprenderse de la herencia que le tocaba
por la muerte de su padre. Sin embargo, el juez Rafecas ratificó que la
sucesión todavía se encuentra indivisa.
Los Etchevehere argumentan que Dolores cedió las acciones
que había heredado en Las Margaritas SA, el conglomerado productivo de la
familia, a la firma Mirus SA. Dolores asegura que fue extorsionada y presentó
una declaración jurada que hizo ante una escribana en la Ciudad de Buenos Aires
donde advertía lo que estaba pasando. El fiscal Delgado agregó que el documento
que exhiben los Etchevhere carece de validez porque Dolores no se encontraba en
Paraná –donde se habría sido firmado el acuerdo– en esa fecha, sino en Buenos
Aires, según los datos de localización del teléfono celular.
Luego de conocida la noticia, que se conoció a través de la
web de Proyecto Artigas, Dolores sostuvo que “el fiscal Delgado hizo un trabajo
impecable, que fue refrendado por el juez Rafecas. Abordó el caso de una manera
integral bajo la perspectiva de género y probó, entre otras cosas, que la
documentación que los Etchevehere corruptos pasearon por los medios de
comunicación y que fue utilizada por la jueza Castagno como argumento para desalojarme
a mí y al Proyecto Artigas de mi propia casa, carece de validez” y agregó:
“Hice la denuncia por violencia económica y extorsión en Comodoro Py porque en
Entre Ríos no están garantizados mis derechos y nunca lo estuvieron. De hecho,
el propio Delgado en su dictamen explica a la perfección cómo mis hermanos
utilizaron sus vínculos políticos y judiciales para perjudicarme, y cómo las
instituciones del Estado me desprotegieron y defendieron los intereses de los
corruptos. Este caso podría ser la base de una nueva jurisprudencia con
perspectiva de género. Esperemos que la justicia federal de Entre Ríos esté a
la altura y respete los criterios y encuadre establecidos en Comodoro Py”.
Fuente: Página Política