La joven de Paraná fue asesinada en marzo de 2020 tras denunciar seis veces a su expareja por violencia de género. El imputado se enfrenta a una condena de prisión perpetua. Las cifras de femicidios en 2021.
F
átima Florencia Belén Acevedo desapareció el 1 de marzo de
2020. Tenía 25 años y un pequeño niño de 3. Había denunciado varias veces por
violencia de género a su ex pareja y padre de su hijo, Jorge Nicolás Martínez,
de 35 años. Las acusaciones formales constan en los registros del Poder
Judicial entrerriano:
En julio de 2017, Fátima denunció a Martínez en el Juzgado 1 de Familia de Paraná. La carátula del expediente 21.664 lleva la calificación de “violencia familiar”.
El 6 de diciembre de 2018, Fátima volvió a denunciar a su ex pareja en el mismo juzgado. La carátula del expediente 24.068 es “violencia de género”.
En 2019 Acevedo denunció a Martínez en la Comisaría Tercera
de Paraná por “lesiones leves”. Martínez le había arrojado una mamadera en la
cara y las autoridades judiciales le impusieron una restricción por 90 días. En
esos tres meses, Fátima Acevedo se separó del padre de su hijo y la causa cayó.
En un contexto de violencia, en medio de un círculo difícil
de romper y sin recursos, Fátima volvió a convivir con Jorge Nicolás Martínez y
los ataques fueron cada vez más peligrosos. “Se fue a vivir sola en 2019,
alquiló una casa. Le hizo la vida imposible para que ella vuelva con él, se le
subió al techo, le cortó la luz, el cable a todos los vecinos. El dueño de la
casa le dijo que tenía tiempo para irse hasta diciembre porque no podía seguir
esa situación. Ella volvió con Martínez porque no tenía dónde ir. Fue la última
vez que la quiso quemar con ácido. Él hizo todo lo posible para que la echen a
ella de esa casa”, relató su amiga Florencia López, en diálogo con
ANÁLISIS.
El 31 de enero de 2020, la chica hizo una cuarta denuncia
contra Martínez. Su ex pareja intentó arrojarle ácido muriático en el rostro
cuando estaban en su casa, en calle Hernandarias de Paraná.
Fátima Acevedo volvió a denunciar a Martínez el 4 de
febrero, porque su ex pareja afiló un cuchillo delante de ella, intimidándola.
La Justicia dictó una nueva medida de restricción y ordenó que la Casa de la
Mujer de la capital entrerriana le diera un lugar para vivir a ella y su
hijito.
Diez días después, el 14 de febrero, la chica hizo la sexta
denuncia. Fue la última. Fátima contó que vio a Martínez merodeando la Casa de
la Mujer, pese a la medida de prohibición de acercamiento que estaba vigente.
Fátima estaba cansada y sabía cómo iba a terminar su
historia. Se lo contó a través de Whatsapp a sus amigas. “Estoy podrida de
denunciarlo y que la Policía no haga nada. Ni la Policía, ni el Juzgado ni
nadie. Ayer fui al Juzgado a ver qué había pasado con las últimas denuncias que
había hecho, que nunca me llegaron los papeles con las órdenes de restricción
ni nada ¿y qué me dieron? Un papel del año 2018 que no me sirve para nada.
Encima, como andaba con la cabeza re embolada me di cuenta ayer cuando llegué a
casa. Ya no sé qué hacer, no veo la hora que caiga preso y pague todo lo que
está haciendo, pero bueno, como tiene gente en la Policía y es amigo de un juez
él y toda su familia, nunca va a pasar nada”.
Las autoridades judiciales comunicaron el hallazgo del
cuerpo de Fátima Florencia Belén Acevedo el 8 de marzo de 2020, Día
Internacional de la Mujer. La buscaban de a pie, con perros y un helicóptero.
Encontraron su cuerpo en un aljibe con 18 metros de profundidad, en la zona de
la vivienda de Martínez. El lugar ya había sido requisado días previos.
Mientras la Policía la buscaba, el fiscal de la Unidad de
Violencia de Género Leandro Dato, pidió la prisión preventiva de Martínez por
la desaparición de la chica. Se contó desde el ámbito judicial que el vínculo
estaba marcado por la violencia; que en febrero del 2020 se había otorgado un
botón antipánico a Fátima -que nunca se activó porque necesitaba datos-; y que
desde la Casa de la Mujer se les comunicó el 3 de marzo que Fátima había salido
hacía dos días y no había vuelto.
Reclamo
Las agrupaciones de mujeres siguieron con atención la
desaparición de Fátima Acevedo. A medida que pasaban los días y no la
encontraban, se iban conociendo detalles del vínculo violento que tenía con
Martínez y la cantidad de alertas dados a las instituciones.
Ese domingo 8 de marzo cientos de mujeres marcharon a la Plaza Mansilla pidiendo “Justicia por Fátima”. El palacio de Tribunales fue rodeado por manifestantes que exigieron la explicación inmediata de las autoridades policiales, judiciales y políticas. En el lugar hubo cánticos, bombos, altoparlantes, carteles y asambleas. Pasadas las 16, mientras el comisario José Lauman daba explicaciones, transmitieron por altoparlantes los mensajes de Fátima. En ese contexto de broncas y reclamos, algunas personas que estaban en la movilización rompieron vidrios del ingreso principal de Tribunales. Por eso hubo una identificación de los responsables por las cámaras de seguridad y un proceso judicial.
La vigilia de mujeres duró hasta el 9 de marzo. Después las
manifestaciones públicas cesaron debido al decreto de aislamiento dispuesto a
nivel nacional, por la pandemia. Pero desde el arco político provincial se
hicieron eco del caso y unos días después, el propio gobernador Gustavo Bordet
anunció medidas y reformas legislativas contra la violencia de género.
Juicio oral
El juicio por jurados que comienza este lunes a las 9, está
previsto que se extienda hasta el viernes 26. El área de Prensa del Poder
Judicial entrerriano informó que sólo se transmitirán los alegatos de apertura
y cierre. Jorge Martínez está imputado por “Homicidio agravado, lesiones,
defraudación en grado de tentativa y violencia de género en concurso real”.
La jueza técnica María Carolina Castagno conducirá el debate que tendrá 12 jurados populares y 4 suplentes -fueron elegidos el viernes pasado-. El Ministerio Público Fiscal estará representado por los fiscales Leandro Dato e Ileana Viviani; por la querella iba a intervenir la abogada Alejandra Pérez y el abogado Milton Urrutia. Pero en las últimas horas se conoció que Urrutia renunció a la acusación particular. Por su parte el imputado Martínez será asistido por el defensor oficial Jorge Sueldo.
Después de la audiencia del viernes pasado, el equipo de
defensores oficiales difundió por redes sociales una selfie en el salón de
audiencia. Esto fue cuestionado en los medios durante el fin de semana y obligó
al defensor Jorge Sueldo a pedir disculpas públicas.
ANÁLISIS consultó al representante del Ministerio Público
sobre la estrategia de defensa. “Nosotros adelantamos en audiencias de febrero
que no vamos a discutir el hecho de la muerte de Fátima, cómo murió, si no la
autoría de Martínez. Respecto de la tentativa de lesiones que se acusa,
consideramos que no está probado por Fiscalía y la tentativa de estafa,
consideramos que no se configuran los requisitos del delito”, dijo.
“Consideramos que la Fiscalía no tiene pruebas directas, sí muchos indicios
fuertes pero el ADN en las uñas de la chica dio negativo, él no tiene huellas defensivas
así que veremos qué dice el jurado en base a las pruebas que se produzcan en el
debate”, apuntó.
Sueldo también contó que Jorge Martínez presenciará el
inicio del juicio en el mismo salón de audiencias -está alojado en la Unidad
Penal 1 desde marzo de 2020-. “Él está esperando el debate”.
Ante la jueza Castagno, fiscales y defensores pasarán unos
32 testigos en total.
“Vamos a estar ahí”
Florencia López, amiga desde la secundaria de Fátima
adelantó a ANÁLISIS que espera “una condena perpetua”. “Mañana vamos a estar
ahí. A ellos les vino al pelo el tema de la pandemia porque se quedó todo en
silencio y no pudimos insistir más”.
La chica recordó que conoció a Fátima en la secundaria, cuando iban juntas a una escuela técnica y compartían varias horas por día. “Estábamos desde la mañana hasta las 19 todos los días. Ella tenía una personalidad muy fuerte, un carácter fuerte, se hacía respetar. Tuvo una vida muy dura, siempre se estaba defendiendo. Como persona era buenísima, siempre estuvo como amiga. Después ella repitió, empezó a trabajar, dejó la escuela y dejamos de vernos tanto pero nunca perdimos el contacto”.
“A Martínez lo conocía de antes por tener familiares que
trabajan en el Hospital San Martín. Le dije a Florencia -porque nosotras le
decíamos Florencia y no Fátima- que no le convenía pero ella se enamoró. Nunca
me metí en la relación, sólo traté de aconsejarla. Una de las denuncias fue mía
porque él le estaba pegando en la vía pública y ella estaba con el nene en
brazos. Flor me llamó y me dijo dónde estaba, cómo estaba vestido él y me pidió
que llame a la Policía porque ella tenía el nene en brazos. Llamé, conté eso.
Fue en 2019”, acotó.
“En el ámbito judicial pregunté por qué no actuaron. Me
contestaron que las denuncias eran familiares
y no directas contra Martínez. A todo esto, Martínez ya tenía denuncias
de su ex pareja. Me dijeron también que la semana que desapareció Flor estaban
empezando a actuar”, agregó Florencia López.
La chica adelantó que pedirá a los jueces en juicios “que nos den seguridad”. “Ahora las chicas no tenemos seguridad para denunciar, no podemos seguir viviendo con este sistema”.
El observatorio Ahora que sí nos ven, contabilizó los feminicidios desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de enero:
-33 femicidios fueron cometidos del 1 y el 31 de enero de 2021
-1 femicidio cada 23 horas en enero
-24 intentos de femicidio entre el 1 y el 31 de enero de 2021
-El 66,7% de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas
-El 36,4% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima
-Al menos 27 niñes perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en enero de 2021
“El registro de femicidios realizado por el observatorio del 1 al 31 de enero de 2021 arroja que hubo 33 femicidios. Al mismo tiempo, hubo 24 intentos de femicidio en el primer mes del año, una cifra que alarma y que es necesaria para tomar real magnitud de que el femicidio es la punta del iceberg de una cadena de violencias previas, como lo es la tentativa”, se indicó.
Respecto del lugar en el que ocurrieron los femicidios y las tentativas, “observamos que en el 38,6% de los casos ocurrió en la vivienda de la víctima y que en el 33,3% en la vivienda que la víctima compartía con el agresor. En cuanto al vínculo con el femicida, en el 42,1% el agresor era la pareja de la víctima y en el 36,8% la ex pareja. Estos datos rompen con el mito del callejón oscuro y el agresor desconocido como escenarios donde se dan los asesinatos por razones de género. Aquellos que afirman amar a las víctimas son quienes las asesinan y en muchos casos las víctimas se encuentran conviviendo con su agresor”.
“Entendemos que la violencia machista no se erradica de la noche a la mañana, pero es necesario el compromiso de todxs para transformar esta sociedad machista en una igualitaria. En un escenario mediático en que los puestos de mayor visibilidad y decisión son ocupados por varones cis y machistas se seguirán reproduciendo estereotipos de género que sostienen y avalan la base de los femicidios y trans/travesticidios. Desde los discursos y mensajes mediáticos se construye sentido y se ejerce violencia, por ello es urgente que se rompa el pacto mediático patriarcal. Exigimos la pronta aprobación de la Ley de Equidad en Medios para tener una mirada de género transversal en los medios de comunicación, así como la participación de otras voces y corporalidades desde la interseccionalidad”.