L

uego de una mañana de lunes caliente, en la que trascendió el inminente pedido de renuncia y la posterior convocatoria para defender la política sanitaria local, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, decidió hacer efectiva la salida del Hospital Centenario de Martín Roberto Piaggio, primo de Esteban Martín Piaggio, intendente de Gualeguaychú.

Fuentes oficiales descartaron que tal determinación fuera por una disputa política dentro del peronismo provincial y local, y aseguraron que se enmarca dentro del manejo de la pandemia y de las decisiones sanitarias ante el Covid-19.

Asimismo, manifestaron que Gualeguaychú “es una de las ciudades con más casos de la provincia y permanece en circulación comunitaria” y que por ello

Días atrás, un grupo de médicos del Hospital Centenario había alertado por una situación de tensiones y decisiones inconsultas, lo que llevó a que los trabajadores pidieran un cambio en la dirección.

En medio de una de las semanas más tensas, el médico Rubén Carrozzo opinó que la dirección del nosocomio estaba “dirigida sin consensos y sin escuchar a los trabajadores”.

En la misma línea, el oftalmólogo Gustavo Balbi acusó: “Vivimos en un ambiente de violencia, que tiene que ver con la falta de derecho en el ingreso a esta institución del director Martín Roberto Piaggio, que nunca perteneció a esta institución, nunca pidió una adscripción, nunca trabajó en ningún servicio ni atendió a ningún paciente”, registró El Día.

En tanto, desde la dirección del hospital aseguraron que los malestares se debían a un “cambio en las políticas internas” mediante las cuales se intentaría “cortar con los vicios” de algunos médicos que no estarían cumpliendo con sus labores y horarios.

La semana pasada trascendió una nota con fuertes reclamos al gobierno provincial, firmada por legisladores del piaggismo y autoridades del hospital Centenario.

En la misiva titulada “Entre Ríos y la deuda histórica con la salud de sus habitantes” -firmada por el senador provincial Jorge Maradey, la diputada provincial Mariana Farfán, el director del Hospital Centenario Martín Roberto Piaggio y la secretaria técnica del nosocomio Keila Heidenreich, entre otros-, planteaban: “Urge sin preludios ni eufemismos, hablar de la deuda histórica con la salud de los entrerrianos y las entrerrianas”.

"La Región Sanitaria IV cuenta con muchísimos menos recursos que los necesarios para atender la gran mayoría de la población del sur entrerriano”, indicaba la carta al gobierno provincial.

Y reclamaron por la finalización del hospital Bicentenrario. “La obra del bicentenario está lejos de ser puesta en funcionamiento en su máxima capacidad (…) en los últimos cuatro años estuvo prácticamente paralizada (…) Señor gobernador, la situación es acuciante, la respuesta no admite demoras”, concluyeron el documento, que habría generado malestar en el seno del gobierno provincial, y que podría haberse convertido en un factor más en la salida de Piaggio.