El PJ celebró el aniversario del triunfo de Bordet. También se cumple un año de la bizarra situación de Santa Elena, donde hubo cuatro festejos en tres días. Moreyra se adjudicaba el triunfo y finalmente fue para Rossi.
E
ste martes se cumplió un año de las elecciones -desdobladas- de Entre Ríos del 9 de junio de 2019. En aquella oportunidad se eligieron los cargos de juntas de gobierno, municipales, legislativos provinciales y nacionales y gobernador y vice.
El peronismo celebró este martes el aniversario del aplastante triunfo de Gustavo Bordet (Creer Entre Ríos-PJ) sobre Atilio Benedetti (Cambiemos) por 58% a 35%.
No sólo en el gobierno provincial se conmemoró la fecha sino también en algunos municipios. El de Santa Elena se destaca particularmente porque la localidad del departamento La Paz vivía hace un año una situación insólita y con ribetes bizarros.
Los principales candidatos a la intendencia de la ciudad costera el año pasado eran el entonces jefe comunal, Silvio Moreyra, por el PJ, y Daniel Rossi, que ya había gobernado cinco veces el municipio desde el peronismo y esta iba con su nuevo sello vecinalista Juntos por Santa Elena.
El resultado del comicio local fue tan ajustado que ambos bandos se adjudicaron el triunfo y, en consecuencia, realizaron sus respectivos festejos. Pero no fue una situación de confusión que duró un rato en la noche del domingo de las elecciones, sino que se extendió por varios días.
El sainete comenzó a poco de terminar el recuento de votos en las escuelas. El primero en celebrar la victoria fue Rossi, que el
domingo, tras enterarse de los primeros resultados que arrojaban las planillas
de sus fiscales, encabezó un acto en su búnker. A pocas cuadras, Moreyra
reconocía la derrota.
Pero más tarde, en la medianoche de aquel 9 de junio, la sorpresa llegó cuando la página del Tribunal Electoral dio ganador por 119 votos al entonces intendente, que según esos guarimos obtenía la reelección.
Con ese resultado provisorio, y cuestionado al mismo tiempo por Rossi, el moreyrismo salió eufórico a las calles de la ciudad a celebrar una victoria que estaba en dudas. Era el segundo festín electoral de la ciudad.
Hoy en día, a un año, el rossismo emitió un comunicado en el que afirma que aquel jolgorio electoral nocturno "pasará a la historia como la noche más bizarra, el antes y después de una ciudad que despertó y demandó lo suyo, respetándose la voluntad popular".
Al otro día, no conforme con los festejos de la medianoche, el grupo político de Moreyra volvió a encabezar una caravana para reafirmar un triunfo, que hasta entonces seguía estando entre signos de preguntas. Tercer celebración.
Para entonces la controversia sobre el resultado final de la elección municipal tenía otro calibre, ya que se habían detectado errores en un recordado telegrama, el de la mesa 997, en la que no se había consignado buena parte de los votos en favor de Rossi.
Finalmente, el miércoles 12, es decir exactamente un año atrás, el Tribunal Electoral de la provincia le dio la razón al ex vicegobernador y cuatro veces intendente: en la urna de la polémica estaban los votos para Rossi no anotados en el telegrama. Así, Juntos por Santa Elena consiguió un triunfo al ras, por apenas 40 votos, sobre el PJ.
Con la cifra definitiva en mano, ese mismo día por la tarde el rossismo organizó su propia caravana, que arrancó en el acceso a la ciudad. Fue la cuarta, última y definitiva celebración. Esta vez sí, Santa Elena tenía intendente confirmado. Y Rossi se encargó de recordarlo este miércoles, un año después.
"Las gestiones de los apoderados legales de Juntos por Santa Elena bregó por la apertura de urnas, que evidenció el manejo irregular, malintencionado y mezquino de la Gestión Moreyra – Genre Bert que hasta el último momento posible negaron su derrota", destacan en el rossismo.