Así definió la UCR a la pelea entre los miembros del STJ Emilio Castrillón y Susana Medina de Risso.
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l Comité Provincial de la Unión Cívica Radical (UCR) cuestionó en duros términos la pelea entre los vocales del Superior Tribunal de Justicia, Emilio Castrillón y Susana Medina de Risso. Esta última formalizó el lunes una denuncia contra su colega por supuesta violencia de género, por un mensaje emitido en el grupo de WhatsApp de los vocales del STJ el 26 de abril último. Al respecto de esto, la UCR dijo que se trata de "un conventillo cheto" en la que priman antiguas peleas entre "un par de millonarios".
En un comunicado difundido este martes, desde el radicalismo señalaron que esta pelea "ha convertido al Poder Judicial en un conventillo cheto en el que priman el egocentrismo y las viejas luchas por poder que tienen un par de millonarios por sobre la imperiosa necesidad de mejorar el servicio de justicia y transparentar su accionar".
“Hace tiempo que el Poder Judicial -tanto a nivel provincial como nacional- refleja desprestigio, genera desconfianza, ha dado muestras de escasa transparencia y ha alimentado la convicción de que su independencia es sólo un concepto vacío”, sostuvieron desde el Comité Provincial de la UCR.
“Esta disputa por poder ha convertido al Poder Judicial en un conventillo cheto en el que prima el egocentrismo de un par de millonarios "
Para las autoridades del centenario partido, esta “disputa por poder ha convertido al Poder Judicial en un conventillo cheto en el que prima el egocentrismo de un par de millonarios por sobre la imperiosa necesidad de mejorar el desempeño de la justicia y transparentar su accionar”.
Luego recordaron que “no es la primera vez que las explosiones mediáticas hacen mella en la labor seria y reservada que deben tener los más altos referentes de la Justicia entrerriana”.
En tal sentido, mencionaron el tembladeral que Castrillón desató en diciembre pasado cuando explicó sus argumentos para declinar su postulación a renovar la conducción del máximo tribunal de la provincia. “En esa oportunidad dijo que no se iba a entregar a las mafias y se despachó con fuertes dichos que salpicaron a la Procuración y con declaraciones que denunciaban la injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial”, señalaron desde el Comité.
“Si bien nunca la mencionó públicamente, es archiconocida la vieja rivalidad que existe entre Castrillón y la ministra de Gobierno y Justicia, Rosario Romero, sobre quien pesa la etiqueta de hábil operadora política que juega para sí y su cooperativa siempre ávida de poder, pero que prefiere el silencio cuando su Ministerio se mancha de sangre debido a su inoperancia”.