Fue en respuesta a las críticas que el intendente hizo a Bahl y Bordet comparando el complejo multideportivo del Parque Berduc con la promesa del estadio único. Del puente "nadie se acuerda", observó el candidato a concejal Mathieu.
E
l peronismo salió a contestarle al intendente de Paraná,
Sergio Varisco (Cambiemos), luego de que haya cuestionado el proyecto de Complejo
Multideportivo en el parque Berduc que anunciaron este lunes el gobernador
Gustavo Bordet y el vicegobernador y candidato a intendente paranaense, Adán
Bahl.
"Nos vuelven a prometer una mega obra. Hoy, en los
terrenos municipales en los que se prometió realizar un Mega Estadio deportivo
que no se hizo y jamás se supo del destino de los fondos, hay más de 60
invernaderos que le dan lugar al cordón fruti- hortícola de Paraná", se
jactó el radical.
La respuesta corrió por cuenta del candidato a concejal del
frente Justicialista Creer y actual secretario de Juventud de la provincia,
Nicolás Mathieu. Primero el funcionario advirtió que el complejo deportivo “no
es una promesa, ya está en marcha, lo explicaron con claridad Bahl y Bordet en
la presentación”.
“Se empezó a poner en valor el parque desde el inicio de la gestión. Se han realizado numerosas obras, se ha revalorizado, hemos inaugurado la pileta semi olímpica con sus respectivos vestuarios", aclaró Mathieu.
Pero el candidato opositor a nivel local corrió a Varisco
con otra promesa por el momento incumplida, en este caso de parte del gobierno
nacional de Mauricio Macri con el que el intendente paranaense comparte
Cambiemos: el puente Paraná-Santa Fe.
“Es otro de los temas que más nadie se recuerda y no se sabe si se va hacer, ni dónde, pero la propuesta municipal fue rechazada por numerosos vecinos”, rememoró Mathieu en alusión a la traza propuesta para iniciar la construcción del enlace vial del lado de la capital entrerriana.
“El intendente de Cambiemos sale de nuevo confundir a los vecinos, parece que no decir la verdad es parte de su formato de campaña. Estamos cansados de la improvisación y de la confrontación”, fustigó Mathieu.
Proyecto suspendido
Por efecto de la suba del riesgo país y el encarecimiento del crédito internacional, el gobierno nacional en diciembre de 2018 frenó el programa de Participación Público Privada (PPP), en el cual se encuentra el puente Paraná-Santa Fe.
Hay que decir que las expectativas entre paranaenses y
santafesinos por la histórica megaobra de conexión vial fueron mutando hacia el
escepticismo: la licitación fue anunciada y re-anunciada varias veces, incluso
el puente fue incluido en el proyecto de presupuesto nacional 2019, pero nunca
se acercó su realización concreta.
Desde 2016 distintos funcionarios del gobierno nacional y
hasta el propio presidente Mauricio Macri habían indicado que el puente iba a
ser licitado en setiembre de 2017, como parte de la tercera etapa de llamado a
licitaciones. Ese plazo fue luego pospuesto para el semestre junio-noviembre de
2018.
"Hoy la obra pública dejó de ser un sinónimo de corrupción. Gracias a los ahorros a partir de licitaciones transparentes se ahorraron en el área de Transporte 32 mil millones de pesos. Ese dinero alcanza para construir el puente Chaco-Corrientes que tanto esperamos y el puente Santa Fe-Paraná”, había anunciado el presidente en su discurso de apertura del año legislativo el 1º de marzo de 2017. Fue hace dos años, dos meses, y 28 días.
Según Mathieu, del puente "nadie se acuerda y no se sabe si se va hacer, ni dónde".
La inversión prevista para el puente era de 650 millones de
dólares en cuatro años, aunque se estimaba que ese monto podría elevarse a 900
o 1.000 millones de dólares, y otros 21 millones de dólares en obras
complementarias, como la nueva circunvalación de Paraná.
Los PPP son la gran apuesta del gobierno de Macri para mantener la obra pública con ritmo en 2019, cuando está previsto un feroz recorte de los gastos de capital del Estado nacional. Con aportes privados, la Casa Rosada preveía compensar el ajuste. Pero la crisis financiera elevó fuertemente las tasas de interés para obtener financiamiento y el caso de los cuadernos espantó a los bancos internacionales que habían comprometido fondos a las empresas que ganaron los contratos.
Es que varias de esas empresas quedaron implicadas en la causa y por reglas internas los bancos no pueden otorgar créditos a firmas vinculadas a casos de corrupción.
En septiembre del año pasado ya se advertía que por la devaluación y la suba del riesgo país los proyectos de PPP costarían 3.000 millones de dólares más de lo firmado. Sólo teniendo en cuenta los ya licitados y adjudicados, es decir apenas la primera de las tres etapas.
A fines del año pasado, la segunda y la tercera etapa –que incluye el puente litoraleño- directamente son suspendidas sin plazos de retomarse.