En el marco de las crecientes que complican al Litoral y de fuertes declaraciones entre Nación y Provincia por responsabilidades, el presidente se reunirá este jueves con el entrerriano y otros gobernadores de provincias afectadas.
E
l presidente Mauricio Macri se reunirá este jueves por la tarde en Casa
Rosada junto los cuatro gobernadores de las provincias más afectadas por las
inundaciones:
Miguel Lifschitz (Santa Fe), Domingo Peppo (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Gustavo Valdés (Corrientes)
.
Luego de declarar Estado de Emergencia Hídrica para las zonas comprometidas del Litoral y el Noreste, el presidente encabezará una reunión del SINAGIR (Sistema Nacional de Gestión Integral de Riesgos) que integran varios ministerios del Gabinete Nacional.
Además de mandatarios y los jefes provinciales estarán presentes representantes
de Desarrollo Social, Carolina Stanley; Interior, Rogelio Frigerio; Hacienda, Nicolás Dujovne; y Producción; Dante Sica, entre otros.
Nación decretó este miércoles el Estado de Emergencia Hídrica para asistir a los pobladores y productores del Litoral y el NEA. La declaración establece por 180 días la intervención los ministerios mencionados y de organismos como la AFIP, el Banco Nación.
“El objetivo es implementar nuevas medidas para aliviar la situación social, proteger a productores y preservar los puestos de trabajo en las regiones involucradas por las aguas”, cita una misiva oficial.
Bordet llega al encuentro con Macri luego de ser duramente castigado desde el ministerio del Interior que conduce Rogelio Frigerio. La polémica se generó por un informe periodístico según el cual la administración nacional construyó en la provincia sólo 14 de las 1.817 casas para damnificados por las inundaciones de 2016.
Algunas repercusiones del informe en el oficialismo entrerriano hicieron reaccionar a Frigerio, principal responsable por la situación como titular de la cartera de Obra Pública y Vivienda. El líder de Cambiemos en Entre Ríos comisionó a funcionarios suyos de segunda y tercera línea para golpear a la gestión provincial de Bordet, quien en su única aparición durante la controversia se mostró moderado.