
El miércoles por la tarde se difundió el decreto llamando asesión para el martes 29 de diciembre a las 16. Los temas son dos: la InterrupciónVoluntaria del Embarazo (IVE) y el proyecto de los Mil Días para asistir amujeres embarazadas y niños hasta los tres años de edad.
El silencio de algunos senadores y senadoras y algunosindicios sobre posibles cambios de votos o de ausencias o abstencioneshabilitan las más diversas especulaciones. Forzada, la votación estaría en 34 afavor de la ley y 34 en contra. Sin embargo, no todas las cuentas dan igual.
A los celestes hay que restarles el voto de José Alperovichquien se encuentra de licencia por una denuncia de abuso. Si su estado de saludse lo permite, Carlos Menem votaría en contra de la ley. Si el riojano no vota,esa planilla de hoy quedaría con 34 a favor y 33 en contra.
Pero también hubo otras señales. La semana pasada viajódesde Salta Sergio ‘El Oso’ Leavy, un voto contabilizado para los ‘celestes’.El salteño le debe su senaduría al kirchnerismo y según dicen, antes dejuntarse con Alberto Fernández también tuvo una charla en el Senado donde laconducción política del Frente de Todos dio la indicación de que la ley debesalir. También se reunió con varios ministros del Gabinete. Jorge Ferraresi ledio una buena noticia: se reactivará la construcción de 4.000 viviendas para sudistrito y se firmarán planes para otras 2.500.
El empeño a favor de la ley quedó claro en la firma deldictamen. Varios senadores recibieron llamados de Oscar Parrilli. Uno de ellosfue el ex gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. En su caso presentó unaserie de cambios a la ley que lo dejarían más tranquilo para votar a favor.Uno, que lo preocupa especialmente, es la objeción de conciencia ya que en RíoNegro hubo 70% de médicos objetores. Si todo el personal de salud se acogierano habría aborto posible. Pero precisamente la objeción de concienciainstitucional fue un agregado en las conversaciones paralelas entre diputados ysenadores para garantizar apoyo. El cambio obliga a los establecimientosprivados a derivar a las mujeres que pidan la práctica de interrupción delembarazo a otra institución con garantía de atención.
Según indicaron varias fuentes, no habrá cambios a la ley.Se busca sancionarla entre el próximo martes y la madrugada del miércoles. Sihubiera cambios tendría que volver a tratarla la Cámara de Diputados y es loque se pretende evitar. La lapicera del presidente Alberto Fernández podría seruna solución: en la reglamentación podrían detallarse condiciones que conformenal referente de Juntos Somos Río Negro. Además la media sanción fue consensuadaentre distintos sectores y cada modificación genera decenas de conversaciones.De hecho las representantes de La Campaña que impulsan año tras año su proyectoexpresaron su disconformidad con la objeción de conciencia institucional.
El otro cambio, de los varios que solicitó el rionegrino esestablecer que después de la semana 14 sólo pueden realizarse abortos porviolación o riesgo de vida. Lo compartió elperonista entrerriano Edgardo Kueider.
La semana pasada Kueider firmó el dictamen en disidenciaparcial. Lo hizo después de recibir un llamado de Parrilli, uno de lossenadores más cercanos a CFK. Sin esa firma el proyecto no superaba lainstancia de la comisión. Firmó. Esta semana el Presidente viajó a Concordia,capital alterna de Entre Ríos y en un acto de apertura de sobres para obras enel aeropuerto local agradeció a varios dirigentes. “No lo veo pero le agradezcoa Edgardo”, señaló Alberto Fernández. Edgardo Kueider no participó del actopero escuchó el agradecimiento. Algunoslo cuentan verde y también a Weretilneck y por eso la suma a favor da 34.
Otra senadora que ya está incluida en ese número es SilvinaGarcía Larraburu, peronista de San Carlos de Bariloche. En 2018 votó en contra.Esta vez votará a favor. “Es un contexto distinto”, reflexionó en su provinciadespués de firmar el dictamen que habilita el tratamiento en el recinto.
Quienes inclinarían la balanza serían Lucila Crexell(Movimiento Popular Neuquino) y StellaMaris Olalla, de la UCR de Entre Ríos. Podrían ser dos verdes, dosabstenciones o un voto para cada sector. Crexell ya se abstuvo dos años atráspero está más cerca de la despenalización que de la prohibición absoluta.
El otro voto que algunos cuentan verde pero que podría serceleste es el de Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social de Catamarca. Suprovincia es contraria al aborto pero además integra el tercio de distritos querenuevan senadores. Eso puede pesar en la decisión de Castillo, que dos añosatrás ya votó a favor, si quiere reelegir o ser candidato a diputado nacional.Lo mismo le pasa a Juan Carlos Marino, radical de La Pampa, que volverá a votarceleste.
Si Castillo vota en contra, sube uno más el rechazo. Otrasería la historia con una posible abstención o voto a favor.
Finalmente dos cordobeses evitan definirse públicamente perotodos los suman en los 34 verdes: Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez.Ambos votaron a favor en 2018. Y en 2021 completan su mandato.
Esta semana en reunión de interbloque Juntos por el Cambioratificó la libertad de voto y libertad de quórum. Humberto Schiavoni, jefe delbloque del PRO, negó que haya habido presiones de Mauricio Macri o de PatriciaBullrich, presidenta del partido, para rechazar la ley y ‘herir’ políticamenteal Gobierno. Y ratificó su voto a favor.
Las señales de tranquilidad y firmeza para sostener el textotal como llegó de la Cámara baja, permiten vislumbrar un escenario optimistapara el sector ‘verde’ y el oficialismo en el Congreso aunque en temas tanconflictivos siempre hay margen para las sorpresas.