
Silvina Soledad Murua, coordinadora de comedores que funcionan en el departamento Concordia, presentó formalmente unadenuncia, el pasado 7 de marzo ante el Ministerio Público Fiscal, pormalversación de caudales públicos, tal como figura en la carátula de la causa.
Pese a que todavía no hubo una información oficial sobre elhecho, según trascendió, la metodología consistía en un desvío sistemático defondos, cuyo objetivo era la compra de alimentos, pero que finalmente terminabaen manos de algunos responsables de comedores, entre los que se encontraríaninspectores, docentes y cocineros.
Según señaló El Entrerríos, el abastecimiento a loscomedores y sus programas alimenticios se concreta mediante SIDECREER, dondecada institución tiene un responsable encargado de manejar una tarjeta, con laque realiza las compras, con base en un presupuesto que varía en función de lacantidad de alumnos.
Mientras que la rendición de cuentas se hace presentando losremitos y las facturas de las compras de cada mes.

Silvina Soledad Murua, coordinadora de comedores del Departamento Concordia.
El Fiscal a cargo de la causa, Martín Núñez, detalló: “Aúnno hay acusados. Lo que se está investigando es si fueron correctamenteadministrados fondos que la provincia destina a comedores escolares en elDepartamento Concordia. La investigación está aún en ciernes”.
“Estoy analizando la información que presentaron y evaluandopasos a seguir”, completó.
Entre las pruebas habría mensajes de WhatsApp de titularesde las tarjetas, de los que surgirían indicios de compras simuladas, a travésfalsos remitos y facturas, y por las cuales, esos responsables se habrían hechode dinero en efectivo o mercadería, resignando una comisión para elcomerciante.
Según puso constatar INFORME DIGITAL, estos datos fueronvolcados en planillas Excel, de las que existen capturas, donde, junto a loscasilleros con sumas de dinero, aparecen diferentes especificaciones, como”retira en efectivo” o “gas”.
Este medio pudo corroborar también que uno de lospropietarios de la tarjeta instaló “un almacén en el garaje de su casa conla mercadería ilícitamente obtenida”, mientras que otros, cancelaron de estamanera las cuotas de un auto, o pidieron préstamos argumentando solventargastos de un familiar enfermo, incluso, se investiga si no se pagaron viajescon esta metodología.
En referencia a los montos, por el momento no se conoce un número exacto, ya que la justicia se encuentra investigando. La complejidad a la hora de comprobar en detalle lo sustraído es que las compras “truchas” que hacían siempre daban la totalidad del saldo que los propietarios de las tarjetas tenían para gastar. No obstante, se supo que hay casos en los cuáles se extrajeron hasta 200.000 pesos.
De acuerdo a lo que pudo chequear INFORME DIGITAL, estasmaniobras se realizaron durante la gestión anterior, pero, en principio, noestaría involucrado ningún funcionario, como así tampoco se encontró, hasta elmomento, un accionar similar en otras localidades de la provincia, aunque no sedescarta.