Jueves, 5 de junio de 2025   |   Economía

Bonos en pesos ganan protagonismo en un contexto de baja inflación y estabilidad del dólar según Pablo Wende

La estabilidad cambiaria ayuda también para sostener la apuesta de inversores por activos en moneda local. Este mes se espera más liquidación del campo, lo que mantendría al dólar bajo control, favoreciendo esa estrategia
Bonos en pesos ganan protagonismo en un contexto de baja inflación y estabilidad del dólar según Pablo Wende

La disminución de la inflación en mayo, que podría caer por debajo del 2% mensual por primera vez desde 2020, junto con la expectativa de un descenso en los próximos meses, benefició especialmente a un activo: los bonos en pesos. Los títulos en moneda local se consolidaron como la mejor opción para los inversores, y en los últimos días experimentaron aumentos generalizados, superando claramente a los bonos en dólares, que en las últimas jornadas enfrentaron inquietudes sobre la capacidad del Gobierno para acumular reservas.

El caso más destacado es el del Bonte 2030, el nuevo bono en pesos que el Gobierno lanzó la semana pasada, abriendo el mercado internacional por primera vez en siete años. Este título se colocó a una tasa del 29,5% anual en pesos, pero actualmente ese rendimiento ha caído a niveles del 26 por ciento.

Ayer, este título comenzó a cotizar también en el mercado local, con un buen volumen. La mayoría de las sociedades de Bolsa recomendaron a sus clientes incluir este título en sus carteras, teniendo en cuenta la estabilidad cambiaria y la baja de la inflación. Por otra parte, al considerar exclusivamente el “put” a dos años, el rendimiento del bono desciende al 25% anual.

Los inversores están optando por los bonos en moneda local para aprovechar tasas que siguen siendo atractivas, especialmente en un contexto de disminución de la inflación. Prácticamente todas las consultoras estimaron que el índice podría caer por debajo del 2% en mayo y las perspectivas apuntan a que se mantendrá la tendencia a la baja. Incluso ya se especula con la posibilidad de que en el último trimestre se acerque a la zona del 1% mensual. Sin embargo, para que esto ocurra, será fundamental que el dólar no se dispare.

Los bonos en pesos, al igual que los fondos money market en moneda local, también son los favoritos para apostar al carry trade. No obstante, la estrategia de obtener una buena tasa en pesos está muy vinculada a que se mantenga la estabilidad cambiaria.

“El Bonte 2030 cotiza en torno a los USD 109,30, lo que implica un incremento del 6% en dólares con respecto a los precios de la emisión primaria”, explican en el mercado. Además, la opción de devolver el bono el 30 de mayo de 2027 ofrece un rendimiento del 25,7% frente al 31,7% en el lanzamiento. Por lo tanto, los inversores extranjeros que adquirieron este título entraron, como se mencionó en su momento, a un precio muy atractivo.

La demanda de títulos en pesos provocó una fuerte caída de tasas. Las Lecap y Boncap, a tasa fija, por ejemplo, ya rinden alrededor del 30%, cuando a fines del año pasado todavía rondaban el 40 por ciento. Esta compresión de tasas continuará en los próximos meses, a medida que se consolida la disminución de la inflación.

Los bonos en dólares, en cambio, han mantenido un comportamiento más bien lateral en las últimas semanas. El mercado está ahora más preocupado por la evolución de las reservas, considerando que hay un significativo pago de deuda que vencerá en los primeros días de julio por USD 4.500 millones. En este contexto, como adelantó Infobae, el FMI prorrogó la revisión de metas del programa hasta julio, brindándole al Gobierno más tiempo para conseguir dólares, ya sea a través de la colocación de bonos, un nuevo repo con bancos internacionales o la entrada de capitales.

La tranquilidad del dólar parece bastante asegurada al menos durante junio, sobre todo porque se anticipa una fuerte liquidación de la cosecha gruesa, siendo este el último mes de la baja temporal de retenciones, que aumentarán a su valor anterior en julio.

Asimismo, muchas empresas probablemente tendrán que vender dólares para afrontar el pago del medio aguinaldo, y lo mismo ocurrirá con el vencimiento anual del impuesto a las Ganancias.

Por otro lado, la política de estricto control monetario que el Gobierno ha implementado alivia la presión no solo sobre la inflación, sino particularmente sobre el tipo de cambio. La escasez de pesos se refleja en la nueva caída del dólar informal, que en los últimos días operó en niveles de $1.160, es decir, 40 pesos por debajo del tipo de cambio oficial, que se mantiene en la zona de 1.200 pesos.

Ahora, la expectativa se centra en el impacto de la candidatura de Cristina Kirchner para competir en las elecciones y convertirse en legisladora bonaerense, programadas para el 7 de septiembre. La presencia de la expresidenta en ese comicio supone un adelanto del calendario electoral, al menos desde la perspectiva de los inversores, quienes inicialmente esperaban la fecha del 26 de octubre.

Sin embargo, ahora con Cristina en la contienda electoral, el tiempo apremia y lo más probable es que esta tensión se refleje en el mercado cambiario. La apertura del cepo generó compras para atesoramiento del público por más de USD 2.000 millones en abril. Habrá que observar en agosto hasta qué punto la ansiedad de los inversores repercute o no en la cotización del dólar.

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