
Se avecinan nuevas jornadas de tensión en el juicio por la expropiación de YPF, un laberinto legal que se ha prolongado por una década y que llevó a Argentina a ser condenada en primera instancia a pagar USD 16.000 millones.
Este martes no será la excepción; el ambiente se tornará probablemente denso en el estrado de la jueza Loretta Preska, a cargo del tribunal del Distrito Sur de Nueva York, donde se tramitan las causas relacionadas con Wall Street. Al vaivén de intensos fallos y presentaciones de las últimas horas, se sumarán una serie de reuniones presenciales que prometen intensificar un clima ya de por sí caldeado.
Es importante recordar que Argentina apeló el fallo de fondo correspondiente a la compensación millonaria, cuyo principal beneficiario es Burford Capital, el bufete inglés especializado en estos casos que adquirió los derechos a litigar tras la expropiación. Como parte de los reclamos para cobrar —y mientras se gestiona la apelación—, Burford realizó una serie de solicitudes a Preska, incluyendo embargos y otras medidas.
Una de estas solicitudes, que permite a Burford quedarse con el 51% de las acciones que el Estado posee en la petrolera, fue aprobada por la jueza hace diez días. Ayer, Preska se negó a suspender la medida, en una decisión adversa que el Gobierno esperaba desde la semana pasada. Argentina, además, recurrirá a la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito por este capítulo de la causa.
Mientras tanto, el juicio continúa y se anticipan novedades significativas en las próximas horas. Inicialmente, mañana se llevarán a cabo dos reuniones presenciales entre los representantes legales de las partes y la magistrada.
- La primera, por la mañana, se relaciona con otro pedido de Burford: demostrar que el Estado local y la petrolera “son lo mismo”. Es otra de las medidas post-fallo de fondo presentadas por Burford para presionar y lograr algún tipo de negociación. De ser demostrada esta relación, Burford podría pedir también los activos de la empresa, que quedó fuera de la demanda en 2023.
- Por la tarde, solo se reunirán los abogados para discutir detalles técnicos sobre la entrega de las acciones.
“Argentina se presentará ante la corte de Preska, el día después de que le indicó que ya no le ofrecería más ‘favores’ por no haberlos aprovechado en el pasado. No va a ser fácil”, advirtió Sebastián Maril, titular de Latam Advisor y experto en este juicio, en una conversación con Infobae.
El próximo jueves 17 de julio es la fecha límite para entregar las acciones de YPF, según lo dispuesto por Preska. El plazo original vencía ayer, pero la jueza lo extendió unos días a la espera de que la Cámara responda a la apelación interpuesta por Argentina para suspender el fallo sobre la entrega de las acciones, y le otorgue el beneficio que la jueza le negó ayer. No está claro si la Cámara emitirá respuesta antes del jueves.
“No subestimemos la importancia que tiene la decisión de la Corte de Apelaciones sobre el pedido realizado la semana pasada por Argentina para obtener el beneficio que hoy la jueza Preska no le concedió”, enfatizó Maril en X.
Si la Cámara fallara a favor del país, se podría entrar en un impasse extenso y benéfico para Argentina. De lo contrario, sería una muy mala noticia. Si no se pronuncia antes del jueves, se cumpliría el plazo establecido por Preska y Argentina debería entregar sus acciones en la petrolera, aunque la medida podría extenderse unos días más, en medio de escritos cruzados.
“La República alega que se producirá un daño irreparable si el Tribunal no suspende su Orden de Turnover, pero cualquier supuesto daño se deriva directamente de las propias acciones de la República al retrasar e intentar eludir sus obligaciones”, afirmó Preska.
Sin embargo, Argentina no entregará las acciones de YPF. Ni mañana, ni el jueves… probablemente, nunca. ¿Y si Burford lo solicita? Es probable que Preska declare al país en desacato. Una muy mala noticia: estar en desacato frente a un tribunal de EE. UU. sería incompatible con estrategias como atraer inversiones extranjeras o regresar a los mercados internacionales para emitir deuda.
Mientras tanto, la estrategia oficial continúa enfocada en buscar alianzas, promoviendo que otros países se presenten como amicus curiae de Argentina en la Corte de Apelaciones.
Las negociaciones están a cargo de la Cancillería, con el apoyo de la Procuración del Tesoro, el organismo que lleva adelante la causa, tanto directamente como a través de los estudios de abogados que contrata en el exterior. La primera nación de la lista es EE. UU., que a fines del año pasado, mientras aún gobernaba Joe Biden, recomendó a Preska no considerar la solicitud de Burford para quedarse con las acciones de la empresa. Una recomendación que la jueza desestimó. ¿Haría lo mismo la Cámara ante un pedido del Departamento de Justicia de Donald Trump? Quién sabe. Primero hay que conseguir apoyo.
Aunque no hay confirmación oficial, la lista de otros países podría incluir a Uruguay, Paraguay y El Salvador entre los latinoamericanos, e Italia, Francia y Alemania entre los europeos. Podrían sumarse más.
Eludir obligaciones
En su escrito de ayer, la jueza lanzó duras acusaciones contra el país. Lo ha venido haciendo durante años: es evidente que el incumplimiento del Gobierno le resulta sumamente molesto. No solo del actual, sino de todas las gestiones que han tratado con la causa durante los años: las de Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y, desde hace año y medio, la de Javier Milei.
Ayer reiteró que Argentina intenta “eludir sus obligaciones” mediante tácticas dilatorias. Recordó que, incluso tras obtener una prórroga para facilitar la transición de gobierno en el país, la administración argentina “aprovechó al máximo el tiempo extra”, pero “no realizó ningún esfuerzo para satisfacer las condiciones impuestas”.
“No subestimemos la importancia que tiene la decisión de la Corte de Apelaciones”, reiteró Maril.
“La República alega que se producirá un daño irreparable si el Tribunal no suspende su orden de turnover, pero cualquier supuesto daño se deriva directamente de las propias acciones de la República al retrasar e intentar eludir sus obligaciones”, subrayó la magistrada.
Estamos en momentos decisivos dentro del complejo entramado que presenta esta extensa causa. La apelación sobre el fondo no presenta novedades significativas. Además, Argentina ha asegurado que, pase lo que pase, agotará las instancias judiciales, incluso llegando hasta la Corte Suprema de Justicia.
Mientras tanto, y según lo permite el derecho estadounidense, Preska seguirá tomando decisiones que, a pesar de las dilaciones y apelaciones, pueden resultar muy perjudiciales para el país. Para sus finanzas y también para su reputación en el exterior, por muy deteriorada que ya esté.