
Mientras los tribunales confirmaban su procesamiento, Viviana y Walter Grenón llevaron a cabo una operación que sorprendió al mercado financiero. Recientemente, concretaron la venta del Banco Voii, una entidad que habían promovido en los últimos años como símbolo de sus proyectos. La transacción, que debe ser validada por el Banco Central, se cerró en aproximadamente 20 millones de dólares en efectivo, según confirmaron fuentes vinculadas al acuerdo.
Este movimiento es interpretado por especialistas como un signo de “insolvencia programada”, dado el contexto en el que los Grenón enfrentan importantes compromisos judiciales y financieros. Aunque la operación no fue anunciada públicamente, se ha comentado en los principales despachos del sector bancario. Aquellos familiarizados con el entorno aseguran que fue una venta apresurada, más orientada a generar liquidez que a consolidar una expansión.
La situación de los Grenón es complicada. Además del caso relacionado con El Diario, se encuentran involucrados en varias investigaciones por maniobras financieras irregulares y desvíos patrimoniales. La venta del Banco Voii, vista como un intento de poner en orden sus cuentas, expone a los empresarios en un escenario vulnerable.
Los Grenón están procesados en un caso penal que los vincula con la Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), editora de El Diario de Paraná. La acusación sostiene que ambos grupos habrían actuado de manera coordinada para despojar a la empresa de sus activos, trasladando recursos a firmas personales y dejando en quiebra a un medio centenario.
El trasfondo de esta situación judicial es la caída de un periódico que, durante décadas, fue parte integral de la cultura de Entre Ríos. El Diario de Paraná fue desmantelado a través de una serie de operaciones financieras que lo llevaron a la insolvencia.
Según la acusación fiscal, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, junto con su madre, Leonor Barbero Marcial de Etchevehere, y los empresarios Viviana y Walter Grenón, participaron en estas maniobras, desviando recursos de SAER en beneficio propio y en detrimento de trabajadores y acreedores. El impacto no fue solo económico, sino que también provocó la pérdida de un espacio simbólico para la sociedad entrerriana, que vio desaparecer una parte de su historia periodística.
El contraste es evidente: mientras los Etchevehere intentan mantener su influencia política y social, los Grenón buscan mantener su posición en el mercado financiero. Sin embargo, ambos apellidos se encuentran actualmente bajo el mismo escrutinio judicial, en expedientes que investigan fraudes, vaciamientos y responsabilidades penales.
El rumbo judicial es claro. En diciembre de 2022, el juez de garantías procesó a los Etchevehere y a los Grenón por administración fraudulenta. En mayo de 2024, la Cámara de Apelaciones confirmó esa decisión, y finalmente, el 13 de mayo de 2025, la Cámara de Casación Penal ratificó el criterio de las instancias previas y confirmó el procesamiento de todos los imputados.
Las defensas han intentado de diversas maneras: alegaron prescripción, invocaron el principio de “ne bis in ídem”, plantearon nulidades y solicitaron que se declarara atípica la conducta. Sin embargo, ninguna de estas estrategias tuvo éxito. Tres tribunales distintos coincidieron en que existían pruebas suficientes para continuar con el proceso.
El 11 de agosto de 2025, la Casación rechazó los recursos extraordinarios presentados por los imputados, aceptando solo el de la Fiscalía en relación a otro acusado. Esta resolución deja prácticamente sellado el camino hacia el juicio oral.
Cabe destacar que entre los imputados se encuentra Luis Miguel Etchevehere, ex presidente de la Sociedad Rural Argentina y ex ministro de Agroindustria durante el gobierno de Mauricio Macri. Su procesamiento, junto al de sus hermanos y su madre, convierte este caso en un asunto de relevancia nacional. Lo que une a los Etchevehere con los Grenón es la acusación común de haber vaciado un medio histórico para beneficio personal.
Es cierto que las defensas aún pueden recurrir al Superior Tribunal de Justicia con un recurso de queja. No obstante, este es un camino marginal y de escaso éxito, dado que las decisiones anteriores son exhaustivas y no dejan muchas oportunidades para una revisión excepcional.
Así, el panorama se dirige a un juicio público en los tribunales orales. Allí, tanto los Etchevehere como los Grenón deberán dar explicaciones ante jueces, fiscales, trabajadores y la sociedad entrerriana. Este será el capítulo decisivo de un proceso que combina la caída de un símbolo periodístico con la crisis de dos familias que, en diferentes ámbitos, han representado durante décadas el poder económico, político y financiero en la provincia.
Fuente: diario Uno de Santa Fe.