
“Estoy totalmente aislada”, resume Paulina Bourdieu, productora rural de Olascoaga, que lleva dos meses sin poder entrar ni salir de su campo para abastecerse de víveres. Los caminos rurales del Cuartel VII, en el partido de Bragado, se transformaron en ríos de agua turbia e intransitables, atravesados por postes de luz caídos que continúan vertiendo corriente en el caudal. Según la productora, no se trata únicamente de una inundación: sospecha de una estrategia deliberada para convertir la zona de Comodoro Py y Olascoaga, que contienen una laguna, en un enorme reservorio que proteja a distritos de mayor influencia política.
“Esto es abandono de persona y debería haber alguien penado, porque no tenemos a nadie que nos defienda. Por privado, los funcionarios nos dicen que no espere ninguna ayuda porque no la va a haber”, afirmó Bourdieu, cuya voz condensa la furia y la desesperación de cientos de vecinos atrapados en sus establecimientos sin posibilidad de movilizarse. Relató que los vehículos empezaron a averiarse por la exposición prolongada al agua y al barro.
Aunque las inundaciones en la provincia se iniciaron con las primeras lluvias de marzo, la situación se agravó tras las tormentas de hace más de 60 días, que convirtieron el problema en un desastre. Bourdieu acusó al municipio de Bragado de retener deliberadamente el agua e impedir que el caudal siga su curso natural.
Según la productora, el municipio, cuyo intendente es Sergio Barenghi (PJ), procura “aliviar la situación de otras localidades consideradas políticamente clave” —como Mechita, Alberti y, sobre todo, Chivilcoy— reteniendo el agua en la laguna del Cuartel VII. “Chivilcoy es un punto político. No puede llegar el agua ahí. En los otros cuarteles sí se hace algo. Aquí, a conciencia, no se hace nada”, sostuvo. Aseguró, además, que existe una supuesta “orden política” que impide a la Red Vial local intervenir en la zona.
Después de la primera gran tormenta, Bourdieu organizó a su familia y a los trabajadores para poder entrar y salir del campo; sin embargo, la solución fue efímera: “Me hice cargo de hacer tres kilómetros del camino de mi casa para poder salir. Compré ocho camiones de escombros, ocho camiones de tierra, y con gente de casa y del pueblo, en dos días, lo logramos. Ellos no lo hacen porque no les interesa”. Pocos días después, una nueva tormenta de 170 milímetros deshizo ese esfuerzo. El agua volvió a subir y, esta vez, se estancó. “El agua no corre, queda ahí. No permiten que llegue a la laguna de Bragado”.
Para ella existen pruebas de esta supuesta estrategia: “El puente del Vasquito da a una laguna en Olascoaga, y ya han estado midiendo esa laguna. Algo hay que inundar para que el resto no se inunde”.
Los caminos se convirtieron en ríos
La odisea para conseguir víveres es diaria, tanto para ella como para los campos vecinos: “El otro día, unos vecinos quisieron ir a comprar víveres. La moto se les hundió por completo, quedó destruida, y después fueron en tractor. La camioneta está rota por haberla metido al agua. Hay vecinos que intentan salir a caballo, con el agua hasta la panza, arriesgándose a la corriente y a los cables eléctricos”.
Además, según denunció, la burocracia profundiza la situación. “Está decretada la emergencia por desastre en 9 de Julio y 25 de Mayo, en todos los lugares aledaños. En Bragado, no. No salió porque el intendente no lo firma. Y no la firma con toda intención”, dijo Bourdieu, quien asegura que todos los funcionarios y directivos de Red Vial y la Patrulla Rural que podrían actuar están en los chats de vecinos: “Es totalmente consensuado lo que pasa. He hablado con todos los directivos. Me han llegado a decir: ‘Paulina, qué lástima me das, no puedo hacer nada. Y vos tampoco podés hacer nada’“.
El intendente, en diálogo con LA NACION hace unos días y ante otro reclamo, afirmó que el municipio no dispone de los recursos ni de la capacidad técnica para ejecutar obras hidráulicas de gran envergadura. Señaló que solo pueden mantener despejados los canales con dos retroexcavadoras, una de ellas prestada por la provincia.
Barenghi describió a la localidad como “una olla” que recibe agua de 2,5 millones de hectáreas, lo que, dijo, agrava de forma natural el impacto de las lluvias. Relató que un tramo de la canalización del Río Salado quedó paralizado hace dos años cuando el Fondo Hídrico —financiado con un impuesto al combustible— dejó de transferirse a la provincia. El funcionario aseguró que la provincia reactivará una obra llamada “Nodo Bragado”, que incluye canalización, dragado y ampliación de puentes.
El camino arreglado que duró pocos días
En ese sentido, la productora sostuvo que la falta de recursos es una excusa que desmienten los propios productores. “Todos pagamos los impuestos. Si no pagás Red Vial no podés sacar hacienda. No sé en qué se gasta la plata, pero no en caminos. Habían organizado una fiesta multitudinaria con un cantante de moda, que fue suspendida por el escándalo vecinal. Si hay plata para eso, ¿cómo no hay para arreglar caminos?”, reclamó Bourdieu. Denunció además que durante los tres años de sequía previos “no se hizo un solo trabajo preventivo”.
“Todo esto genera una mezcla de enojo, tristeza, desesperación y angustia. Es todo furia, llanto, impotencia, es desidia, es maldad. Los culpables están en un escritorio, mirando por la ventana si llueve, mientras un chofer los lleva a su casa. Se está hundiendo el barco, y no hay botes. Y no los va a haber”, cerró.
Así sale de su campo en Comodoro Py un productor con sus tres hijos
Por su parte, el intendente Barenghi negó tener constancia de que haya una persona aislada desde hace dos meses en el partido. “No tengo ninguna información de que haya alguien en esa situación; me parece extraño que una persona pudiera estar tanto tiempo aislada sin requerir ayuda de nadie”, sostuvo.
Desestimó versiones sobre una posible inundación o derivación de aguas hacia una laguna y afirmó que en las reuniones de tratamiento hidráulico en las que participó “en ningún momento se mencionó algo así”. Según explicó, el único proyecto en debate fue la realización del nodo Bragado, ya incluido en el presupuesto 2026, que contempla canalizaciones, obras de ensanche de puentes y otras intervenciones complementarias.
Así intentaron salir en una moto los vecinos para comprar víveres
								
  


