
Serios incidentes durante una protesta antinmigración en Países Bajos
Una manifestación contra la inmigración y la recepción de solicitantes de asilo en Países Bajos culminó este sábado en disturbios en La Haya, donde se enfrentaron manifestantes y policías, se incendiaron coches patrulla, se utilizó gas lacrimógeno y se atacó la sede nacional del partido progresista D66.
Alrededor de 1.500 personas se congregaron en Malieveld, un área habitual para protestas en la capital política neerlandesa. El evento fue convocado por la organización cristiana de derecha Els Rechts y se presentó inicialmente como una movilización pacífica para exigir “menos inmigración, un reparto justo de viviendas y políticas transparentes”.
A medida que comenzó la protesta, varios participantes abandonaron la explanada y bloquearon la autopista adyacente, lo que llevó a la intervención policial mediante cañones de agua.
Grupos violentos, muchos de ellos encapuchados, atacaron vehículos oficiales con piedras, palos y botellas. Al menos un coche patrulla fue incendiado, aunque las fuerzas de seguridad lograron sofocar las llamas.
La situación se deterioró con enfrentamientos y peleas entre manifestantes y agentes. El alcalde de La Haya, Jan van Zanen, emitió una orden de emergencia que permitió el uso de gas lacrimógeno. Las fuerzas antidisturbios dispersaron a los manifestantes, quienes se diseminaron en pequeños grupos por el centro de la ciudad.
Algunos manifestantes se dirigieron hacia la sede de D66, donde rompieron una decena de ventanas y prendieron fuego a un contenedor. Otros se trasladaron al centro de La Haya, donde continuaron sonando las sirenas policiales y los helicópteros sobrevolando la zona.
Durante los disturbios, se escucharon consignas como “AZC, weg ermee” (“¡Centros de asilo, fuera con ellos!”) y “Wij zijn Nederland” (“¡Nosotros somos Países Bajos!”). Algunos portaban camisetas con el mensaje “fuck antifa”.
Asimismo, se observó una bandera neerlandesa con la inscripción “Rip Charlie”, en referencia al activista estadounidense Charlie Kirk, asesinado la semana pasada, cuyo retrato apareció junto al de Pim Fortuyn, político neerlandés asesinado en 2002.
Se lanzaron fuegos artificiales y se exhibieron banderas neerlandesas junto al estandarte naranja-blanco-azul asociado al partido NSB, recuperado por seguidores de Guillermo de Orange en el siglo XVI. Actualmente, este símbolo se utiliza frecuentemente en marchas de extrema derecha.
El evento contaba con permiso hasta las 17:00 (15:00 GMT), pero fue suspendido antes de lo previsto debido a la violencia. La Policía aún no ha proporcionado cifras sobre detenidos o heridos.
Estos incidentes ocurren en medio de la campaña para las elecciones generales del 29 de octubre, donde la inmigración y el asilo son temas destacados en el debate político, tras la caída del anterior gobierno en junio, y con partidos de diversas tendencias posicionándose sobre la acogida de refugiados, la vivienda y la gestión de los centros de asilo.