En el Día de los Enamorados una adolescente, víctima de una violación, dijo estar enamorada de su agresor. La revelación fue realizada ante el tribunal de la Sala I de la Cámara del Crimen que juzga a Roberto Pérez, un hombre de 33 años que hace un año y medio está preso en la cárcel de Paraná.El hecho ocurrió cuando la adolescente tenía 13 años y, según se versión, se fue de su casa ubicada en el barrio Maccarone, donde vivía con su madre para formar pareja con Pérez.La dichos de la madre no concuerdan con lo relatado por su hija. La mujer sostiene que el 21 de octubre de 2005, Pérez secuestró a la chica y la obligó a mantener relaciones sexuales.Pérez ayer recuperó la libertad, ya que su abogado defensor Juan Carlos Rubio Pérez solicitó la suspensión del juicio a prueba a raíz de que el fiscal Juan Carlos Almada prestó el consentimiento necesario para ese procedimiento. Esto sucedió luego de que Almada solicitara cambiar la tipificación del delito de Abuso sexual con acceso carnal -artículo 119 del Código Penal- por lo determinado en el artículo 120, que fija: “Prisión o reclusión de tres a seis años al que realizare algunas de las acciones previstas en el segundo o en el tercer párrafo del artículo 119 -violencia, amenaza, intimidación- con una persona menor de 16 años aprovechándose de su inmadurez sexual, en razón de la mayoría de edad del autor, su relación de preeminencia respecto de la víctima u otra circunstancia equivalente, siempre que no resultare un delito más severamente penado”. El fiscal tuvo en cuenta que no hubo violencia ni amenazas, según la declaración de los protagonistas del hecho. La palabra del acusadoRoberto Pérez aseguró que en ningún momento secuestró ni obligó a la joven a mantener relaciones sexuales. En ese orden explicó que se pusieron de acuerdo para ir a vivir juntos. Según su versión la adolescente quería vivir con él porque era maltratada por su madre. Pérez afirmó que sigue queriendo a la adolescente, que actualmente tiene 15 años. En ese orden contó al tribunal que trabajaba en la Toma Nueva cuando conoció a la chica. “Un día me paró en la calle, iba en bicicleta y me dijo que quería vivir conmigo porque la madre le pegaba mucho”, recordó Pérez, quien dijo haberle dicho en ese entonces a la joven que si no había problemas con la madre que se fuera a vivir a su casa.El amor tras las rejasA pesar de que la joven nunca lo visitó mientras estuvo detenido, Pérez afirmó: “La sigo queriendo como el primer día que nos conocimos”. En ese orden recordó que desde que está en prisión su hermana le acercó una carta de la adolescente donde le expresaba que “iba a decir la verdad en el juicio y que lo esperaba”. Pérez recordó que se sintió “muy mal” cuando la Policía lo detuvo, ya que “jamás hizo algo malo, sólo estar enamorado”. El abogado defensor Rubio Pérez comentó que “no existió violación, ya que la misma víctima confesó que accedió por su voluntad. No hubo violencia, amenazas o golpes; ella declaró que lo que hizo fue por amor”. (UNO)
