Jueves, 26 de junio de 2025   |   Economía

Viceministro Daza defiende el tipo de cambio y minimiza el déficit externo ante inversores internacionales

El viceministro José Luis Daza habló ante inversores internacionales y aseguró que el desequilibrio en las cuentas externas “es esperable” pero que va a ser monitoreado. Además vaticinó que la inflación argentina podría ser más baja que el promedio mundial
Viceministro Daza defiende el tipo de cambio y minimiza el déficit externo ante inversores internacionales

“El tipo de cambio no está planchado ni controlado, está flotando”, afirmó el viceministro de Economía, José Luis Daza, durante un evento para inversores este jueves, al tiempo que relativizó el déficit externo divulgado ayer. En este sentido, comentó que es un número “razonable y esperable”, pero que el Gobierno “lo va a monitorear”.

En un foro organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que agrupa a importantes bancos internacionales y que tuvo lugar en la sede central del Banco Galicia, el viceministro presentó su defensa del plan económico, reiterando que el dólar no está bajo el control del Banco Central. También anticipó que la inflación argentina podría ser incluso inferior al promedio mundial.

“El tipo de cambio se determinará por la oferta y la demanda de dólares”, explicó, y consideró que el país está atravesando “un gigantesco cambio en la balanza de pagos”. En este contexto, predijo que los superávits del sector energético y minero, actualmente inexistentes, podrían alcanzar entre 50 y 60 mil millones de dólares, un monto que describió como “equivalente a dos agros argentinos”.

Sobre la sostenibilidad del tipo de cambio, Daza comentó: “Es un tema muy complejo. No sé qué va a pasar. Si yo fuese empresario, no apostaría a que una depreciación me salvará. Es muy posible que el tipo de cambio se mantenga fuerte en el futuro”.

También se refirió al déficit de cuenta corriente, publicado este miércoles por el Indec, que arrojó un desequilibrio de casi USD 5.200 millones en el primer trimestre de 2025, casi el doble de lo estimado por el FMI para Argentina en todo 2025.

“En las crisis de otros países años atrás, había un gran déficit de cuenta corriente. Pero importa la calidad, la razón y la magnitud. Un déficit del 2% del PBI en un país que crece al 6% es esperable y razonable”, evaluó. “Nos sentimos cómodos con este nivel”, dijo, y añadió que “lo vamos a monitorear”. Aclaró que “es un déficit explicado en gran medida por la inversión” y lo comparó con otros ejemplos: “En 2008, España tenía un déficit del 14% del PBI”.

Daza explicó que el país “está descapitalizado” y que en este contexto “es razonable tener un déficit de cuenta corriente”. Además, destacó que está financiado por el sector privado y que el ahorro público se fortalece. “Hay un desahorro del fisco y estamos aumentando la inversión”, sintetizó.

Inflación y una anécdota con Kristalina Georgieva

Acerca del programa económico, subrayó: “Representa un quiebre con la historia, no solo de Argentina sino de Occidente en los últimos años”. Según Daza, el Gobierno asumió “al borde de la hiperinflación y desequilibrios financieros de una magnitud no vista antes”. A su juicio, “era altamente improbable evitar una crisis de enorme proporción”, pero se logró sin incumplir compromisos.

“El compromiso inquebrantable con el equilibrio fiscal y el déficit cero es central”, sostuvo. En su evaluación, “Argentina era el país más volátil del mundo” y esa volatilidad se explicaba por los déficits fiscales: “Sin mercado de capitales, se financiaba con emisión monetaria o reestructuración de deuda”.

Destacó también que “se redujo el gasto un 30% en términos reales el primer año”, aunque pidió no subestimar otros factores como “el programa financiero, el manejo de la deuda, la relación con el FMI y con los mercados locales”. También valoró la política monetaria, tras “una malla de distorsiones que impedían su correcto funcionamiento”.

Sobre su vínculo con el Fondo Monetario, compartió un diálogo con Kristalina Georgieva. “Cuando planteamos que deseábamos pasar a un sistema de flotación, ella respondió: ‘Toto, cuando me dijeron que querías 20 mil millones de dólares, dije que era imposible. Pero recordé que en diciembre de 2023 me dijiste que cerrarían un déficit del 5% del PBI y también dije que era imposible. Hicieron lo que ningún país pudo hacer en muchas décadas. Ahora no te diré que es imposible, si me muestras los datos, te apoyaré’”.

Respecto a la inflación, sostuvo: “Desarticulamos su columna vertebral”. Según expresó, “esta tasa genera problemas que trascienden lo visible en los números” y afectan la calidad de vida. “Es esencial comenzar por normalizar la inflación. Va a converger al resto del mundo”, anticipó y se aventuró a decir que podría ser más baja que el promedio mundial. Como contexto, según el FMI, la inflación promedio global este año está proyectada en un 4,2% anual.

Por otro lado, el funcionario añadió: “Eliminamos las fuentes de inflación. Probablemente tengamos la inflación más baja del continente. No sé cuándo, pero no hay razón para que sea más alta que la de los países de la región”.

Daza afirmó que “mucha gente pensó que estábamos reduciendo la inflación a costa de una recesión”, pero destacó que la economía “ya venía en recesión” al asumir el Gobierno. “Tocó fondo en marzo o abril y comenzó a crecer. La actividad era un 6% más alta en diciembre de 2024 que en diciembre de 2023”, señaló. “Esto es un ajuste fiscal expansivo”, definió.

“El primer trimestre de 2025 muestra un crecimiento no solo vigoroso sino también sano y equilibrado. La inversión creció un 23% en términos reales. Estamos frente a un proceso de expansión liderado por la inversión”, afirmó. También subrayó que se permitió la importación de maquinaria usada para impulsar el crecimiento. “Argentina es un país descapitalizado”, concluyó.

Consultado sobre el nuevo entorno internacional, Daza consideró que “estamos en un mundo muy diferente al de las últimas tres décadas”, el cual comenzó en 1989 con la caída del Muro de Berlín y concluyó con la llegada del Covid. “Ese período estuvo marcado por la globalización, la incorporación de China y Europa Oriental y el rol de la OMC. Ese mundo permitió un crecimiento muy rápido”, explicó.

Hoy, en contraste, “estamos en una época de crecimiento sustancialmente bajo”. Según afirmó, las proyecciones a cinco años del FMI son las más bajas en tres décadas. A esto se suma “una inflación más alta en Estados Unidos” y un cambio demográfico: “Las poblaciones dejaron de crecer. A final de siglo, la población de China disminuirá, con enormes implicancias”.

Sobre China, destacó que “tuvo un impacto brutal desde 2000” y se aceleró después de 2004 con el shock de commodities. “Permitió que muchos países presentaran cuentas fiscales atractivas si esos precios se mantenían. Pero ese mundo también quedó atrás”, advirtió. En cuanto a su influencia en los tipos de cambio, pronosticó que “será menor que la actual”.

En relación al escenario financiero global, subrayó que “tuvimos un mundo con tasas de interés que convergieron a cero. Hoy las tasas son más altas”. También mencionó la inteligencia artificial como un desafío central. “Está concentrada en Estados Unidos y en China. Europa se quedó atrás”, planteó. Finalmente, comparó el dinamismo estadounidense: “EEUU creció un 25% más que Europa desde el inicio de este siglo. El mercado laboral es muy flexible. Cada mes se generan 3 millones de empleos, se destruyen 3 millones, y el neto es de 200 mil positivos. Esto no existe ni en Argentina ni en Europa”.

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