Sábado, 20 de septiembre de 2025   |   Nacionales

Viaje al corazón de las tinieblas: una exploración de los misterios humanos y la oscuridad del alma

¿Volvía a vivir su vida, cada detalle de deseo, tentación y entrega, durante ese momento supremo de total lucidez?
Viaje al corazón de las tinieblas: una exploración de los misterios humanos y la oscuridad del alma

Gritó en un susurro a alguna imagen, a alguna visión, gritó dos veces, un grito que no era más que un suspiro: ¡Ah, el horror! ¡El horror!

Joseph Conrad, “El Corazón de las Tinieblas”

———————-

“El pueblo debe luchar por su ley como por sus murallas”

Heráclito

1 El vocero gubernamental blue, autodenominado termo mileista y apodado Tronco, relató un encuentro con Javier Milei en Olivos. El último jueves, el Presidente reunió a aproximadamente setenta candidatos, streamers e influencers en un evento que se extendió por tres horas. Según lo que expresó el mismo Sergio Figliuolo, apellido real de Tronco, “lo vi muy bien al Presidente, como cuando venía al principio a Neura y hacía analogías y te explicaba cosas”. Sin embargo, Tronco fue más allá, utilizando las metáforas propias de su movimiento político. Entusiasmado, aseveró que “nadie está cagado”. En paralelo, los senadores continuaban insistiendo con leyes, desafiando el veto, una insistencia que evidenciaba la merma del poder del Presidente, con el dólar alcanzando el limite de la banda y el riesgo país elevándose a niveles insostenibles. Mientras tanto, el auditorio presidencial se enredaba en su propia lógica: sí, una banda se mostraba incapaz de actuar frente a la otra banda, la del dólar, que urgía una respuesta más empática.

2. A finales del siglo XIX, el maestro Joseph Conrad escribió una de sus obras más significativas: la novela corta “El Corazón de las Tinieblas”. Básicamente, narra un viaje por África en busca de un tal Kurtz, miembro de una compañía importadora de marfil que había dejado de comunicarse con sus superiores. Como es característico en las historias de viajes, la obra describe varios desplazamientos hasta llegar a la estación donde Kurtz había establecido su propia lógica. Allí, gobernaba de manera, por decirlo suavemente, despótica; la cabeza (Kurtz, en el relato, presenta una notable calva) era el símbolo de su dominio. El relato es la representación de un infierno donde solo impera una especie de fuerza emanada de la propia lógica de Kurtz. Su razón, que al mismo tiempo es sinrazón. Entre muchas otras cuestiones, el texto aborda la razón de la sinrazón, lo que solemos llamar totalitarismo.

3. Esta semana, ante la experiencia solipsista de Olivos, hemos aprendido una lección que se inscribe en la lógica que ha gobernado Milei (y, sin duda, en la lógica de Milei como figura pública). Si existe una oposición entre “todo” y “nada”, lo que sigue al totalitarismo cuando pierde sus atavíos es la soledad. Si se puede hablar de una soledad del poder (la experiencia del libertario es similar a la de los amigos del campeón), aquí estaríamos ante la soledad de la impotencia. Nos hallamos frente a los signos y simbolismos de una sorprendente (y vacía) soledad.

4. Hannah Arendt escribió su fundamental Los orígenes del totalitarismo, un texto repleto de claves interpretativas para fenómenos como el nazismo y el estalinismo. También es valioso leerlo entre líneas. Citamos un párrafo: “La semejanza más sorprendente entre las sociedades secretas y los movimientos totalitarios radica quizá en el papel del ritual. Las marchas en torno de la Plaza Roja de Moscú son, en este aspecto, tan características como las pomposas formalidades del Día del Partido en Nüremberg. En el eje del ritual nazi se hallaba la llamada ‘bandera de la sangre’, y en el centro del ritual bolchevique está el momificado cadáver de Lenin; ambos introducen en el ceremonial un intenso elemento de idolatría”. Y continúa: “Los ‘ídolos’ son simples recursos organizadores, familiares al ritual de las sociedades secretas, que también solían asustar a sus miembros en el silencio mediante símbolos aterradores e inspiradores de miedo. Es evidente que los hombres se mantienen unidos de forma más sólida a través de la experiencia común de un ritual secreto que por la simple coparticipación del mismo secreto. El hecho de que el secreto de los movimientos totalitarios esté expuesto a la luz del día no altera necesariamente la naturaleza de la experiencia”.

5. Hay un aspecto en el encuentro de Olivos y en la reacción del Gobierno ante las múltiples derrotas que tiende a encerrarse sobre sí mismo. El psicoanalista Sebastián Plut tiene un término para describir esta situación, que analiza en un reciente libro de la editorial Topia. El título, descriptivo por sí mismo, es “El autoerotismo libertario”. Plut aclara que autoerotismo no es lo mismo que masturbación y ofrece un ejemplo que podría ilustrar el estado actual del Gobierno: “La lógica autoerótica no es la de la masturbación. La lógica autoerótica permite que un bebé alucine un pecho, creyendo que se alimenta cuando, en realidad, no está comiendo nada. El bebé succiona su propio dedo y se convence de que le están dando de comer. Ese mecanismo es funcional si dura un tiempo, caso contrario, deviene en una perpetuación. Si se convierte en duradera, el sujeto queda atrapado en una paradoja enloquecedora, intentando creer algo que no es. Por eso, los adultos, para ilustrar que no nos dejamos engañar decimos: ‘yo no me chupo el dedo’.”

6. Enclaustrado en su propia tiniebla, “el chuparse el dedo” parece suplantar la acción de gobierno, describiendo, de alguna manera, un final, al menos de un estilo de gobierno.

7. Es pertinente recordar que Francis Ford Coppola realizó su propia adaptación de la novela de Conrad, trasladándola no a África, sino a Vietnam, en 1969. Todo está presente: el viaje, el horror, el movimiento del alma, la calva de Kurtz, el paraíso convertido en infierno. Además, incluye música de Wagner, poemas de Eliot y una palpable sensación de tragedia. El título de esta obra maestra cinematográfica puede interpretarse en clave política para entender la Argentina: Apocalypse Now.

*Jefe de Redacción del diario Perfil.

Déjanos tu comentario: