
En línea con las sanciones que impuso Estados Unidos y elreconocimiento de casi toda la región a Juan Guaidó como “PresidenteEncargado de Venezuela”, el Gobierno de Argentina analiza sumar presión alrégimen de Nicolás Maduro. En este caso, el canciller Jorge Faurie declaróayer, a la salida de una reunión de Gabinete, que la Unidad de InformaciónFinanciera (UIF) estudia hacer un seguimiento de los movimientos que tiene enArgentina la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y podría bloquearsus activos, tal como lo hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conlos u$s 7000 millones que estaban en su país.
En la actualidad, PDVSA tiene unaactividad muy limitada en la Argentina, ya que mediante la Petrolera del ConoSur apenas cuenta con 51 estaciones de servicio de la marca PDV Sur o Soldistribuidas entre Capital Federal y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
En 2018, PDVSA en Argentinaapenas vendió el 0,05% de naftas y gasoil que se expenden al público en lossurtidores, con 9 millones de litros comercializados. 2013 fue su mejor año delos últimos, ya que ahí tuvo un 1,8% de market share, con 388,1 millones delitros de combustibles vendidos.
La semanapasada, la UIF, que comanda Mariano Federici, había emitido un alertafinanciero contra más de 90 funcionarios chavistas y unas 20 empresas estatalesvenezolanas para cercar al gobierno de Maduro y advertir sobre los riesgos derealizar operaciones comerciales con las personas físicas y jurídicasobservadas.
Antecedentes
En el esplendor de los gobiernos de Hugo Chávez enVenezuela y Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, PDVSA llegó y se amplió enel país. En 2005, el ya fallecido presidente Hugo Chávez planeaba instalar unas600 estaciones de servicio de PDVSA en Argentina, mediante la Petrolera delCono Sur, que empezó a comprar a la estatal uruguaya ANCAP en 2006. Eran losaños en el que el petróleo rondaba los u$s 100 por barril y la soja los u$s 500por tonelada, y florecían ambas economías.
La idea de Chávez era expandirse enla región y vender combustible e infraestructura energética al kirchnerismo, enuna serie de varios acuerdos comerciales. El mayor negocio de PDVSA conArgentina fue la importación de gasoil y fuel oil en plena crisis energéticatras la llegada del kirchnerismo y el congelamiento de las tarifas, que derivóen una caída de la producción de gas y creciente fuga de divisas por la víacomercial. Cuando asumió Mauricio Macri como Presidente, se encontró con una deudade unos u$s 250 millones por estas compras.
En cambio, con el precio de lasmaterias primas por el piso, en 2017 Venezuela dejó de subsidiar a su filial enArgentina, y PDVSA perdió más de $ 100 millones. El gobierno de Chávez fueclave para auxiliar al kirchnerismo en momentos en que estaba cerrada la salidaa los mercados internacionales voluntarios de deuda. Venezuela compró entre2005 y 2008 unos u$s 5500 millones en títulos públicos para ayudar a laArgentina con su déficit fiscal.