Sábado, 11 de marzo de 2006   |   Municipales

Vecinos reclaman el servicio de gas natural

En Paraná conectarse al gas natural es difícil y cuesta alrededor de 2.000 pesos. Los barrios que aún no tienen el servicio quieren igual trato que las localidades del interior.
Mientras el Estado provincial anuncia inversiones por 6,8 millones de pesos para extensión de ramales y redes domiciliarias de gas en la Provincia, vecinales de Paraná siguen reclamando “tener las mismas oportunidades para gozar del servicio que las ciudades del interior”.
Según estimaciones de la Municipalidad de Paraná, más de 10.000 familias de la ciudad no tienen gas de red y conectarse les cuesta alrededor de 2.000 pesos a los hogares que están en las zonas adonde no llegó la tubería cuando se hizo la inversión original. En cambio, en el interior tener el gas en casa cuesta mucho menos: “entre 250 y 300 pesos”, informaron vecinos que vienen haciendo gestiones por el servicio desde principios de 2005.
La diferencia está en las distribuidoras. En el interior la distribuidora es GasNea, allí tuvo lugar la inversión más fuerte de parte del Estado y de la empresa privada. Hasta 2001, las redes de gas en Paraná fueron construidas con inversiones de la subdistribuidora Redengas (aunque a mediados de los ´90, el Estado también hizo inversiones en Paraná). Pero con la salida de la Convertibilidad, Redengas dejó de financiar la ampliación de redes por considerar que era muy difícil recuperar los gastos, a causa del “congelamiento” de tarifas y la insuficiente cantidad de clientes, pese a estar colocada la cañería básica (la gente no se podía conectar a pesar de tener el caño en la puerta).
A partir de ese año, Redengas impulsó el sistema de obras por terceros para los barrios que querían el gas pero que habían quedado afuera del tendido. Este complicado procedimiento -ver relacionada- les está saliendo cada vez más caro a los vecinos.

Autoridades de las vecinales Juan Pablo II, Los Gobernadores, Unidad, Santa María del Rosario, Loretto, Parque del Lago -del sudoeste-, Juan Vucetich y El Ceibo hablaron de su situación. “Le pedimos una audiencia urgente al gobernador Jorge Busti porque queremos el mismo trato que las localidades del interior. A mediados del año pasado, él nos recibió en Casa de Gobierno y se comprometió a buscar una solución”, comenzó diciendo Raúl Godoy, de Los Gobernadores. “Queremos el desarrollo de la ciudad de Paraná con el sistema gasífero. Se había hablado en un principio de una subvención del 30% de las obras compartida entre la Municipalidad local y la Provincia, pero con los costos que se manejan ahora, ese porcentaje no ayudaría en nada. Debería gestionarse un subsidio de la Nación”, señaló Sergio Pérez, de Unidad. Los vecinos entienden que la llegada de la red a las zonas que no tienen el servicio, como el sudoeste, va a propiciar el crecimiento de los barrios: hay comercios, como las panaderías y las rotiserías, que por los costos no pueden trabajar con gas envasado. “Por eso se van de nuestros barrios; prefieren instalarse cerca del centro”, comentó Pérez.

SIN CALEFACCIÓN

La ausencia de redes golpea a menudo a vecinos que viven en barrios alejados del centro y cuyos ingresos apenas alcanzan a cubrir la canasta básica. Los vecinos usan la garrafa solamente para cocinar: los calefones son eléctricos y es impensable calefaccionar la casa con un aparato a gas. “En mi casa somos cinco personas y usamos por mes dos garrafas, una de 15 (37 pesos) y una de 10 (25 pesos), solamente para cocinar”, ejemplificó Camilo Gaitán, de Juan Pablo II, que vive en Zanni al final. Mientras que una familia que tiene el servicio de la red “paga por mes 30 pesos de gas y lo usa para cocinar, para bañarse y para los calefactores”, comparó Angel González, de Juan Vucetich, una vecinal de la zona noreste que pudo acceder a la red cuando se tendió la tubería por Ayacucho hacia el barrio UPCN. En cuanto a la garrafa social, “en verano no la entregan, así que tenés que cocinar al sol”, dijo Estela Ferreyra y agregó que, “a la gente que cocina a leña, por disposición de la Municipalidad, no le corresponde”. Por otro lado, “familias que tienen ingresos por 400 pesos no tienen derecho al beneficio”, señaló Gaitán. Y reflexionaron que “los ingresos que van a subsidiar la garrafa social tendrían que dirigirse a hacer posible que esas familias puedan tener gas de red”. Por último, los vecinalistas entendieron que la inversión del Estado en la ciudad depende de “una decisión política. Nos cansamos de esperar. Queremos que el Gobernador nos reciba y nos dé una respuesta”, finalizaron diciendo.

El gas, por consorcio

Las obras para acercar el gas a los hogares en barrios adonde no llegó la red que tendió Redengas sólo se pueden hacer por terceros, y el costo recae en su totalidad sobre los vecinos. Los montos son elevadísimos y el trámite muy engorroso. En general, se aplica el sistema de consorcio por manzana, y si una familia no quiere pagar o no puede, el costo lo deben absorber las otras. EL TRÁMITE

Primero, la vecinal o el grupo de vecinos interesados debe presentar a Redengas una nota pidiendo el tendido de red. La empresa luego, contesta si es factible o no la extensión de gas (es decir, si puede proveer gas a la zona). Si es así, Redengas envía a la vecinal el proyecto de obra y los vecinos deben elegir una empresa que lleve a cabo el trabajo, previo cotejo de precios hecho por ellos mismos. El contrato con la empresa -que a menudo se hace por medio de consorcios- lo manejan también los propios vecinos. Una vez hecha, la obra pasa al patrimonio de Redengas para su operación y mantenimiento, y ésta a cambio les habilita 400 m3 de gas sin cargo a los vecinos que pagan la ampliación, no así a los que no la pagan. De todos modos, estos últimos pueden conectarse cuando deseen al caño que pasa por la vereda y que pagaron sus vecinos por ellos, situación que genera roces en los barrios.COSTOS. Hace una semana, después de un año de arduas diligencias, un grupo de vecinos de Padre Kolbe accedió al gas de red mediante el sistema de obras por terceros. En agosto pasado uno de ellos detallaba: “Nos sale 42 pesos el metro. A nuestra familia, que pase el caño por la vereda le cuesta, en total, más 150 pesos la conexión del caño maestro hasta el nicho, que es una la cajita que sale 40 o 50 pesos. La instalación privada adentro de la casa se hace aparte, y cuesta entre 500 y 1.000 pesos”. Hoy, se calcula que una casa debe disponer de 2.500 pesos para solventar la obra en la calle -en consorcio- y la instalación interna con tres bocas.

Para destacar

Asamblea permanente Las vecinales Juan Pablo II, Los Gobernadores, Unidad, Santa María del Rosario, Loretto, Parque del Lago, Juan Vucetich y El Ceibo se encuentran en asamblea permanente para lograr la extensión de la red de gas e invitan a sumarse a todas las vecinales de la ciudad. (El Diario)

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