Autoridades y docentes de la escuela de gestión privada Nº 118 Nuestra Señora del Luján reclaman a los vecinos de Paraná V mayor compromiso con la limpieza del barrio. Al lado de la institución, ubicada en Pacto Unión Nacional 1.050, existe un terreno baldío, y en el mismo se formó un minibasural. Al olor nauseabundo de los residuos, se suma la quema constante de basura. Los docentes aseguran que es imposible dar clases por el hedor que emana del lugar.
Según comentó a UNO Estela Zuiani de Luna, rectora del establecimiento educativo, el terreno es privado, y de tanto en tanto el dueño envía trabajadores a asear el lugar, pero al poco tiempo, como los vecinos continúan arrojando basura, se conforma nuevamente el mini basural. Esta situación repite desde hace ya varios años, según explicaron.“Desde hace un mes, los vecinos empezaron a prender fuego, queriendo subsanar la cuestión. Pero es peor el remedio que la enfermedad, porque no se puede dar clases por el humo tóxico de la combustión de plástico, goma y demás elementos de la basura”, dijo Héctor Valentini, preceptor de la escuela.
Las autoridades del establecimiento reclaman a los habitantes de la zona mayor conciencia sanitaria.“Pocos días después de que limpian el lugar, las bolsas vuelven a aparecer en el baldío”, contó el preceptor.También comentaron que personal municipal colocó un contenedor de basura en una de las extremidades del lote, “en vano, porque la gente continúa haciendo lo mismo”.
Incluso señalaron que el camión recolector de basura realiza dos recorridos diarios por el barrio.
Según comentó a UNO Estela Zuiani de Luna, rectora del establecimiento educativo, el terreno es privado, y de tanto en tanto el dueño envía trabajadores a asear el lugar, pero al poco tiempo, como los vecinos continúan arrojando basura, se conforma nuevamente el mini basural. Esta situación repite desde hace ya varios años, según explicaron.“Desde hace un mes, los vecinos empezaron a prender fuego, queriendo subsanar la cuestión. Pero es peor el remedio que la enfermedad, porque no se puede dar clases por el humo tóxico de la combustión de plástico, goma y demás elementos de la basura”, dijo Héctor Valentini, preceptor de la escuela.
Las autoridades del establecimiento reclaman a los habitantes de la zona mayor conciencia sanitaria.“Pocos días después de que limpian el lugar, las bolsas vuelven a aparecer en el baldío”, contó el preceptor.También comentaron que personal municipal colocó un contenedor de basura en una de las extremidades del lote, “en vano, porque la gente continúa haciendo lo mismo”.
Incluso señalaron que el camión recolector de basura realiza dos recorridos diarios por el barrio.
Solidaridad La directora explicó que son sus alumnos y los hijos de quienes arrojan basura al baldío que asisten a otras escuelas de la zona los que deben pasar por allí todos los días. “Por favor, pedimos a los vecinos que tomen conciencia del problema que genera la basura y nos ayuden a conservar un lugar sano y seguro para nuestros alumnos y sus propios hijos”, enfatizó. (Fuente: Uno)
