El reclamo no es ajeno a las poblaciones aledañas tales como barrio Kentenich, General Espejo, Paracao, Santa Lucía y Quintas del Sur.
Tomaron contacto con la Defensoría del Pueblo y solicitan que la Secretaría de Salud de la Provincia realice un estudio serio en la zona sobre cantidades totales de casos.
Consultado sobre el tema, el abogado Jorge Legascue, asesor y coordinador de la Secretaría de Salud de la Provincia, consideró válido que los vecinos soliciten ante ese organismo el estudio pertinente.
La población de la zona requiere, además, la erradicación de la antena de telefonía celular ubicada en el casco urbano y que se conforme con celeridad la comisión asesora y de evaluación dispuesta por el Concejo Deliberante, que permita la participación de los distintos sectores, garantizando de esta manera que no se proceda en el futuro a la colocación de nuevas antenas sin los estudios ambientales y de salud correspondientes.
Pasos jurídicos
Legascue pertenece a la comisión asesora de la Secretaría de Salud, trabaja en conjunto con el Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) y en la Dirección de Epidemiología en el relevamiento y estudio de situaciones preocupantes para la población.
“Hasta ahora nos hemos empeñado en tratar de encontrar una respuesta para la población preocupada por el aceite que derraman los transformadores de energía”, dijo y agregó: “Desconozco que se haya realizado algún estudio sobre los efectos de las antenas en la provincia. Es un saldo pendiente”.
En cuanto a cuál podría ser la intervención que realice la Secretaría ejemplificó que para el caso de los transformadores “logramos que la empresa de energía los quite o los reemplace. Habrá que ver qué se puede hacer con las antenas”.
Preocupación
Ricardo Fernández es presidente de la comisión vecinal Lomas del Sur, y desde 1998 trabaja para evitar que las antenas de telefonía sigan propagándose sin un estudio que indique si son nocivas o no para la salud.
“Hemos parado la instalación de casi 30 antenas en la ciudad”, explicó. Según Fernández, las antenas ya instaladas se están repotenciando, porque al multiplicarse el uso de los teléfonos celulares una misma antena es utilizada por diferentes empresas telefónicas como base de recepción y emisión. “La antena del barrio pertenece a dos empresas de telefonía. Nosotros sabemos que las repotencian porque vemos cómo colocan más aparatos”.
Cabe recordar que el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) se iba a expedir acerca de los daños de las ondas electromagnéticas que emanan. Mientras tanto recomendaron que no exista ninguna vivienda habitada al menos a 500 metros a la redonda.
En este sentido, el vecinalista consideró que “por lo menos, debe cumplirse el principio precautorio. Si una institución como la OMS recomienda que las antenas no estén cerca de zonas pobladas, es importante cumplir con esto, sobre todo porque aún no hay datos reales de los efectos que pueda causar este tipo de radiación al ser humano “, mencionó. (Fuente: Uno)




