Martes, 29 de julio de 2025   |   Campo

Una familia crea una yerba con el apodo de Milei, aunque su elección responde a razones distintas

Una familia crea una yerba con el apodo de Milei, aunque su elección responde a razones distintas

CÓRDOBA.- Un stand de yerba mate “León” captó la atención en el hall de La Derecha Fest, celebrado en la capital cordobesa. Se trata de un emprendimiento familiar de Oberá, Misiones, que “aprovecha” el marketing del apodo que se autoadjudicó el presidente Javier Milei. Esta coincidencia se presenta como una paradoja, ya que el nombre es, en realidad, un “homenaje” a Pedro Peczak, fundador del Movimiento Agrario Misionero, asesinado en 1976 por la dictadura. La yerba es elaborada por su familia.

En una conversación con LA NACION, Ian Bracamonte Sobol comenta: “Venimos de tres generaciones de yerbateros. Siempre hemos estado en la chacra, cultivando, en contacto con la naturaleza, luchando por mejores precios para los productores. Hace unos años, mi madre y mis tíos decidieron agregar valor y crear nuestra propia yerba. Los trámites comenzaron con el gobierno anterior, pero son largos y logramos regularizar todo con esta administración. El nombre ‘León’ ya estaba decidido. Nos beneficia que la marca coincida con su apodo, al igual que coincide con el Papa León XIV”.

“León” es también el apodo de su tío, Pedro, “un homenaje a su fortaleza y empeño”. Reconoce que están aprovechando el marketing que les genera el apodo de Milei, aunque también menciona: “También hemos recibido quejas y críticas del otro lado”. La presencia en la reunión libertaria es parte de esa estrategia de marketing. “Va en esa dirección. Es un negocio, la manera de progresar”, afirma.

Fue su bisabuelo materno, Cirilo Peczak -un inmigrante ucraniano- quien inició las plantaciones de yerba y té en Oberá a mediados del siglo pasado. Todo lo aprendió en Argentina. Su hija Ana y su nieta Gladys (hermana de Pedro) continuaron con el legado.

Cuentan con producción propia en 30 hectáreas, de las cuales obtienen alrededor de 30.000 kilos de yerba canchada y además colaboran con otros pequeños productores para satisfacer la demanda. Hace una década, decidieron centrarse exclusivamente en la yerba y dejaron de producir té.

“La familia decidió avanzar en la producción de una yerba propia debido a que el precio que reciben los productores no es justo -añade Bracamonte Sobol-. Es una producción libre de químicos y conservantes. Tardamos mucho tiempo en establecer la marca. Tenemos el proceso de molienda tercerizado y vendemos en todo el país, con distribuidores en diversas provincias”.

Destaca que tardaron en ingresar al mercado hasta cumplir con todas las exigencias legales y menciona que hay “mucha competencia desleal, muchos envasan en papel madera y lo comercializan como ‘yerba orgánica’ sin ninguna certificación, aprovechándose de los consumidores que no están informados”.

Con la gestión de Milei, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ha perdido facultades; dejó de establecer precios de referencia tanto para la hoja verde como para la yerba canchada, dos elementos fundamentales en las primeras etapas de la producción. Con el nuevo esquema, los precios son determinados libremente mediante acuerdos entre las partes involucradas.

“Seguimos siendo yerbateros -afirma Bracamonte Sobol-. Con la libre competencia, el precio para los productores no ha mejorado; hay una sobreoferta de yerba y mucho poder de los molinos al momento de fijarlo. Hay enojo entre los productores”.

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