El Fondo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) constituye una caja millonaria que los sucesivos gobiernos se encargaron de manejar de manera discrecional y repartir, en una mínima parte, a las provincias. El gobierno de Javier Milei no es la excepción: hasta agosto pasado solo repartió el 17% de este fondo y el resto lo mantiene retenido en las arcas del Tesoro. Por ese motivo, los gobernadores impulsaron el proyecto que ayer el Senado insistió tras un veto presidencial.
De acuerdo al último informe de la consultora Politikon Chaco, hasta agosto pasado los ATN totalizaban $611.074 millones; de ese monto distribuyó el 17,1% entre 14 provincias, es decir que queda un remanente sin ejecutar, en moneda corriente, por $506.574 millones.
La ley que ratificó el Senado tras rechazar el veto presidencial elimina la discrecionalidad política en la distribución de los ATN. Plantea un mecanismo automático de reparto acorde a la ley de coparticipación: establece que a la Nación le correspondería el 41,2% de ese fondo mientras que el 58,8% restante se repartiría entre las provincias según los coeficientes de coparticipación. Serían millones de pesos adicionales que recibirían diariamente todos los gobernadores mientras que la Nación solo retendrá un porcentaje, no ya la totalidad del fondo.
Los gobernadores sostienen que, después de todo, se trata de recursos provinciales. En efecto, se nutre del 1% de la masa coparticipable neta, a lo que se agrega un 1% de la porción coparticipable del Impuesto a los Bienes Personales. Quiere decir que el fondo se forma automáticamente a partir de la recaudación de impuestos que se sacan de la coparticipación, pero es el gobierno nacional el que discrecionalmente decide cuándo y a qué jurisdicción dirigir los recursos.
Originalmente este fondo fue concebido para atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de las provincias y el Ministerio del Interior es el encargado de su asignación. Empero, desde el gobierno de Carlos Menem en adelante los ATN fueron distribuidos de manera discrecional entre las provincias.
El gobierno de Milei siguió esta tendencia. En lo que va de su gestión solo 14 provincias recibieron ATN. El ranking es encabezado por Neuquén, y le siguen Salta, Tucumán, Buenos Aires, Santa Fe, Santa Cruz, Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Río Negro, San Juan, Mendoza, Misiones y Chaco.
Según resalta la consultora, este porcentaje de distribución de los ATN en estos ocho meses del año (17,1%) se ubica por encima de igual período del 2023 y 2024. Sin embargo, aclara, se mantiene por debajo de los niveles de los primeros años del gobierno de Alberto Fernández, cuando los estragos de la pandemia obligaron al gobierno nacional a abrir el grifo del gasto público.
Milei no sufre los embates de una pandemia pero sí la presión de los gobernadores y es por ello que, en el proyecto de presupuesto 2026, anticipa que habrá un mayor reparto de ATN entre las provincias el año próximo. Según figura en las planillas presupuestarias, el crédito asignado es de $569.426 millones, lo que implica una suba del 147% real respecto al crédito presupuestario vigente a la fecha.
La pregunta es si este gesto del Gobierno con las provincias será suficiente para aplacar la ofensiva opositora en el Congreso, donde la Cámara de Diputados deberá resolver si rechaza o no el veto presidencial a la ley de ATN, como hizo ayer el Senado. Por ahora los únicos gobernadores que mostraron cierta condescendencia fueron Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza), quienes pactaron alianzas electorales en sus provincias con los libertarios. Ambos mandatarios ordenaron a sus senadores abstenerse.