A su vez, en la vivienda, en el momento del siniestro, había seis personas."Había acomodado el enchufe de un alargue (zapatilla), para poner el equipo de música que compré. Hace una semana ya lo tenía enchufado”, contó Antonia Aguilar. En esa línea, prosiguió: “Mi hija Micaela, me despertó, ví que había mucha humareda, sólo atiné a fijarme en los chicos, para sacarlos. Como ya estaban todos afuera, entré a sacar la garafa, para no perjudicar más las cosas, para que no se hiciera más grande el fuego. Pensé en la familia que está al lado, para que no les pase nada a ellos”. “Se quemó todo, la heladera, el televisor, el equipo de música, la ropa”, manifestó. Asimismo, mencionó que hasta el abrigo que llevaba puesto, “me lo prestó una vecina, para taparme la espalda, porque nos quedamos sin nada”. En tanto, desde Defensa Civil le aseguraron que “la casa no se puede habitar”, porque las paredes quedaron afectadas con peligro de derrumbe. Antonia vivía en una vivienda de material, con techos de chapa, en una parte, y de tejas, en la otra. Mencionó que estaban a la espera de que los trasladen al Ejército, para estar allí, en forma momentánea. Sus hijos tienen 18, 16, 15 y 12 años. Uno de los chicos tiene capacidades diferentes y concurre a APANA. La mujer indicó que lo único que no quiere es que “a mis hijos los separen de mi, pido que nos mantengan unidos. Va a llevar tiempo arreglar la casa”. Para la gente que quiera ayudar a la familia, los teléfonos de vecinos de Antonia son: 4272464 y 154685221. La casa se encuentra ubicada frente al polideportivo del Barrio San Jorge.
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