En el inocente relato, la nena le habría dicho que el vecino jugaba con ella y le bajaba el pantalón y la ropa interior para luego manosearla y producirle todo tipo de abusos pero sin llegar a violarla. El supuesto agresor sexual le decía que la curaría de algunas dolencias inventadas.
El vecino, conocido en la zona de calle Los Dragones, era respetado por su supuesta advocación a la práctica religiosa como Testigo de Jehová.
Al enterarse de hecho, la madre procedió a denunciarlo en la comisaría de la jurisdicción. Inmediatamente la causa fue elevada al juez de Instrucción en turno, Ricardo Bonazzola quien dispuso la contención de la menor a través de un psicólogo judicial.
En tanto, vecinos informaron a Radio La Voz que el hombre tendría antecedentes en este tipo de accionar que aún no fueron probados. Del mismo modo, se hizo notar que el denunciado vive junto a su madre y una niña.
Por todo esto es que se sorprendieron porque desde la Justicia, más allá de las medidas previas administrativas, aún no se ha dispuesto la detención del sospechoso.
La madre denunciante, que se mostró muy afectada por la situación que padeció su pequeña hija: “Es un vecino que veo todos los días, al igual que mi hija, y eso me produce un dolor tal que me dan ganas de ir a matarlo de un balazo”.
Tambié especificó a este diario que “por el momento me contengo porque estoy esperando que actúe la Justicia, pero no sé hasta qué momento podré controlar el tener que aguantarme de tomar Justicia por mano propia”, referenció acongojada la mujer afectada por el suceso que le confió la pequeña.