
CÓRDOBA.- Para que la eliminación de las retenciones al trigo y al maíz resulte fiscalmente neutra —un dato clave teniendo en cuenta la decisión del gobierno nacional de no resignar superávit fiscal— la producción de trigo debería aumentar 19% y la del maíz 18%. Ambos porcentajes son “posibles de alcanzar”, señala Adrián Gutiérrez Cabello, analista del Centro de Economía Regional (CERE) de la Universidad Nacional de San Martín.
Con la lupa puesta en el trigo, la campaña 2024/2025 alcanzó un total de 18,5 millones de toneladas, con una superficie cosechada cercana a 6,2 millones de hectáreas y un rendimiento promedio de 2,9 toneladas por hectárea. Según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las exportaciones rondarían los 11,6 millones de toneladas.
Con los precios FOB del mes pasado, ese volumen representa aproximadamente US$2.620 millones y cerca de US$250 millones en retenciones.
El experto calcula que la producción de trigo genera, de manera directa —por la compra de insumos, los servicios, la posterior comercialización y el transporte tanto al mercado interno como al de exportación— recursos fiscales nacionales por $565.600 millones, sin considerar la recaudación indirecta que proviene del resto de las actividades productoras de bienes y servicios. En términos globales, aportaría $909.000 millones a la recaudación nacional, además de $145.000 millones por Ingresos Brutos provinciales (tomando como referencia la alícuota vigente en Buenos Aires). En total, $1054 billones.
En ese contexto, la quita de retenciones al trigo tendría un costo fiscal cercano a los $145.000 millones. Gutiérrez Cabello advierte que la diferencia se explica porque el incremento de los precios internos del trigo que implicaría la medida generaría mayor recaudación por IVA, Créditos y Débitos Bancarios y Ganancias.
El experto estima que la producción de trigo genera directamente por la compra de insumos, servicios, posterior comercialización y transporte tanto al mercado interno como de exportación recursos fiscales nacionales por $565.600 millones. Getty Images
Con esos números, la producción debería crecer cerca del 19%, hasta ubicarse en torno a las 22 millones de toneladas —el récord de la campaña 2021-2022 fue de 22,15 millones de toneladas— para que el impacto fiscal quede compensado. Además, aumentaría la recaudación provincial tanto por la coparticipación como por Ingresos Brutos.
“Las aproximadamente 3,5 millones de toneladas representarían un impulso en la economía cercano al 0,12%, que si se destinan a la exportación implicaría US$790 millones -añade el analista-. Los fletes equivaldrían a 785.000 camiones, 124.600 vehículos más, y la demanda de gasoil alcanzaría los 178 millones de litros, con un extra de 28.238.362 litros. Es decir, no solo se dinamiza la actividad rural, sino que también se traslada en forma directa e indirecta al resto de los sectores productivos”.
En cuanto al maíz, la campaña vigente se estima en 52 millones de toneladas de grano comercial, con una superficie sembrada de alrededor de 9,2 millones de hectáreas y un rendimiento promedio cercano a siete toneladas por hectárea. Las exportaciones se proyectan en 31,5 millones de toneladas (61% del total producido). Con los precios FOB del mes pasado, ese excedente implicaría ventas al exterior por cerca de US$6.300 millones y casi US$600 millones de recaudación por retenciones.
Toda la cadena del maíz aportaría recaudación nacional por $2127 billones y $381.000 millones por Ingresos Brutos. Bajo esos supuestos, la eliminación de las retenciones implicaría una pérdida de $307.000 millones. Al igual que en el caso del trigo, la suba de precios en el mercado local se traduciría en mayor recaudación por IVA, Ganancias e Impuestos Créditos y Débitos.
En maíz, con una mayor producción se harían unos 2,19 millones de viajes desde el campo o centros de acopio hasta el puerto o la industria y la demanda de gasoil sumaría 381,6 millones de litros. Marcelo Manera
Gutiérrez Cabello sostiene que la producción de maíz debería aumentar 18% respecto de la campaña 2024-2025 para que la eliminación de las retenciones resulte neutra. Tendría que llegar a 61,4 millones de toneladas, un volumen apenas superior a los 60,5 millones de la campaña 2020-2021.
Ese incremento de 9,4 millones de toneladas explicaría un crecimiento de la economía del 0,3% si ese volumen se comercializa en el exterior; destinado a exportación, generaría divisas por US$1.880 millones. Además, supondría unos 2,19 millones de viajes desde el campo o los centros de acopio hasta el puerto o la industria —es decir, 335.714 viajes adicionales— y elevaría la demanda de gasoil hasta 381,6 millones de litros, con un extra de 58.421.368 litros.