Miércoles, 27 de agosto de 2025   |   Campo

Un emprendedor invita a invertir US$9000 en la industria del vino, con clientes destacados en el mundo de la música

Un emprendedor invita a invertir US$9000 en la industria del vino, con clientes destacados en el mundo de la música

CÓRDOBA.- Con una inversión de US$9000 es posible tener un vino propio, diseñado a medida. En Argentina se encuentra la única empresa que ofrece “vinos llave en mano”. CrowdFarming.Wine, que lleva siete años en el mercado, fue fundada por el mendocino Francisco Evangelista, un ingeniero agrónomo con una extensa trayectoria en la industria vitivinícola. Su portafolio incluye 84 proyectos y alrededor de 450 etiquetas.

La familia de Evangelista ha estado siempre relacionada con el mundo del vino; poseen un viñedo en Luján de Cuyo (Mendoza) y su padre trabajó en diversas bodegas. Tras obtener su título, Evangelista se trasladó a California (Estados Unidos), donde se especializó en enología. Había decidido establecerse allí hasta que regresó a Argentina para tramitar su visa, momento en el que conoció a unos inversores estadounidenses que estaban desarrollando un proyecto de plantación de viñedos y producción.

“Me trajeron de Estados Unidos a Mendoza y me quedé; estuve 15 años con ellos, pero en 2015 comencé a planear mi salida, que se materializó tres años después”, le cuenta a LA NACION. Atraído por consultas de diferentes interesados en vinos, surgió la idea de CrowdFarming.Wine. “Me cansé de escuchar a personas frustradas con la industria o descontentas con el proceso productivo -comenta-. Es una actividad hermosa y apasionante, pero no es para todos. Conociéndola desde dentro, decidí crear toda la plataforma y ofrecer un soporte integral a quienes desean elaborar vinos”.

La inversión inicial de US$9000 equivale a 282 botellas del vino icon tinto (el más costoso); cada categoría tiene un mínimo de botellas distinto. “Es muy variado y aunque intentamos estandarizar el servicio, no se puede. Cada cliente requiere un tratamiento personalizado; colaboramos estrechamente con Victoria Pons, la enóloga. Para cada uno definimos una hoja de ruta, el ADN del vino”, explica Evangelista.

El experto estuvo en Córdoba para la presentación oficial de “Akasha”, el proyecto vitivinícola que desarrolla junto a Pedro Aznar. No es el único músico involucrado; también trabajan con figuras como Daniel Melingo, Maxi Trusso y Juanchi Baleiron, además de iniciativas dirigidas a empresas y profesionales. Sus clientes provienen de todo el mundo; hasta antes de la pandemia, estaban principalmente en Brasil, Estados Unidos y Argentina. “Los locales han crecido considerablemente desde 2022”, señala.

La empresa posee tres pequeños viñedos y además mantiene acuerdos con otros productores de Mendoza, la Patagonia, Salta y San Juan. Trabajan con unos 30 varietales diferentes, además de sus blends.

En los vinos que producen son posibles de encontrar varietales como Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Carignan, Grenache, Tempranillo, Sangiovese, Petit Verdot, Bonarda, Cabernet Franc, Nebbiolo, Teroldego, Marselan, Pinot Noir, Tannat, Mourvèdre, Montepulciano, Petite Syrah, Carmenere, Chardonnay, Alvarinho, Sauvignon Blanc, Torrontés, Riesling, Saint Jeannet y Chenin.

Aznar lanzó su propio vino, estudió y se formó en enología.

El concepto “llave en mano” no solo implica la elaboración del vino, sino también la elección, siempre en conjunto con el cliente, del tipo de botella (diseño, colores), etiqueta, apertura de una cuenta en Instagram, publicación de fotos e ingreso del producto al mercado. Por supuesto, cada cliente puede llevar su producto hasta donde desee.

“Lo que buscamos es que, en el proceso, cada cliente desarrolle su propia identidad y sea más autónomo -comenta el empresario-. Muchos llegan con el vino que les gusta y expresan su deseo de tener uno así”. Destaca que uno de los factores diferenciales es la capacidad de ofrecer una “extraordinaria variedad de vinos”.

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