
Ramiro Héctor Nieto, presidente de Nea Capital Creativo SA, ha presentado una oferta para adquirir las acciones de la Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa que editaba "El Diario" de Paraná y que se encuentra en concurso preventivo desde 2018, bajo la dirección del juez Ángel Moia del Juzgado Civil y Comercial Nº 9.
El 17 de octubre, Nieto formalizó su propuesta a Difutec SA, que cumplió con todos los requisitos legales necesarios para que la Justicia le otorgue el control total de SAER. Difutec, responsable de los diarios Uno, de Santa Fe y Entre Ríos, así como La Capital, de Rosario, se involucró en el proceso el 25 de agosto de 2021 con la intención de adquirir el paquete accionario de SAER.
Nieto ha señalado diversas dificultades en el concurso, respaldadas por el juez Moia. En particular, menciona que el 21 de octubre de 2024, a pesar de las inconsistencias contables encontradas y las dificultades expresadas por la concursada (SAER) para afrontar los costos de elaboración de balances, el Juzgado determinó la valuación de la empresa en $1.106.301.607,39. Esta suma corresponde a 9000 acciones, cada una valorada en $122.922,40, y anunció el inicio del período de concurrencia.
Luis Félix Zahorí Etchevehere, último director de "El Diario" con ese apellido, falleció el 6 de septiembre de 2009. Menos de un año después, el 25 de agosto de 2010, se concretó lo que muchos temían: la venta de la mayoría de las acciones del renombrado matutino entrerriano a Nea Capital Creativo SA, que pasó a controlar el 66% de las acciones de SAER.
Encabezando este nuevo grupo estaba Walter Grenón, originario de Santa Fe y dueño de Red Mutual, quien asumió las riendas del negocio editorial durante solo dos años. En 2012, Ramiro Nieto, también de Rosario, tomó el mando de Nea Capital Creativo, y se dice que aún posee el 66% de las acciones, mientras que el resto pertenece a Leonor María Magdalena Barbero Marcial y sus hijos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.
El conflicto no se centra solo en un medio de comunicación; “El Diario” se ha convertido en un simple soporte para un negocio inmobiliario. En 2024, Difutec SA solicitó que se liberen de inmediato mandamientos para que la concursada “tome posesión efectiva” de propiedades que forman parte del patrimonio de la empresa pero que no están siendo utilizadas. La representante legal busca proteger los intereses de la entidad financiera en caso de que obtenga finalmente las acciones del centenario periódico.
Entre los activos no utilizados figuran terrenos en Mojones Norte, Pueblo El Carmen y una finca rural en Alcaraz Primero. Difutec aspira a hacer una compra favorable: adquirir una empresa en dificultades que posee activos inmobiliarios cuyo valor supera en tres veces y medio la suma total de sus deudas. Sin embargo, se opone a este planteamiento la familia Etchevehere, que argumenta que esas propiedades les pertenecen como legado de una distribución anterior de utilidades. Más de 80 empleados despedidos observan atónitos este culebrón judicial que se desarrolla en los Tribunales.
“El Diario
tiene más propiedades que el aloe vera”, comenta con ironía un abogado, quien mantiene ciertos intereses en SAER. La situación de la Sociedad Anónima Entre Ríos ha dejado de ser un secreto a voces; la empresa sobrevive con un “respirador artificial” que alarga el proceso del concurso de acreedores iniciado en 2018, y aún no se ha decidido quién gestionará su valioso patrimonio inmobiliario. Recentemente, han surgido disputas legales en el expediente que avanza en el despacho del juez Moia.
La historia comenzó en junio de 2018, cuando SAER, editora de "El Diario", pidió a la Justicia ingresar en concurso de acreedores, alegando insolvencia tras despedir a más de 80 trabajadores sin indemnización y con tres meses de salarios adeudados. Esta situación fue el resultado de una gestión complicada por el cambio de propietarios y la fluctuación de una línea editorial que había socavado el modelo de negocios.
Tras el fallecimiento de Luis Félix Zahorí Etchevehere en 2010, sus hermanos y socios, Arturo Roosevelt e Ivar Julio (Raucho), vendieron sus participaciones en la firma a NEA Capital Creativo SA, con Walter Grenón a la cabeza. Este financista llevó a cabo algunas transacciones poco claras con los herederos de Zahorí, lo que condujo a una denuncia por vaciamiento, supuestamente con la intención de perjudicar a Dolores Etchevehere, hija de Luis Félix, quien acusó a su familia de excluirla de la sucesión.
Finalmente, Grenón se apartó y Ramiro Nieto asumió el liderazgo de Nea Capital Creativo, momento en el cual comenzaron los despidos. Durante el concurso, Nieto buscó incorporar a Nahuel Caputto, dueño del grupo de diarios "El Litoral" de Santa Fe, en una tentativa de cogestión que fracasó. Caputto terminó retirándose tras realizar negocios cuestionables y dejó al estudio jurídico vinculado a la administración del concurso.
SAER, dependiente únicamente de una generosa pauta oficial, ha sobrevivido a duras penas, cerrando redacciones y oficinas. Actualmente, solo un puñado de empleados trabaja desde casa, con salarios atrasados de hasta seis meses. La compañía no ha logrado acuerdos para saldar las deudas laborales y las obligaciones con sus acreedores, lo que la ha llevado a una situación crítica. En julio de 2021, el juez abrió una última posibilidad de “rescate” mediante un cram down power, permitiendo que un tercero pueda capitalizar la empresa para evitar su quiebra. La única interesada ha sido Difutec, liderada por Gustavo Santiago Scaglione.
Durante los últimos tres años, el expediente ha experimentado una serie de vaivenes que han retrasado tanto el rescate como la decisión de iniciar el proceso de quiebra. Esta prolongación no es inocua, ya que beneficia tanto a los concursados como a los rescatistas al permitirles dilatadas negociaciones que minan el bienestar de los ex trabajadores en espera de compensación.
Recientemente, se ha conocido que Difutec SA presentó una solicitud ante el juez Moia para que todos los bienes de SAER sean incorporados al inventario, de modo que su valor pueda ser estimado de manera correcta y así realizar una oferta concreta por las acciones de la empresa. Este pedido se basa en el descubrimiento de propiedades que no están bajo el control efectivo de SAER y que, por ende, son utilizadas para el beneficio personal de algunos accionistas actuales.
La abogada Florencia Granetto, representando a Difutec SA, ha observado que en la valuación oficial, el perito designado, José María González, ha incluido una serie de inmuebles que no son propiedad de SAER. Esto lleva a Granetto a solicitar de forma urgente que se le otorgue a la concursada la “posesión efectiva” de un terreno en Mojones Norte y otros inmuebles que han sido localizados en el inventario del concurso.
Difutec busca proteger su inversión. Según el tasador oficial, SAER tiene un patrimonio inmobiliario estimado en $1.641.920.091 (u$s 1,3 millones), frente a pasivos que ascienden a $483.460.839, lo que significa que la empresa posee activos que superan en casi tres veces y media sus deudas por despidos sin causa.
El 9 de septiembre, tras notificar a las partes involucradas, los abogados de la familia Etchevehere manifestaron su oposición a la solicitud de Difutec. Argumentan que SAER, en la actualidad, solo tiene el carácter de titular registral de esos inmuebles, pues se desprendió de ellos en 2000 durante la distribución de utilidades. Presentan como evidencia copias de asambleas de socios, documentos de declaración de herederos de Luis Félix, la cesión de acciones de Dolores Etchevehere a su madre en 2010, y un acuerdo privado en 2018.
(Fuente: Entre Ríos Ahora)