Martes, 27 de junio de 2006   |   Policiales

Un adolescente detenido por el crimen en el Parque Urquiza

Quedó alojado en la División Minoridad un joven de 17 años a quien los investigadores de la División Homicidios habían logrado cercar en los últimos días, con relación al homicidio de Mario Santagate.
| M.A.Tras haberse logrado una serie de datos en base a fundamentales testimonios que ayudaron a echar luz sobre el robo seguido de homicidio en la persona de Mario Santagate, se realizó entre las últimas horas de la tarde y las primeras de la noche de ayer un procedimiento en barrio Maccarone.
El supuesto coautor de la agresión se domicilia en ese populoso barrio y al sentir la presión policial –cuyos efectivos, al estar seguros de que estaba allí, comenzaron a rodear la casa, mientras esperaban la orden de captura firmada por el juez de Instrucción–, el padre del muchacho buscado optó por entregar a su hijo, quien comenzó a ser asistido por el abogado Guillermo Vartorelli.

EL HECHO. El pasado 21 de junio, luego de diez días de penosa agonía, dejó de existir Mario Antonio Santagate, de 47 años, quien fue encontrado gravemente herido en el Parque Urquiza de nuestra ciudad, en horas de la madrugada del domingo 11 de junio pasado. De acuerdo a lo que se sabía hasta hace algunos días, Santagate había salido de su domicilio particular, en calle Panamá y de acuerdo a las versiones que posteriormente dieron sus familiares, tenía intenciones de pasear caminando con su perro, tomando como opción la zona del parque en la que alguna vez existió un local gastronómico. Una estampa clásica de esa zona es un puente sobre la calle que llega hasta la rotonda, que une también a la calle de El Rosedal y la Avenida Rivadavia. Justamente sobre ese puente se habría encontrado Santagate la noche del sábado 10 cuando fue sorprendido por asaltantes que le robaron su reloj y otras pertenencias, y no conformes con saquearlo, lo tiraron de cabeza hacia el asfalto, provocándole heridas gravísimas. El hombre quedó muy malherido, pero no obstante eso, con sus últimas fuerzas pudo arrastrarse hasta ser visto por una pareja que se encontraba en las inmediaciones. Lo que se mantuvo en reserva en esos días fue que la esposa de Santagate había logrado escuchar algunos datos referidos a los autores del hecho que la misma víctima manifestó en su lecho de agonía. Fue así que se supo que además del reloj le sustrajeron algunas prendas, entre ellas la campera, cosas que pocas horas después, entre algunos conocidos delincuentes que se esconden en barrio Maccarone, estaban ofertando.

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