El sábado a la noche le quitaron el vehículo y le aseguraron que podría retirarlo durante la mañana de ayer. Pero cuando concurrió al galpón municipal le dijeron que hasta el martes no le podían cobrar los gastos de traslado y tampoco entregarle el automóvil. Sebastián Schiadi vive en Buenos Aires y aprovechó el fin de semana largo para visitar algunos familiares en Paraná.El sábado a la noche salió a comer y cuando regresaba, manejando un auto prestado por un pariente, fue detenido por inspectores que le practicaron el control de alcoholemia. Como había consumido algo de vino durante la cena, el resultado le dio una décima sobre lo permitido: 0,6 cuando el máximo autorizado es 0,5.Como consecuencia, le incautaron el auto y se lo llevaron a un garage municipal pero le aseguraron que a partir de las 7 de ayer podría retirarlo. Sin embargo, cuando fue a buscar el coche le respondieron que recién se lo entregarían mañana martes porque durante todo el fin de semana no habría ningún funcionario que pudiese cobrarle los 50 pesos de gastos de traslado.Por eso, si no se soluciona el inconveniente, Schiadi deberá quedarse obligatoriamente en la ciudad hasta poder pagar el arancel, recuperar el vehículo y devolvérselo a su dueño, aunque ello implique desatender sus obligaciones laborales en Buenos Aires. Schiadi dejó en claro que él no cuestiona los controles de consumo de alcohol para conductores, ni siquiera el acta que le labraron por estar excedido en los niveles autorizados.“Lo que está mal es que ni siquiera me dieron la oportunidad de llamar a alguien para que vaya a buscar el auto”, explicó.Inclusive, estimó que se le podría haber concedido la posibilidad de continuar en el coche el tiempo necesario hasta que el examen arroje los resultados que se exigen, tal cual lo establece la ley nacional de tránsito.Contó que una vez que le dieron el resultado llamó a su abogado quien le aconsejó que esperase arriba del coche hasta que fuese alguien a retirarlo.“Me pueden prohibir manejar si he consumido alcohol pero no me pueden quitar el auto porque el coche no cometió ninguna infracción”, remarcó.Aún así, los empleados municipales le pidieron que baje del automóvil y luego se lo llevaron sin darle tiempo a que requiriese de la ayuda de otro conductor.“Cuando me quejé me dijeron que no me hiciese problema porque al otro día a las 7, bien temprano por la mañana ya me lo iban a entregar. Sin embargo, cuando hoy (por ayer) fui a buscarlo la gente que estaba atendiendo me dijo que no me podían cobrar el gasto de traslado porque no están autorizados; que tienen instrucciones de no molestar a ningún funcionario durante el fin de semana largo; y que si yo quería que me comunicase con el juez de faltas”, relató indignado el turista.Con respecto a esa sugerencia, Schiadi razonó: “¿Por qué tengo que llamar yo al juez si el auto no está involucrado en ninguna infracción? El problema es el consumo de alcohol y por eso ya labraron el acta correspondiente que luego tendrá su resolución. Por eso es totalmente ilógico que me retengan el coche”, manifestó finalmente. (El Diario)
