Sábado, 11 de octubre de 2025   |   Internacionales

Tropas estadounidenses llegan a Israel para sumarse a la fuerza internacional que supervisará el alto el fuego en Gaza

Son horas claves en Medio Oriente. Ya comenzó el alto al fuego, las fuerzas israelíes empezaron a replegarse y un contingente integrado por EEUU, Qatar, Egipto y Turquía se prepara para garantizar la tregua y la liberación de los rehenes israelíes que llevan más de dos años secuestrados
Tropas estadounidenses llegan a Israel para sumarse a la fuerza internacional que supervisará el alto el fuego en Gaza

Desde Tel Aviv.- Anoche comenzó a llegar a Israel un primer contingente de 200 soldados norteamericanos, procedentes de Estados Unidos y de bases en Medio Oriente, bajo la coordinación del almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central de Estados Unidos. El propósito central de este despliegue es establecer un centro de control conjunto e integrar a militares egipcios, cataríes, turcos y, posiblemente, emiratíes en una base situada en Egipto, según relataron fuentes de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Esta operación, enmarcada en un acuerdo negociado directamente por Donald Trump, pretende garantizar la liberación de rehenes y el repliegue parcial de las fuerzas israelíes en Gaza, con el objetivo de evitar una nueva escalada del conflicto.

Las autoridades estadounidenses aclararon que no está previsto que sus tropas ingresen en la Franja; su misión será coordinar y facilitar la supervisión del alto el fuego junto a la IDF y los demás actores implicados. Fuentes militares israelíes confirmaron a Infobae que la fuerza internacional tendrá como base Egipto, desde donde se gestionarán las operaciones de supervisión y el enlace con las autoridades israelíes y con referentes palestinos.

La llegada de estas tropas norteamericanas alivió en parte a los familiares de los rehenes israelíes, que contienen la respiración desde hace dos años y por fin ven cercana la posibilidad de reencontrarse con los suyos. Para las familias de los secuestrados, sólo Trump puede traerlos de vuelta. En entrevista con Infobae, Itzik Horn, padre de uno de los rehenes argentinos, Eitan, expresó: “El éxito tiene un solo padre, un solo padre que se llama Donald Trump. Y eso es lo que me da a mí y a todos nosotros cierta tranquilidad”.

Esa percepción se repite entre otros familiares. Raz Ben Ami, sobreviviente de Hamas, contó a Infobae que, durante su reunión con Trump en Washington, ella y otros allegados le pidieron al mandatario que alcanzara un acuerdo sin prolongar el uso de la fuerza: “Queremos que vuelvan todos los secuestrados, vivos o muertos”. Para estas familias, la intervención directa del presidente estadounidense fue decisiva para destrabar las negociaciones y avanzar hacia la liberación de los cautivos.

El proceso de alto el fuego y liberación de rehenes ya está en marcha: las fuerzas israelíes comenzaron a replegarse progresivamente hacia líneas de despliegue previamente acordadas, manteniendo el control de aproximadamente el 53% del territorio de Gaza, principalmente en zonas no urbanas y en la franja fronteriza con Egipto. El acuerdo establece que, en un plazo máximo de 72 horas tras la retirada militar, Hamas debe liberar a los 48 rehenes que mantiene en su poder, comenzando por los 20 que se cree siguen con vida. La Cruz Roja Internacional será la encargada de recibir a los rehenes y trasladarlos a las fuerzas israelíes, que los conducirán a la base militar de Re’im para una primera evaluación médica y psicológica, antes de su reencuentro con familiares en hospitales de Israel. Esta vez Hamas se comprometió a no montar un show como hizo con los otros liberados.

En el caso de los cuerpos de rehenes fallecidos, serán entregados a las autoridades israelíes en Gaza, donde se realizará una breve ceremonia y un proceso de identificación forense.

Para los familiares, esta parte del acuerdo es una de las más delicadas. Temen que no les devuelvan todos los restos… Hamas ya adelantó a los mediadores que desconoce la ubicación de algunos cuerpos, lo que podría demorar la entrega.

Israel exigió que la liberación se haga en una sola fase, aunque mostró disposición a aceptar una entrega escalonada, siempre que se complete dentro del plazo acordado, previsto para el mediodía del lunes. Si Hamas no cumple con la liberación en el tiempo estipulado, el gobierno israelí considerará que se ha violado el acuerdo de alto al fuego.

Anoche, Trump manifestó su confianza en que el alto el fuego se mantendrá porque “todos están cansados de luchar”. El presidente también afirmó que el acuerdo representa “un gran trato para Israel, pero también para todos”, y anticipó que los rehenes serían liberados el lunes, aunque otras fuentes mencionan la posibilidad de que la liberación se adelante al domingo.

Se espera la llegada del norteamericano a Israel para ese mismo lunes, donde hablará ante el Parlamento. Probablemente mantendrá un breve encuentro con familiares de secuestrados y terminará su jornada en Medio Oriente reunido en Egipto con líderes árabes. Este acuerdo y su “abrazo de oso” a Benjamín Netanyahu le dieron al premier israelí un respiro político frente a su población.

Lo que aún no está claro es la lista de los terroristas palestinos que serán liberados como parte del trato. Hamas insiste en la excarcelación de jerarcas senior del grupo como Marwan Barghouti y Ahmad Saadat, una demanda que las autoridades israelíes han rechazado públicamente. A pesar de esas diferencias, Hamas, la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina anunciaron su disposición a cumplir con el alto el fuego y la liberación de rehenes, aunque las negociaciones sobre la excarcelación de prisioneros continúan.

El futuro político de Gaza y la exigencia de desarme de Hamas son la otra gran incógnita de este acuerdo. En Israel pocos creen que Hamas entregue todas sus armas: las armas son el eje central de su ideología y, además, si quedan fuera del control de la Franja, el panorama podría volverse hostil incluso entre aliados.

“Se entregan a los rehenes, ingresa ayuda humanitaria y después vemos”, zanjó Trump cuando le preguntaron por el futuro de Gaza y la posibilidad de un Estado palestino. La decisión deliberada de no explayarse en ese tema, otra de las grandes incógnitas que trae aparejado este acuerdo, subraya su fragilidad. La reconstrucción de Gaza —destruida en un 80% por la ofensiva israelí— y la definición de su futuro político son, sin duda, el desafío más inmediato.

El desenlace de este acuerdo podría abrir la puerta a una etapa distinta en la región, con la posibilidad de una paz más estable o, al menos, de una tregua significativa en un conflicto que se prolonga desde hace más de siete décadas.

Déjanos tu comentario: