La siembra de maíz comenzará en poco más de dos meses, según el calendario. Tras una campaña complicada por la disminución del área debido a la chicharrita, existen nuevas expectativas para 2025/2026. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por ejemplo, prevé un aumento del área en la región núcleo de 170.000 hectáreas, alcanzando un total de 1,8 millones de hectáreas. Aunque no se recuperarán todas las hectáreas perdidas durante el ciclo 2024/2025, se ha tocado fondo y ahora se vislumbra un crecimiento. Este tema fue abordado por LA NACION con diversos expertos del sector durante el reciente Congreso de Maizar.
“La caída del ciclo anterior, esperamos compensarla este año con un 20% de crecimiento; consideramos que será una buena campaña, alcanzando valores normales en el cultivo de maíz”, afirmó Ricardo Pancelli, gerente de Relaciones Gubernamentales y Registros de BASF.
Si bien en la actualidad los excesos hídricos en algunas regiones están atrasando la siembra de trigo, para la campaña de maíz una buena reserva de humedad puede resultar beneficiosa, como reconoció el mismo ejecutivo. “Podría ser un buen año para la campaña gruesa, y por supuesto, eso incluye al maíz”, señaló. En ese sentido, destacó que, en términos de tecnología, “hay un gran potencial para lograr altos rendimientos”. El productor, en este contexto, cuenta con la mejor genética para alcanzar esos resultados óptimos.
El impacto de la chicharrita, que había sido un desafío, parece estar controlado tras los avances en el manejo de la plaga. Sin embargo, persisten otras preocupaciones, como las retenciones. “El productor actualmente está reflexionando sobre lo que sucederá con los derechos de exportación; está considerando varios factores, pero en general vemos un panorama positivo para el maíz”, comentó.
BASF, conocida como un proveedor líder en fitosanitarios, también integra ahora un portafolio de híbridos. Cabe recordar que la empresa adquirió los activos que Bayer tuvo que desinvertir tras la compra de Monsanto.
“Contamos con un portafolio completo, incluyendo el lanzamiento de dos nuevos híbridos de alto potencial de rendimiento, muy estables en diversos ambientes, que es lo que se busca actualmente; queremos seguir consolidando nuestra posición en el mercado de semillas. Por ello, estos dos nuevos híbridos se suman a otros tres ya existentes”, indicó. Así, BASF presentó los híbridos BASF 5575 VT3P y 5747 VIPTERA 3 CL.
Otro aspecto destacado por la empresa gira en torno a las soluciones digitales orientadas a optimizar el cultivo. Entre estas propuestas se encuentran Xarvio y Field Manager. Gracias a estas alternativas, es posible no solo mapear malezas, sino también realizar siembra y nutrición variable.
La empresa está convencida de que, además de las estrategias para mejorar la performance del cultivo, es crucial estar atentos a otros desafíos, como las fluctuaciones climáticas.
“Hay desafíos que nos impactan a todos, como los grandes cambios climáticos; así como la gestión del agua, un aspecto crítico para el maíz. También la sustentabilidad es fundamental; ya no podemos hablar de un cultivo sin incluir la sustentabilidad. Me refiero a un uso seguro de productos, a reducir la huella de carbono y a optar por productos más sustentables y amigables con el medio ambiente”, expresó.
Desde NK Semillas, también muestran optimismo respecto de la próxima campaña de maíz, tal como lo describió Raúl Paillot, gerente comercial de la marca. “Iniciamos la campaña hace dos meses, y la comparativa con el año pasado es mucho más favorable, con un notable aumento en la intención de siembra; estimamos un 20% de recuperación del área”, destacó. “Quizás no alcancemos los niveles de siembra del ciclo 2023-24, pero se prevé un 20% de recuperación. Según datos que obtuvimos de clientes y de nuestra fuerza de ventas, se sembraría un millón de hectáreas más que en la campaña 2024-25”, agregó.
El ejecutivo subrayó la relevancia del maíz en la rotación agrícola de los productores, destacando que “el margen bruto para sembrar maíz es favorable en comparación con otros cultivos”. Además, se anticipa un año de condiciones neutras a Niño, lo cual resulta alentador para la campaña.
“En NK desarrollamos nuevos híbridos. Estamos equilibrados entre híbridos templados y mantenemos en nuestro portafolio sangre tropical, que ha respondido bien en el norte con Spiroplasma. Ahora nos enfocamos en continuar creciendo”, comentó.
Entre otros productos, la marca ofrece el NK 842 Viptera 3, que se cultiva prácticamente en todo el país con “resultados excelentes”. También el NK 825 Viptera 3 CL, que se presenta como el primer CL de la firma, ofreciendo una nueva herramienta para el control de malezas.
En este marco, la empresa se enfoca en brindar a sus clientes herramientas digitales que ofrezcan recomendaciones sobre el uso de estos híbridos, proporcionando datos e información claves para la toma de decisiones sobre fechas de siembra, densidad y fertilización.
“El sector se orienta hacia una fuerte mejora en productividad, la cual apoyamos en su totalidad; estoy convencido de que, con la tecnología y las mejores decisiones, los productores argentinos llevan a cabo un trabajo excepcional para lograr la máxima productividad”, apuntó.
Para Maximiliano Cueto, líder de maíz y protección de cultivos de Bayer Crop Science Cono Sur, se espera “un año muy positivo para el cultivo, recuperando el área que históricamente tuvo”. Añadió: “Ojalá podamos volver a recuperar todo el área; esto es beneficioso para los productores, ya que el maíz se presenta como una herramienta sumamente interesante, no solo por lo que aporta al negocio, sino también porque permite gestionar el riesgo climático en ciertas regiones, especialmente en comparación con cultivos como la soja”.
Según indicó, se anticipa una recuperación del área debido a la atractividad del negocio maicero, sobre todo en relación a la soja, y se espera un invierno que reduzca la población de la chicharrita, en caso de que esta se presente. Además, se confía en que los productores manejarán correctamente cualquier control sobre el maíz guacho.
Cueto subrayó que la precampaña del cereal está “marcada por un buen ritmo de ventas”, lo que genera “esperanzas de que este pueda ser un gran año para el maíz”. Agregó: “Hay interés por nuestros híbridos, lo que pinta un panorama favorable. Al vender un híbrido, también ofrecemos un paquete de recomendaciones de manejo. En Argentina, aún hay espacio para aumentar los rendimientos en maíz. Observamos una brecha de rendimiento de entre un 35 y 36%, y hay mucho que podemos aportar para que los productores logren una mejor precisión al sembrar maíz en sus lotes”, afirmó.
Para el ejecutivo, gran parte de esta brecha, casi un 70%, puede cerrarse con una correcta identificación de los ambientes de maíz. “Para eso, disponemos de dos herramientas digitales que nos permiten identificar los lotes y elegir el germoplasma correcto. Una de ellas es FieldView, que nos ayuda a identificar los lotes; y la otra es Experto Bayer, que permite seleccionar los híbridos adecuados para cada ambiente”, especificó.
Agregó que, además, se puede contar con recomendaciones sobre densidad y nitrógeno. “Con esos cuatro factores—ambiente, híbrido, densidad y nitrógeno—estamos cubriendo casi el 90% de la brecha; el resto se aborda con un manejo adecuado de plagas”, expresó.
“Desde Bayer, ofrecemos herramientas digitales para cerrar esa brecha, tenemos el germoplasma apropiado para cada ambiente de producción en Argentina, recomendaciones de prácticas agronómicas y un portafolio de protección de cultivos que permite gestionar correctamente las plagas en el cultivo”, destacó.
En este contexto, se mencionó un aspecto sobresaliente durante Maizar: el sistema Preceón, un modelo de producción que la empresa comenzará a comercializar el próximo año con un grupo limitado de productores antes de expandirse. Aunque es conocido por la novedad de los híbridos de menor estatura, su verdadera propuesta va más allá.
“Este sistema ofrece tres ventajas a los productores. Primero, un mayor rendimiento; se trata de una tecnología que supera en rendimiento a las opciones anteriores. Segundo, mayor tolerancia al vuelco y quebrado; estos híbridos son un 30% más bajos que los híbridos altos o comunes, logrando esa reducción de altura gracias al acortamiento de entrenudos por debajo de la espiga. Y en tercer lugar, facilita el acceso al cultivo a lo largo de todo el ciclo, permitiendo aplicar diversas prácticas agronómicas que, de otra manera, no podrían realizarse debido a la altura del cultivo”, explicó.
En relación a esto, Cueto mencionó la aplicación de nitrógeno, enfatizando: “Podemos aplicar nitrógeno durante todo el ciclo del cultivo, atendiendo de manera específica los requerimientos de cada etapa. Esto permite realizar aplicaciones de distintos fitosanitarios, como fungicidas. La aplicación de fungicidas, que aún tiene una baja adopción en Argentina, puede generar entre 500 y 700 kilos adicionales de maíz; hay una oportunidad tangible para captar ese potencial de rendimiento extra con estas aplicaciones”. Otro aspecto es la posibilidad de sembrar cultivos de cobertura durante el ciclo del cereal.
