
CÓRDOBA.- El ministro del Interior, Diego Santilli, prevé terminar la semana que comienza sus encuentros con los 20 gobernadores que participaron de la reunión con Javier Milei. Ya dialogó con más de la mitad buscando apoyos para el presupuesto 2026, que se tratará en sesiones extraordinarias del Congreso. La premisa con la que inicia todas las conversaciones es que buscan consenso “sin perder el equilibrio fiscal” y en esa línea, el planteo es que las demandas de las provincias se irán atendiendo paulatinamente. La primera puerta que abrió es la promesa de los avales nacionales para que las provincias tomen deuda.
La primera “victoria” que se anotarán todos es que en 2026 habrá presupuesto. Están los consensos básicos para que salga, más allá de que no hay definiciones respecto a qué pasará con las leyes de nueva distribución de los ATN y del impuesto a los combustibles líquidos que impulsaron los 24 gobernadores; tampoco con la deuda que la Anses viene acumulando desde la asunción de Javier Milei con las 13 cajas de jubilaciones provinciales no transferidas. Como ya contó LA NACION, esos ítems suman unos $5 billones, contando lo que le correspondería a las provincias.
En las reuniones también se avanza sobre aspectos muy generales de la “modernización laboral” −como ahora todos prefieren llamar a esa reforma− y los cambios que la Casa Rosada analiza también en lo fiscal y para el Código Penal. El primer proyecto que irá al Congreso una vez aprobado el presupuesto es el laboral.
En los últimos días, el ministro de Economía, Luis Caputo, le bajó un poco el tono a la reforma impositiva. Planteó que antes de los cambios más profundos es necesario consolidar la recaudación a través del crecimiento del empleo y la formalización de la economía, “ampliar la base imponible”. En estas semanas, también en las provincias empiezan a tratarse los presupuestos y leyes impositivas para 2026 y se revelará qué actitud toman los gobernadores sobre impuestos.
Sobre esas reformas, los gobernadores coinciden ante LA NACION en que el abordaje es sobre “la idea general” y que lo que apoyan es que debe haber transformaciones, aunque eso no implica que vayan a aprobar “a libro cerrado” lo que el Poder Ejecutivo mande al Congreso.
Todos los que se sentaron hasta ahora con los funcionarios nacionales insistieron ante este diario sobre ese aspecto. “Buscar consenso no es ser escribanía”, resumió un mandatario norteño. Una posición similar es la que mantiene el sector privado: la coincidencia −hasta ahora− pasa porque debe haber reformas, pero no se avanzó más allá.
Avales para créditos
Las garantías de Nación para que las provincias tomen deuda, sea con organismos internacionales o en mercados financieros, aprovechando la pronunciada caída del riesgo país, constituye un paso concreto adelante en esta nueva etapa. Es la señal más concreta que Santilli dejó en el raid de encuentros.
De hecho, el entrerriano Rogelio Frigerio, en la conferencia de prensa que compartió con el ministro, mencionó la posibilidad de usar ese financiamiento para infraestructura. Incluso, con entusiasmo, dijo que ese esquema provocará una “revolución” en el arreglo de rutas provinciales.

El viernes fue el “debut” con el decreto nacional publicado en el Boletín Oficial por el que Nación se presenta como contragarantía para que Mendoza acceda a un crédito de US$75 millones para obras de agua potable en el Gran Mendoza y San Rafael.
Hasta ahora esos avales salían a cuentagotas. Un pico fue en marzo pasado, cuando se habilitó a siete distritos (CABA, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Salta, Chubut y Chaco) por un total US$1715 millones para financiar distintas obras en sus distritos. La posibilidad de que los gobernadores tomen deuda es una forma de aflojar la presión en los reclamos que vienen llevando adelante por obra pública. Los organismos internacionales tienen fondos para infraestructura.
Con promesas concretas de recursos no se fue ningún gobernador. La billetera sigue siendo del ministro Caputo. Todos elogian el cambio de actitud y la apertura al diálogo en esta nueva etapa y mantienen las expectativas positivas, pero los encuentros son de “tanteo”. Hay un “cambio de paradigma”, dicen los mandatarios aliados; los otros se muestran más cautos, pero mantienen expectativas positivas.
Por caso, tampoco Jorge Macri se llevó una respuesta en el “positivo” encuentro que mantuvo con Caputo y su equipo por el reclamo de la deuda de $274.000 millones por las transferencias semanales del 1,55% de la coparticipación acordadas tras un fallo de la Corte Suprema. Los gobernadores que siguen afuera de la agenda de diálogo son el bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el fueguino Gustavo Melella.

En este marco, Santilli recibirá mañana al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, desde las 12.30 en la Casa Rosada. Será el inicio de otra maratón para completar encuentros con los 20 mandatarios que estuvieron con el presidente Milei tras la victoria electoral de La Libertad Avanza.





